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— Cuatro años después —

El día empezó normal, su prometido se encontraba acostado a su lado como los últimos cuatro años desde que se mudaron a la mansión Riddle pero este día era diferente, se sentía normal pero era el día de su boda y no debía faltar mucho para que Pansy y Draco llegaran y lo sacaran de la cama para que fueran a arreglarse. Sentía algo en el estómago, no sabía si eran los nervios por la boda o por qué debía desayunar algo; tenía frío así que se estiró con los ojos aún cerrados para buscar a Tom y una vez que lo encontró lo abrazó, habían pasado cuatro años desde la primera vez que durmieron juntos y aún no se cansaba de aquello. Tom al notar la acción de su futuro esposo lo imitó y le susurro.

— Llegó el día – Harry sonrió y se apego más a él.

Mi protegido ha despertado, ¡sueltalo Tom!  – siseó Nagini.

La serpiente y el zabache habían creado una hermosa relación, ya que Harry siempre la salvaba de los regaños de Tom y ella cuidaba a Harry de los insectos que se le acercaban, sí, ella pasaba horas alrededor de Harry evitando que alguna mosca se le acercara.

El es mío, yo lo encontré primero – le gruño Tom
Harry se había sentado en la cama al ver qué la serpiente se encontraba arriba de la cama.

Nagini, Tom por favor, hoy no debo estar más alterado, ya bastante tengo con el nerviosismo de estos días – Tom beso su hombro desnudo y lo miró a los ojos, si que amaba esos ojos.

— ¿Estás nervioso?

— Es en el sentido bueno, quiero que todo salga bien.

Tom estaba a punto de besarlo cuando el timbre de la casa sonó y rodó los ojos, no tardó en imaginar quienes eran. Tomó su varita e hizo un Tempus, se reveló la hora, 6:30 a.m.

— ¡Es demasiado temprano!! – se quejó Tom

— Fue tu culpa, tú querías que la ceremonia fuera a las 3 de la tarde – Tom se llevó una almohada a la cara y suavemente Harry la aparto y lo besó.

— Me vengaré en la luna de miel entonces.

Caminaba por la alfombra blanca que estaba tirada en el suelo del enorme patio de la mansión Riddle, las bancas blancas estaban a cada costado, a su lado caminaban Narcisa y Sirius, no podía sentirse más pleno en toda su vida, miraba a los lados, Pansy y su prometida, la chica con la que se chocó en Hogwarts.

Draco con los gemelos uno a cada lado de él, sonriéndole. Blaise y Ron se habían casado hace más de un año. Hermione había encontrado el amor con un muggle dado que las cosas con Theo nunca se dieron. Luego posó su mirada hacía el frente, el amor de su vida estaba esperándolo en el altar, con su traje negro que por merlín se le veía increíble, prometió que no iba a llorar pero no pudo evitarlo y unas lágrimas rodaron por su mejillas y si fuera en otro momento vio a Tom contagiarse del sentimiento y también ladeó su cabeza ocultando las lágrimas.

Llegó al altar y tan pronto como Sirius le sonrió y escoltó a Narcisa a la banca del frente, tomó las manos de su amado para que pudiera encontrar calma y así fue.

« Te ves, inigualable » Harry llevaba un traje blanco cascarón que se le veía muy bien, demasiado caro para su gusto pero culpen a su casi hermano por eso,  Tom nunca negaba que Harry siempre se veía bien pero ese día, ese día lo había llevado al extremo.

Amantes y AliadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora