Capítulo 9. 🦋🐍

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1 año después...

Verónica.

— Por favor dime que todavía podemos dormir unos minutos más.— le supliqué a Katy.

— Nop.— estiró la sábana con la que me cubría completa y la arrojó al suelo.— vas tarde y Gab ya te está esperando abajo.— me levanté rápidamente.

No podía verme pero sabía que mi cabello estaba hecho un lío porque ayer esos dos intentaron hacerme un tipo de peinado medieval absurdo con la excusa de que era algo para un trabajo, no les creí hasta que Katy encendió el computador y tuve que posar para su maestro en frente de toda su clase durante media hora.

Fue humillante.

— ¿Tan rápido? ¿Al menos desayunó?— corrí al baño. Ya no tenía tiempo de tomarme una ducha, mucho menos de desenredar el cabello, por lo que lo enrolle y me hice un rodete rápido.

Hoy tenía clases con la maestra Stacy, de nuevo me regañaria por llegar tarde y por mi mala apariencia.

— Cheryl se levantó temprano a correr y trajo el desayuno del café de Jeffrey.— corrió las cortinas y abrió la ventana. Amaba el café de Jeffrey, sin duda uno de los mejores en NY, lástima que no tenía tanto tiempo.

— Oh. Ya veo.— corrí del baño, al clóset. Necesitaba cambiarme, sólo llevaba la sudadera de Gab y un bikini.

— ¿Por qué hueles tan bien y ni siquiera te has duchado?— me miró entrecerrando sus ojos.

— Porque me baño todos los días, no como tu.— le saqué la lengua.

— Sabes que eso no es cierto.— se acercó al closet.— ten.— me pasó un crop negro con tirantes finitos.— me aseguré que no sean de Bea esta vez, lo prometo.— rodó los ojos, Bea y yo teníamos casi el mismo gusto en ropa.— ¡ponte los pantalones anchos y el cinturón plateado!— terminó desapareciendo de mi cuarto.

Me puse todo lo que Katy había dicho y salí de mi cuarto.

— Te voy a dejar el vestido en tu cama a las cuatro de la tarde, ¿ok?— asentí.— Hermosa ha llamado, le envié una foto de como quedó todo, estarás radiante.

— Estaremos.— corregí.

— Ya le dije a Cheryl sobre el color de los vestidos...

— ¿Y qué dijo?

— Pues me dio su opinión muy especifica acerca de eso pero terminó aceptando todo por Hermosa...— asentí sonriendo.

¡Mierda, era demasiado tarde!

— ¡Voy a desayunar en la cafetería de la universidad!— grité antes de salir de la casa.

— ¡Cómo si tuvieras otra opción, Verónica Lodge!— fue el último regaño que escuché de Katy.

Vivíamos todos juntos en una casa que mi madre tenia en NY, la había comprado a escondidas de mi padre en su periodo como alcaldesa de Riverdale. Era enorme y nos vino como anillo al dedo al no poder alquilar apartamentos por separado. Bueno, Cheryl podía, pero prefirió el ambiente familiar que nosotros teníamos, era estupendo.

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