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« Haz que sea fácil Harry, haz que sea fácil » se repetía constantemente Harry mientras se dirigía con Blaise al gran comedor e iba tan inmerso en sus pensamientos que no escuchaba lo que su compañero decía.

— ¿Harry, me estás es escuchando? – preguntó Blaise.

— Ah.. y-yo no, lo siento – titubeó mirando a su amigo – ¿que decías?.

— Te decía que invitaré a Ron a una cita y le diré que me gusta y te quería preguntar cómo lo hago por qué soy un desatre en todo esto! – dijo Blaise llevando las manos a la cabeza a lo que el azabache rió.

— Sólo procura que haya comida, mucha comida – respondió y Blaise lo miró con más atención en señal de que necesitaba más información – se original con lo que quieras hacer, aveces él se siente muy ordinario y procura no hablar de quidichtt ya que está nervioso por su primer partido – sugirió mientras ambos cruzaban las grandes puertas del comedor.

— Creo que puedo hacer eso – dijo Blaise sentándose al lado de Theo – hacerlo sentir especial y no hablae de Quidichtt, entendido.

— Pero a mí parecer estás siendo muy formal, todos sabemos que ambos se gustan – afirmó Harry tomando asiendo a un costado de Draco.

— Harry tiene razón, – empezó Theo dejando su libro sobre sus piernas – solo pídele que sea tu novio y ya, deja el romanticismo para después.

— No lo entienden, el realmente me importa y quiero hacer las cosas bien – esta vez Harry lo miro y supo que había sinceridad en sus palabras así que tocó su hombro y le dijo.

— Todo saldrá bien Blaise, el también te quiere – a lo que Blaise sonrió

— Ay por favor, – bufó el rubio – ¿qué le ves a la comadreja?, es demasiado anaranjado.

— Claro, tu odias todo lo que tiene que ver con Ron, – agregó con ironía la pelinegra, haciendo que las miradas de sus amigos se posaran en el – en especial a sus hermanos.

Su rubor subió a sus mejillas y solo se pudo permitir morder su manzana para aliviar la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento ya que sus amigos lo miraban con diversión y lo dejaban expuesto.

— Aceptarlo no te haría nada mal – susurró a su lado, Harry.

— Cállate Potter.

Todos sonrieron ante ello, estaba calor que el rubio no reconocería su ligero enamoramiento por los gemelos weasley y las excusas que usaba para evitar hablar de ellos se estaban acabando. Luego de un rato se vieron interrumpidos por Lord Voldemort que tomó asiento justo al lado de Harry.

— ¿Theo como están tus padres? – preguntó con total desinterés el de ojos color zafiro ignorando las miradas de Draco y Harry.

— Están bien mi lord – respondió, Theodore mirando con culpa hacía Harry a lo que el azabache solo le dió una sonrisa ladeada en forma de tranquilizarlo, tratando de decirle que no era su culpa.

— ¿Están haciendo lo que les pedí? – cuestionó de nuevo

— Si mi lord, tomaron el primer tren hacia Docanster en cuanto usted les dio las órdenes.

— Muy bien.

Tom volteó a ver a Harry quien mantenía su vista en su rubio amigo y se preguntó si este tenía algo con el menor de los Malfoy pero el enojo de que Potter le estuviera dando la espalda lo invadió, debía aliarse con el pronto, antes de que los Nott regresaran a Londres con la persona que Dumbledore buscaba.

» Potter necesito hablar contigo, hay algunas cosas que me incomodan en mi alcoba.

Harry lo miró con enojo y orgullo, claro que no iba a ser la asistente personal del lord y tampoco dejaría que pensara que podía disponer de él a como seguramente hacía con sus súbditos.

— No soy alguien a quien puedas mandar.

— Oh, pues Dumbledore no piensa eso – escupió Riddle con una sonrisa altanera pero la borró en cuanto vio a Harry sonreír de la misma forma.

— Por supuesto mi Lord, supongo que usted no puede hacerlo por si mismo – su voz sonaba con picardía y burla lo que hizo enojar al mago.

Tom por primera vez en su vida no supo que responder o como actuar, el enojo hacia su persona por no ser cuidadoso al momento de caminar por el bosque era demasido; no pudo percatarse de que el viejo estaba detrás suyo donde lo abordó sin ni siquiera dar la cara.

Así que solo se levantó y salió del gran comedor, aunque luego se reprochó el hecho de que había dejado que ese estúpido niño se saliera con la suya y pensara que su repuesta había desorientado al mago.

Debía admitir que su respuesta fue digna de una serpiente, se dirigió hacía las mazmorras para alimentar a Nagini, esta la había pedido que la llevara entre sus túnicas pero Tom estaba seguro de que la pisaria ,la contraria se enojaría con él y no le hablaría por semanas.

En la mesa de los Slytherin's estaba Harry siendo aludido por su comentario hacía el mago tenebroso.

— ¡Se muy bien que tienes instinto suicida pero está vez te pasaste, probablemente mañana amanecerás muerto en el lago negro!

— ¿Que tienen todos con golpearme hoy? – reclamó con molestía

— Deben admitir que fue increíble, – agregó el rubio orgullos de si mejor amigo – además morirás con la satisfacción de dejar sin palabras al señor tenebroso.

— ¡Hey!

— Harry, eso fue estúpido – menciono Theodore – y muy temerario.

— ¡Le diré a Hermione! – grito Pansy para dirigirse a la mesa de lo leones y después regresar con con sus dos amigos de la otra casa y Hermione hecha una furia.

Y asustado era la única palabra que se acercaba a lo que Harry sentía en ese momento.

— ¡Harry James Potter! – le gritó Hermione

— Estás en problemas – dijeron Draco y Blaise al unísono y Harry solo rodó los ojos y esperó el regaño de su amiga.

— ¿Eres estúpido o qué!? – siguió gritándole Hermione.

— ¿En verdad estás preguntando eso? –  cuestiono, Draco a Hermione y está le miró haciendo que se echara hacía atras y se callera llevándose a Harry con el.

— ¡Espero tengas un plan para que en el intento de dirigirte a tu dormitorio, Voldemort no te mate en tu sala común! – bufó la castaña mirando como los slytherin se incorporaban del suelo.

— Amigo puede que Dumbledore te dijera que es inofensivo pero sigue siendo Voldemort – agregó con un tono más relajado, Ron

— No es para tanto y no puede matarme, Dumbledore no le regresaría su magia de ser así – le afirmó Harry a Ron – ahora sí me disculpan voy por mis cosas, Draco – llamó – ¿Vienes?

— Lo siento Harry, – respondió – prefiero llorar en tu funeral que ver cómo te asesinan

— ¿Llorarías en mi funeral, Malfoy? – cuestionó sonriendo.

— Que no se te suba a la cabeza, Potter – respondió Draco para colocarse a su lado y salir del gran comedor.

Amantes y AliadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora