Broken Family

La verdad (Parte 2)

Antony:

-¿Qué quieres decir con que no somos normales? - preguntó Bianca claramente asustada

-Niña, ustedes dos no son mortales cualquiera. - dijo Apolo - Llevan sangre divina.

-¿Te refieres a esos dioses? - pregunté - ¿No eramos hijos de Katherine Castle y Leo Valdez?

-Por supuesto que si - dijo Artemisa - Ellos eran hijos de dos dioses, ustedes son la siguiente generación de semidioses.

-Yo los llamo: semi-semidioses. - Apolo rió

-¿Nuestros padres eran semidioses? - pregunté

-Si. - dijo Artemisa - Y ustedes son...

-Si, si. - dijo Bianca - Entiendo. Pero ¿A donde nos llevan?

-A el único lugar donde jóvenes cono ustedes pueden vivir seguro y felices.

-¿Hay más de nosotros? - dije

-Si. Muchos más. - respondió Apolo

-El lugar el Campamento Mestizo. Verán, está dirigido por nuestro hermanastro Dionisio, seguro han escuchado de él.

-El dios del vino - murmuró Bianca.

-Ese mismo borracho - dijo Apolo - Pero debo admitir que es el alma de la fiesta.

-Apolo, conduce y no hables. - lo regaño Artemisa - Ya estamos llegando - nos dijo - Cuando lleguen, no olviden de ir subir la colina y hablar con el centauro Quirón...

-¿Centauro? - pregunté.

-¿Acaso no sabes nada de mitologia, niño? - me dijo Apolo

-Aquí la estudiosa es Bi. No yo.

-Bueno, es una criatura mitad humano, mitad caballo. - me explicó Bianca. - Quirón era un centauro muy famoso. Creó héroes.

-Ohhh - dije sin tomarle importancia.

-Ya llegamos - Apolo estacionó debajo de una colina - Solo suban y encuentren al centauro.

Bianca y yo bajamos e inmediatamente el carro arrancó dejando una estela de humo.

-Yo me voy devuelta - dije caminando de vuelta la carretera.

-Aguarda - Bianca me tomó del brazo. - Tenemos que ir.

<< ¿Habla en serio? >>

-¿Centauros, Bianca? No es real. ¿No te das cuenta? Son puras tonterías.

-Vamos Antony, si de verdad crees que no existen, no tenemos nada que perder si subirnos, ¿no?

Yo lo medité un rato. La verdad ya no hay nada que perder. No tenemos familia ni nada, al final me resigné y suspiré

-Si veo a ese centauro, me tragaré el cuento de que existen esos dioses.

-Así se habla

Bianca me jalón del brazo y corrimos colina arriba. Atravesamos un pequeño bosque oscuro. Noté algunas sombras raras, pero no me detuve a inspeccionar. Bianca no se detuvo tampoco y al final llegamos a la punta. Estaba jadeando, pero aun sí miré el otro lado de la colina.

Tal y como Apolo y Artemisa habían dicho, era un Campamento de Verano. Bajo nosotros se extendían terrenos de verdes césped, pequeñas cabañas agrupadas a lo lejos, un hermoso lago al lado izquierdo, una casa grande de color azul, unos campos de fresas... Jóvenes y niños circulaban por ahí, unos corrían, otros jugaban, otros ¿peleaban? Tenían espadas o dagas, e iban directo a una Arena.