🌈CHAPTER THREE

7.5K 1K 430
                                    

Estuve esperando unos treinta minutos hasta que al fin se digno a aparecer el oji-verde.

—Te perdiste ¿cierto? —cuestione con mi marada hacia el frente.

—Si... —respondio en un hilo de voz. Estaba agitado y su cabello levemente desordenado.

—Y ¿ahora que haremos? Genio.

—Todo menos entrara a clases.

—¿No te preocupa bajar tu promedio? —cuestiono burlona.

—No, ¿y a ti? —contraataco. Gire los ojos regresando mi vista al frente.

Todo se torno en un silencio. Para mi bastante incomodo, ninguno hablaba y parecia que el tampoco lo haría por lo que opte por iniciar una conversación.

—Esto es incomodo —solté.

—Lo es —metio ambas manos en sus bolsillos. Para después seguir hablando— ¿has andado en patineta?.

—Una vez —asentí— me lastime el pie —reí al recordar aquella ves.— ¿por que la pregunta?.

—Porque te enseñare.

Abrí los ojos, pero no me dejo responder. Tomo mi mano y ambos comenzamos a correr. Llegamos a una parte de la preparatoria que raramente yo no conocía.

Entro a aquel lugar y de ahí saco la patineta, la misma en la cual venia en la mañana.

—¿Dices que eres nuevo? —el asintió— Entonces... ¿como sabes de este lugar?.

—Trucos de uno.

Inconscientemente sonrei. Volvió a tomar mi mano y regresamos al campo.

—Bien, sube.

—¿Que? —ladee mi cabeza, para despues bajar mi mirada a la patineta, la cual ya se encontraba en el suelo— Si... Eso no pasara. —negue retrocediendo unos pasos.

—Claro que sucederá.

Tomo mi mano jalandome hacia la patineta. Desconfiada subi, sabia que en cualquier momento me caería. Me tambalee un poco, pero pude sostenerme.

Después de intento tras intento y caída tras caida. Me rendí.

—¡Esto es una mierda! —refunfuñe mientras me cruzaba de brazos. Odiaba cuando no podías hacer las cosas bien.

—No es una mierda —Aidan subio a su patineta y comenzó a andar en esta.

Rápidamente agarre nuestras mochilas y comencé a correr a un lado de el intentando llevar su ritmo.

—¿Que demonios haces? —grite mientras corria aun a su lado.

—Deja las mochilas —me ordeno sin dejar de andar.

Hizo caso omiso a sus palabras, tire las mochilas y rapidamente seguí su paso. ¿A donde es que iba?.

—Ven —me tendió una mano para que subiera con el.

—¿Que? —sin poder decir nada mas el me jalo hacia el, suebiendo en aquella patineta.

Ambos estabamos arriba de esa cosa, ¿era seguro?, ni idea.

—¿Esto es seguro? —cuestione, sintiendo el aire pegar en mi cara, seguro aquella imagen de mi luchando contra el viento era horrible.

—No lo creo.

—Este era el momento en donde tendrías que decir "supongo" —hice enfasis. Aquel solo me dio una mirada burlona.

Sentia que en cualquier momento terminariamos en el suelo. Pero me importo muy poco, pues despues de unos minutos todo lo que rondaba por mi cabeza se esfumo. Lo único a lo cual le prestaba atencion era a aquello ojos verdes que me veían a mi tambien.

Sonreímos mutuamente. Estábamos ahí, solo los dos, sin nada ni nadie, pero toda esa escena sacada de un libro romantico se fue a la mierda al percatarme que ninguno de los dos llevaba el control de la maldita patineta.

🌈𝑮𝑨𝑳𝑳𝑨𝑮𝑯𝑬𝑹 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora