Capítulo XIV
— ¿Por qué? — preguntó con un hilo de voz al cabo de unos segundos. Aquello había sido tan repentino que lo había dejado con la mente en blanco por un momento.
Natasha bajó la mirada y suspiró pesadamente, dándose valor. Debía mantener su decisión, pese a que le rompiera el corazón. Era lo mejor para Emily y debía ser firme si se trataba del bienestar de su hija. Ella era lo más importante en el mundo para Natasha, todo pasaba a un segundo plano... incluso lo que pudiera estar sintiendo en ese momento.
— Escucha, Steve... créeme cuando te digo que no es nada en tu contra. Tú has sido maravilloso con nosotras, pero...Emily está empecinada con la idea de que tú seas su padre y eso no está bien...— le explicó, con voz tensa. Él no dijo nada y ella siguió con su perorata— Em nunca tuvo una buena figura paterna. Matt era un hombre abusador que me golpeaba frente a ella, que me engañaba, que no nos daba dinero ni siquiera para comer, que me humilló incontables veces y, en cuanto me separé de él, nunca más quiso asumir su rol; no respondía económicamente por ella, ni la visitaba, ni acudía a sus recitales en la escuela. Pero, Emily creció viendo a los padres de sus amigas y ella siempre quiso tener eso...y siente que lo encontró en ti, Steve. Pero, cuando se dé cuenta de que las cosas no son así, cuando tú sigas con tu vida, cuando encuentres un trabajo y no tengas tiempo para ella, o cuando tengas una pareja y hagas un hogar para ti... Entonces ella va a sufrir y no quiero eso. No más. Ya ha pasado demasiado para ser una niña tan pequeña y es toda mi culpa... Yo no supe darle un padre y ella no tiene porqué pagar por mis malas decisiones.
Steve suspiró y negó suavemente, mirándola con una pequeña sonrisa en los labios. Escucharla hablar de su ex esposo le había ardido en las entrañas como un fuego. Esperaba que un día la vida le diera la oportunidad de tenerlo en frente y romperle la cara de un solo golpe. Lo dudaba, pero se valía soñar. Extendió una mano y tomó la suya con cuidado, acariciando su dorso con cariño.
— Te agradezco que seas sincera conmigo, Natasha. Pero, quiero pedirte que no me alejes de ustedes. Por favor, no me pidas que me aleje de Emily. Yo le prometí que estaría siempre cerca de ella y tengo toda la intención de cumplirla... tú no sabes lo que significó para mí que esa niñita encantadora llegara a mi vida— replicó y ella lo miró con curiosidad, animándolo a seguir— Tú y ella han hecho más por mí que muchas de las personas que yo consideraba mis amigos...tú y ella me devolvieron la vida. Literalmente.
— ¿Yo? — la pregunta salió de sus labios antes de que pudiera detenerla y él asintió, sonriente.
Se levantó del sofá y salió un momento del cuarto, regresando luego con una caja entre sus manos. La dejó en la mesita de café frente a ellos y luego la abrió, extrayendo una gruesa carpeta de manila que le extendió en silencio. Natasha frunció el ceño al reconocer el logo y el nombre del hospital en el que había trabajado antes de mudarse de regreso a Chicago. Dentro, estaba la historia médica del hombre, su ingreso al ala de cuidados intensivos y las planillas que registraban su evolución, firmadas por ella. El aliento se le atascó en el pecho y alzó de inmediato la mirada a él. Sabía que lo conocía, sabía que lo había visto antes y ahora todo estaba claro frente a sus ojos.
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Good friends
FanfictionBienaventurados los niños, porque de ellos, es el Reino de los Cielos.