Capítulo XIII
"Goodbye"
Yelena arribó a la ciudad de su infancia y contempló con una sonrisa melancólica los cambios que le impedían reconocer las calles y los hitos que tanto amó de niña. Cierto era que se habían mudado de Chicago cuando ella era aún muy niña, pero, sí conservaba lindos recuerdos y ver todo diferente era en cierto modo deprimente. El taxi la dejó frente al complejo de edificios donde se crio y el conductor la ayudó a descargar sus maletas. Sólo había llevado lo esencial con ella, sabiendo que al día siguiente arribaría el camión con sus muebles. Dejar Boston atrás no había sido una decisión fácil, pero, Natasha la necesitaba y ella no haría oídos sordos a su necesidad. Ya era difícil para su hermana no contar con el apoyo de sus padres, que Emily prácticamente no conociera a sus abuelos y que Matt fuera una cucaracha que se negaba a dejarla en paz... no, ella no se convertiría en un peso más sobre los hombros de Natasha.
La habían contratado como maestra en la misma escuela primaria donde estudiaba Emily, lo que sería beneficioso para todos: ella estaría cerca de la niña, protegiéndola y podrían llegar juntas cada día a casa. Se colgó el bolso al hombro y cogió una maleta con cada mano antes de subir los escalones que llevaban a la entrada acristalada del edificio. Intentó sacar las llaves que Nat le había enviado días antes, pero, con todo el peso que llevaba estaba siendo difícil.
— ¿Necesita ayuda? — preguntó una voz de hombre a sus espaldas. Yelena se giró para encontrarse con un hombre alto que cargaba un par de bolsas de supermercado y tenía sus llaves en la mano— ¿Vive aquí?
— Eh, sí, acabo de rentar un piso en la tercera planta. Mi hermana vive en el segundo piso...
— ¿En el segundo piso? — Steve frunció brevemente el ceño, observando a la joven frente a él con curiosidad. Pronto su cerebro pareció reaccionar y reconoció a la chica que solía cuidar de Emily. Sonrió entusiasta y se acercó a ella con premura para ayudarla— ¡Usted es la hermana de Natasha! — exclamó, abriendo la puerta para luego coger una de sus maletas— Nat dijo que llegaría pronto... Déjeme ayudarla con sus cosas.
Yelena lo miró de hito en hito mientras él entraba sus maletas, detallando los rasgos de su rostro, su porte imponente y su sonrisa amable. Recordó la conversación con su hermana unos días antes y una lenta sonrisa se extendió por su rostro.
— Usted debe ser Steve...Natasha me ha hablado mucho de usted— dijo, entrando tras él al vestíbulo. Steve se irguió y sonrió más amplio, extendiendo una mano hacia ella.
— Steve Rogers, encantado de conocerla— ella estrechó la mano que le ofrecían, sonriendo para sus adentros. Al parecer, su hermana había ido refinando sus gustos.
—Yelena Romanoff, un placer— respondió, para luego coger su bolso y echárselo al hombro, momentos antes de que pasos pequeños se escucharan por las escaleras y un grito agudo de alegría estuviera a punto de dejarlos solos.
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Good friends
FanfictionBienaventurados los niños, porque de ellos, es el Reino de los Cielos.