Capítulo III

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Capítulo III

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Capítulo III

"Mistake"

Steve "despertó" con el sol. No recordaba haberse dormido en algún momento, simplemente se había desconectado por un momento. Fue como si hubiese pestañeado y de pronto ya fuera de mañana; era muy extraño, por decirlo así, pero se encogió mentalmente de hombros y suspiró, estirándose en el sofá. Ya se había hecho a la idea de que pensar demasiado en su situación era perder el tiempo, ya que no conocía nada sobre su realidad y no tenía a quién preguntarle, así que, simplemente tomaría las cosas como vinieran y ya. De pronto vio a Natasha asomarse a la sala, vestida ya con su uniforme de enfermera. Por un segundo, sus mejillas enrojecieron y tuvo el impulso de esconderse de su vista, pero, entonces recordó que ella no podía verlo y que nada pasaría si permanecía ahí.

La pelirroja se acercó al sofá donde él se encontraba y Steve se encogió en su puesto, observándola acercarse con los ojos muy abiertos. Natasha se inclinó sobre él, buscando algo en la mesita detrás de su cabeza. A esa distancia podía percibir su perfume suave y ver claramente bajo el escote de su blusa. Sus mejillas se colorearon nuevamente y se mordió el labio inferior, sintiéndose culpable por haberla visto desnuda la noche anterior. No había sido su intención hacerlo, pero, tampoco se arrepentía, la verdad. Se encogió más sobre sí mismo, deslizándose por la tela del sofá y entonces ella se inclinó más. Steve rozó sus piernas con las de ella por un segundo y la mujer se estremeció, cogiendo finalmente las llaves de la mesita ratonera.

⸺ La calefacción en esta casa apesta...⸺ murmuró ella y se sobó los brazos antes de ponerse la chaqueta y salir de la casa, cerrando cuidadosamente tras ella. Steve la vio salir con el ceño fruncido... ¿acaso iba a dejar sola a Emily Grace? Se puso de pie y se dirigió a la habitación de la niña, mirándola dormir.

Por un momento recordó las palabras de ella la noche anterior y con un suspiro, se sentó a su lado, acariciándole suavemente el cabello. Le daba mucha lástima que la niña buscara desesperadamente una figura masculina a la que querer y admirar. Se dijo que quizás por eso lo habían enviado a esa casa... pensándolo bien, tenía sentido. Él no conocía a esa familia, nunca antes había estado en ese edificio, no tenía ninguna conexión con ellas, no tenía razón para estar ahí... excepto por Emily. La conexión con la niña había sido casi instantánea. Se inclinó sobre ella y le dejó un breve beso en la frente, despertándola sin querer. Emily se removió en la cama y se giró hacia él, dedicándole una sonrisa adormilada.

⸺ Buenos días, Steve⸺ le dijo, acurrucándose entre sus mantas, enterneciéndolo.

⸺ Buenos días, enanita. ¿Dormiste bien? ⸺ la niña asintió y se estiró perezosamente bajo su colcha, mirándolo con sus grandes ojos verdes.

⸺ Yo no soy una enanita⸺ musitó, inflando las mejillas y él sonrió, picándola una mejilla con un dedo.

⸺ Bueno, entonces, alta niña preciosa, ¿cómo dormiste? ⸺ Emily se sentó en la cama y se restregó los ojos, antes de girarse hacia él.

⸺ Dormí muy bien. Soñé que me llevabas al parque con mi mamá. Mamá tenía un bebé en la barriga y yo te decía papá...⸺ Steve contuvo el aliento y forzó una sonrisa, arrodillándose junto a su cama para mirarla.

⸺ Emily Grace... escucha, cariño...⸺ sabía que lo que tenía que decirle era difícil de comprender para una niña. De hecho, ni él entendía muy bien lo que estaba pasando o lo que sería de él⸺ yo, yo no soy tu papá, linda. Yo no puedo ser tu papá...⸺ ella frunció el ceño y sus ojos se llenaron de lágrimas.

⸺ ¿Por qué no? ⸺ preguntó, alejando su mano del toque helado de su amigo⸺ ¿No quieres serlo? ¿No te gusto?

⸺No, no, cariño, no es eso...⸺ negó, irguiéndose para sentarse a su lado. Hubiera querido abrazarla, consolarla de algún otro modo, pero no sabía si ella sentiría su cercanía o si se estremecería de frío como su madre esa mañana⸺ Escúchame, Emily. Si yo pudiera, si yo estuviera...si yo estuviera de verdad aquí, yo sería tu papá sin dudarlo, ¿me entiendes? Pero, así... así no puedo serlo. Pero, si puedo ser tu amigo. Puedo ser tu amigo y escucharte y jugar contigo y cuidar de ti...⸺ ella suspiró, sin decir nada más por un rato. Parecía estar pensando en sus palabras, como meditando en lo que había dicho.

⸺ Bueno, sólo tengo que esperar entonces...⸺ dijo en voz bajita y Steve la miró, confuso.

⸺ ¿Qué? ¿A qué te...?

⸺ Tengo que ir al baño...⸺ se quejó Emily de pronto y él se echó a reír, levantándose para dejarla pasar.

⸺ Anda, ve, ve...⸺ le dijo, viéndola correr al baño con sus pies descalzos. Emily volvió rápidamente y se calzó un par de zapatillas de conejo antes de caminar hacia la cocina. Steve la siguió, confuso, hasta que vio el desayuno listo sobre la encimera⸺ ¿Tu mamá te dejó eso? ⸺ la niña asintió e intentó subir a la silla. Steve se apresuró a ayudarla, en un gesto inconsciente y se sorprendió al notar que podía sostenerla. Hasta ese momento sólo había podido mover objetos pequeños, y tener la capacidad de levantar a la niña le parecía algo extraño. Quizás era porque ella era muy pequeña, muy liviana...

⸺ Mi mamá me deja el desayuno listo... por lo general no despierto tan temprano, siempre me levanto cuando llega tía Lena, pero ahora estás tú aquí, así que no estoy sola...⸺ le explicó y Steve ladeó el gesto, pensando en cuán peligroso era que Natasha dejara a una niña tan pequeña sola en casa⸺ Steve, ¿me darías el cereal que está en esa encimera?

Steve se giró hacia el mueble y miró la caja con cereal sin saber bien si podría bajarla o no. De todos modos, fue a sacarla, y, una vez más, sus dedos se cerraron en torno a la caja. La dejó sobre la mesa junto a la niña y ella sonrió, traviesa, agregándolo a su leche con abundancia. Aquel brillo travieso en sus ojos y lo lejos que estaba el cereal de su alcance lo hicieron preguntarse si no tendría prohibido comerlo. Sin embargo, no alcanzó a preguntar nada porque la puerta de la entrada se abrió y apareció Yelena cargando un par de bolsas. Entró a la cocina y le sonrió a la niña, dejándole un beso sobre la frente.

⸺ Te levantaste muy temprano hoy, muñequita...⸺ le dijo, dejando las bolsas sobre el mesón para luego comenzar a sacar los comestibles y dejarlos dentro del refrigerador⸺ ¿Te subiste tú solita a tu silla?

⸺ No, Steve me ayudó⸺ Yelena frunció el ceño y la miró, curiosa.

⸺ ¿Steve? Tu nuevo amigo, ¿no? ⸺ preguntó y miró a su alrededor, un poco nerviosa. De pronto notó la caja de cereal junto a ella y se la quitó de un jalón⸺ ¡Emily! ¿De dónde sacaste esto? ¿Por qué lo comiste? ⸺ le gritó, tomándola en brazos y cogiendo sus llaves para salir corriendo con ella hacia el exterior⸺ ¡Eres alérgica a las nueces y lo sabes!

Steve quedó helado en su lugar. De pronto los labios de Emily estaban hinchados y enrojecidos y Yelena parecía muy alterada mientras intentaba coger sus cosas sin soltar a la niña. ¿Qué era lo que había hecho? ¿No le había dicho apenas unos momentos antes que él iba a cuidarla? Corrió detrás de Yelena luego de que ella azotara la puerta al salir e intentó salir también, pero, no pudo. Golpeó la puerta, la pateó, la zarandeó, pero, nada. Nada pasó, no podía salir. Aún con los puños sobre la madera, se deslizó hasta caer de rodillas y lloró con desesperación mientras rogaba al cielo que ella estuviera bien.

Good friendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora