9.8K 1K 166
                                    

Tom llegó a su dormitorio y caminaba de un lado a otro, debía buscar la manera de que Potter y Malfoy le creyeran para así poner el plan en marcha cuanto antes, pero como?. Se dirigió al dormitorio que quedaba al lado del suyo y tocó, otra vez tocó pero no abrían y antes de lanzar un alohomora recordó que slytherin tenía hora libre y normalmente siempre la aprovechan,entonces revisó la sala común y así era, no había nadie, entonces el enojo en el se hizo presente, no soportaba más aquella situación.

En su dormitorio Harry se despertó por el enorme dolor que su cicatriz le causaba, Tom debía estar enojado, así que jadeante se puso de pie y se enredó entre su túnica y acto seguido cayó en el frío piso de la habitación soltando un quejido de dolor.

— Merlín, ahí estás Potter – murmuró señalandolo con las manos y notó que su enojo disminuía – ¿que haces en el suelo?

— Pues verás, es que note que nadie nunca le pone atención y quise dársela por primera vez – respondió  levantándose con el leve dolor de cabeza que el enojo de Tom le había provocado.

Tom notando el cabello revuelto de Harry, su túnica en el suelo y lo demás de su uniforme totalmente desordenado no pudo evitar pensar en que esté había estado haciendo cosas con el heredero de los Malfoy.

— Veo que tú y Malfoy se divirtieron – agregó Voldemort arrastrando las palabras y  mirando al rededor para al final posar su mirada en él, muy confundido.

— ¿Perdona qué?,– preguntó con una sonrisa irónica – ¿Estás insinuando que hay algo entre Draco y yo?

— Soy muy observador Potter y los eh estado mirando desde que inició mi estadía aquí – respondió Tom.

— Primero que asco, segundo creo que deberías revisarte la vista ya que tener muchos horrocruxes pudo dañartela – atacó Harry.

— Entonces, no sales con Malfoy...– por alguna extraña razón esperaba que la respuesta fuera negativa.

— Amm no, él es como mi hermano – respondió a Tom el cual estaba haciendo preguntas demasiado fuera de lugar – Slytherin tiene hora libre, ¿que haces aquí?

— Verás soy Lord Voldemort, yo no soy sociable – Harry tomo esa respuesta como válida y empezó a acomodarse el uniforme – y también es necesario que hablemos.

Continúo y miró las manos de Harry que pasaban de su cuello hasta la parte baja de su camisa y la reacomodaban dentro de su pantalón.

— ¿De qué? – preguntó Harry mirándolo a los ojos.

Por primera vez el verde y el azul se encontraron causando así una sensación extraña entre ellos, tensión era los que estaban sintiendo?, No sabrían describirlo pero era agradable. Sin embargo el momento fue cortado fríamente por Tom quien respondió a la anterior pregunta.

— Malfoy fue a hablar conmigo hoy por la mañana – respondió el de ojos color zafiro.

— Si, lo lamento, le dije que no lo hiciera pero nunca me hace caso.

— Ese no es lo que me molestó, el no confía en mi.

— Lo sé y yo tampoco lo hago – hablo con sinceridad mientras se ponía la túnica.

— ¿Como supones que seremos aliados si no tengo tu confianza? – preguntó molesto

— Tu lo dijiste hace un momento, eres Lord Voldemort no socializas.

— ¡Me refería a los demás estudiantes!

— ¿Tan siquiera me hablas? – sonrió internamente mientras veía como el enojo de su contraparte subía por su rostro.

— ¡Estamos hablando! – repuso más molesto de lo normal.

— Estas discutiendo conmigo – enfatizó el de ojos esmeralda con un tono tranquilo

— ¡Es lo mismo!

— No, tú estás acostumbrado a discutir ya sea con Dumbledore o tus mortifagos, pero si quieres aliarte conmigo debes conocer la diferencia entre discutir y hablar.

Tom se acercó a Harry con una mirada de enojo y Harry recordó como lo miró en la camara de los secretos, bueno como lo miró la ilusión de él en aquella vez pero era la misma expresión, sin embargo sabía que la dureza de Tom era fingida dado que también había perdido a su madre y si fuera él y no hubiera tenido a nadie habría creado aquella personalidad fría y lejana.

— Insolente – murmuró contra el rostro del menor.

— Y aún así me necesitas – respondió Harry con una sonrisa.

— Bien, escucha – dijo empujándolo hacia la cama para que se sentara – Dumbledore te llamará a su oficina uno de estos días así que deberás controlarte y hacer todo lo que yo te diga que hagas.

— ¿Cómo sabes que? – se respondió a si mismo – Nagini

— Si, estaré diciéndote que hacer y responder por qué se que tus palabras te delatarán.

— ¿Como harás eso? – cuestionó Harry.

— Puedo usar nuestra conexión.

— Claro.

— ¿Entendiste? – preguntó Voldemort y Harry asintió.

Tom iba a decir algo más pero se vió interrumpido por la voz del menor.

— ¿Puedo llamarte por tu nombre? – cuestionó con nerviosismo.

Tom por segunda vez enfrente del niño que vivió no supo que responder pero está vez no se levantó y se fue, simplemente asintió y apreció el verde de los ojos del menor y era cierto lo que murmuraban las niñas en los pasillos, eran como un par de esmeraldas.

— Tenemos adivinación en unos minutos,– mencionó poniedose de pie y extendiéndole la mano – ¿Vienes?

— Si pero iré por mis cosas,y-yo te veo ahí – respondió sin tomar la mano del menor y salió de ahí sin dejar que el azabache dijera algo más.

Ese niño le estaba haciendo algo y no sabía que era pero lograba ponerlo realmente nervioso.

Amantes y AliadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora