Capítulo 7

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Hoy era un nuevo día, al despertar me di cuenta que Félix estaba muy a la orilla de la cama y casi cae, me levante un poco y lo acomode más al centro para que no cayera, sonreí al verlo, durante la noche me dio mi espacio para no sentirme incomoda pero cada que un trueno caía me acercaba a él, los días lluviosos y yo no teníamos una buena relación .

Me levante y fui a hacer el desayuno, busque en las bolsas que había traído ayer y encontré un poco de leche, un par de huevos y queso.
Escuche unos pasos acercarse.

—Yo te quería preparar el desayuno—Dijo con la voz adormilada y tallandose los ojos.

—Se te hará tarde para la escuela, mejor desayuna ahora

-¿Tu no iras? -dijo sentándose en la barra, Negué con la cabeza

-Muy bien, entonces que haremos

-Tienes que ir a la escuela

-Lo dice la persona que ha tenido más faltas que lo que llevamos en la escuela.

-No son para tanto, voy a ir a ver al abogado de María y preguntaré acerca de la cafetería, y también traeré todas mis cosas hoy.

-Esta bien, te acompañó.

-No tienes porque.

-No tengo, pero, quiero.

-Creo que primero iremos por mis cosas

-Muy bien

Terminamos de desayunar y me fui a cambiar, salimos del departamento íbamos bajando cuando Félix preguntó.

-Oye, si vamos a ser amigos, ¿puedo saber cuál es tu nombre?

-¿Mi nombre?- hizo un sonido de asentimiento
-No tengo nombre.

-Vamos, mi nombre en Lee Félix y ¿Cual es el tuyo?.

-Ya te lo dije, no tengo uno y si lo tengo no te lo diría, creo que mi nombre está maldito, todo aquel que lo sabe esta destinado a la desgracia.

-Eso significa que no me lo diras

-Exacto

-Oh...

Cuando bajamos todas las escaleras y llegamos a la calle fuimos a su auto,nos subimos y me llevó a la casa de ella, bajamos del auto.

-Espera aquí, traeré las cosas rápido- asintio.

Camine a lo que ahora, ya no podía llamar hogar, ya no había nada ahí que que me hiciera quedarme, lo que una vez fue una casa lleno de amor o i era solo un lugar donde pasaba mis días contándolos para poder un día salir de ahí.
Subí hasta lo que era mi habitación afortunadamente no había nadie e iba a poder salir rápido, tome una de las cajas y empeze a meter lo que quedaba, un poco de ropa, los papeles de mis padres y unas cuantas fotos - Sus últimas fotos- me llenaba de nostalgia verlas.
Salí de la casa y Félix tomó la caja para meterlo en maletero.

Me iría sin decir nada, me pregunto cuánto tiempo se llevaría ella en darse cuenta que me hido, pero no importa.

Nos subimos nuevamente y fuimos a la cafetería allí me encontraría con el abogado de María.

Conforme nos ibamos acercando, mi respiración se volvió a acelerar y mis ojos amenazaban con llenarse de lágrimas otra vez.

Odiaba sentirme así, pero, no tenía opción. Paro el carro y me miró.

-Se que tienes miedo, pero no voy a dejarte, hoy estaré a tu lado todo día.-

Sus palabras me reconfortaron y me dieron la fuerza de salir del coche y adentrarme a la cafetería.

BLUE AND GREY     LEE FÉLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora