Era el día siguiente, un martes con un examen de lengua, perfecto. La noche anterior no había sido de las mejores que digamos, después de que mi padre saliera de mi cuarto volví a cerrar con llave y deje que toda la ira saliera de mi cuerpo, grité, lloré, me desplomé en el suelo, me entró un ataque de ansiedad en el que tuve que ir corriendo al balcón por falta de aire y cuando más oscuro lo veía todo, ahí estaba ese método que tenía para lograr calmarme, después de estar un poco calmada, decidí ducharme e irme a dormir pero por la madrugada volví a tener esa sensación de que no podía más con mi vida y sin pensarlo decidí hacerme un nuevo corte. El número nueve.A veces me asustaba por la cantidad de sangre que salía, por el dolor o por la cantidad de cicatrices que tenía en el brazo que me hacían pensar que algún día me quedaría sin él. Mas eso no me detenía en absoluto y yo seguía haciéndolo ya que era la única manera de la que me sentía un poco viva.
Volviendo al presente, iba ya llegando al instituto al ritmo de Daddy Issues de The Neighbourhood, una de las mejores canciones de esos grandes artistas. Entré a clase de física y química y me senté donde siempre, quedaban unos cinco minutos para que comenzara la clase asique me limité a poner mi mochila encima de la mesa y apoyar mi cabeza en ella pero me vi interrumpida por alguien que quitaba el auricular izquierdo de mi oreja y se lo colocaba él.
Daddy stuck around, but wasn't present.
Cheated on your mom, but she never left him
At first I didn't get it, now I understand.
He broke her heart, left money in her hand.
Cantaba mi mejor amigo sintiendo la canción al máximo, en verdad tenía buena voz pero tampoco quería que me arruinara la canción, asique paré la música en mi móvil mientras él seguía cantando y recibí una mirada de reproche de su parte.
–Venía la mejor parte, no deberías de haber hecho eso.–Me señalaba con un dedo acusador mientras yo solo me reía.–Por cierto, tu madre le ha contado a la mía lo de tu abuela, diría lo siento pero te conozco demasiado.–Dijo mientras se encogía de hombros.
–Llegaba a escuchar un "lo siento" de tu parte y juro que me iba.–Dije en tono de broma, el rubio alzó ambas manos a la altura de su cabeza mientras sonreía. Me estaba contando lo que había hecho ayer hasta que escuche a alguien carraspear detrás de mí, cuando me giré vi a Nate de pie mirando a Johnny con cara de pocos amigos.
¿Y a este qué mosca le ha picado?
No lo sé, y tampoco tengo intención de hacerlo.
El castaño iba a decir algo cuando la profesora entró al aula avisando de que la clase ya empezaba. Johnny se levantó después de haber estado de rodillas a mi izquierda pero antes de irse, tenía que hacer de las suyas, y se aprovechó de lo que le había contado de mis conversaciones con la piedra tiesa que tenía a mi derecha aún con la mirada fija en nosotros y se acercó a mí dándome un beso en la mejilla mientras miraba a Nate, luego se dió media vuelta y se fue a su sitio.
Mientras, a mi derecha, un Nate cabreado soltaba un montón de palabrotas por lo bajo, enserio no sabía que problema tenia y porque había reaccionado así con mi amigo. Al menos no lo sabía hasta que decidió hablar al aire en mitad de la clase:–Que no tenía novio decía.–Soltó bufando.
–¿Se puede saber que mierda te pasa conmigo?–Espeté cabreada por como estaba actuando.
–No me hables no vaya a ser que venga tu noviecito a darte un beso en la boca mientras me mira marcando territorio.–Soltó con la voz más fría que había escuchado en mi vida.
Asique era eso, Don sonrisa perfecta estaba celoso.
¿Celoso?¿Porque iba a estar celoso?
Amiga, ¿a ti te dejaron caer cuando naciste? ¡Esta celoso porque le gustas!
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Realidad Deseada
Teen FictionUna chica se ve atrapada en su realidad deseada, donde todo es como ella quiere que sea. Conoce a distintas personas, en especial, un chico que le marcará de por vida incluso siendo consciente de que es producto de su imaginación. Esta es la histori...