BLUE AND GREY LEE FÉLIX

Prologo

Un bucle; secuencia de instrucciones de código que se ejecuta repetidas veces. Desde hace 5 años que mi vida ha sido así, monótona, un bucle en el tiempo de 24 horas en el que lo único que hago es: despertar, levantarme, bañarme, ir a la escuela, regresar, discutir con ella por no ser más competente como las hijas de sus amigas, ir a mi cuarto, hacer los deberes y dormir. Siempre pensé que toda mi vida seria así o al menos hasta que cumplirá la mayoría de edad y poder irme de esa casa, pero todo cambio cuando el entro en mi bucle.

5 años antes

Ella y papá discutían en la sala, al parecer papá había llegado con copas de más, otra vez, los gritos se escuchaban por toda la casa podría asegurar que los vecinos escuchaban cada maldición que decían, y yo …yo estaba observando las estrellas desde mi ventana, unos audífonos con el volumen al máximo cubrían los gritos de ella.

Podría jurar que papá estaba tan cansado de los mismos gritos, los mismos reproches y las mismas maldiciones que mamá decía cada vez que discutían, que un día se iría de la casa y no me equivoque, esa misma noche papá se fue de la casa.

Papá estaba tan roto como yo, que lo único que podía hacer era irse, me quite los audífonos cuando escuche que abrieron la puerta de mi habitación era el se acercó a mi deposito un beso en mi frente y me dijo que al día siguiente vendría por mí, tenía los ojos cristalinos apunto de derramar el rio que amenazaba por desbordarse, no quería que se fuera me aferre a él en un abrazo como si nunca hubiera recibido uno , era cálido, estaba lleno del amor que un padre tiene por su hija, era especial y tan hermoso.

De pues de unos segundos me obligue a separarme de el y a consolarme con el hecho de que vendría por mí.

”Mañana volverá”.

O eso pensé, sin más salió dejando a su hija de doce años en su habitación anhelando el regreso de la única persona que la entendía en este mundo.

Eran las 11 de la noche decidí bajar por el suéter de papá que siempre dejaba a un lado del sillón un suéter gris una vez en mis manos y camino a mi habitación pase por el cuarto de mis papás o bien ahora de mi mamá al parecer había contestado una llamada.

—Diga

—…..

—Si, soy su esposa

Me detuve para empezar a escuchar su conversación, pero mi corazón se detuvo cuando escuche un golpe, abrí la puerta y mire a ella a los ojos… estaba llorando.

—Esta muerto— dijo en un susurro casi inaudible pero lo suficiente para que pudiera escuchar.

Me quede en shock y me deslice por la pared hasta llegar al suelo abrazando el suéter de papá lo único que me quedaba de el.

Al parecer había muerto al instante cuando choco contra con un muro de contención por exceso de velocidad.

Mi vida se había acabado lo único que me quedaba ya no estaba, se había ido, ahora estaba con éllos; las primeras personas que me me abandonaron.