🌈CHAPTER TWENTY SEVEN

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Estaba junto con Aidan en el hospital, hoy le daban de alta, el doctor explicaba cómo debía utilizar un pequeño aparato que media su pulso y muchas cosas más que yo no entendía.

―Y bien, eso sería todo ―termino por decir el doctor, los tres que estábamos en la habitación asentimos.

La madre de Aidan y el doctor salieron dejándonos solos.

― ¿Cómo te fue con tu madre? ―pregunto Aidan después de un corto silencio.

― ¿Te enteraste? ―el asintió― bueno… me dijo que íbamos a ir a España después de que te recuperes ―me acerque a él, estaba sentado sobre la camilla con su mochila a un lado. Iba a tomar la mochila cuando el me detuvo.

― ¿Y si no me recupero?

― ¿Qué? ―cuestione confundida.

―Si no me recupero… ¿Qué harás?

―Deja de decir estupideces ―murmure cansada, tome su mochila y camine a la puerta.

―No es una estupidez, es una reali…

―Basta, Gallagher. ―intervine― solo cállate y camina ―terminé por decir para después salir de ese lugar.

Se que debo ser realista, pero simplemente no quiero enfrentar la realidad, me asusta… demasiado. El doctor dijo que Aidan estará bien si sigue con el tratamiento, con los aparatos y las pastillas.

Llegue al auto en el cual estaba la madre de Aidan, ella nos llevaría y me quedaría la semana en casa de Aidan. Minutos después Aidan entro al auto, su humor últimamente no ha sido el mejor. Aidan iba en la parte trasera del auto y yo iba adelante junto con Lauren.

Al llegar a casa de Aidan, recalcando que todo el camino fue completo silencio, salimos del auto y entramos a aquella casa, la cual no conocía, era la primera vez que entraba. Baje mis maletas para descansar unos segundos.

―___, Aidan te llevara a tu nueva habitación, yo saldré por algunas cosas al supermercado ―informo buscando algo en su cartera, la madre de Aidan dejo un beso en la mejilla de ambos y salió de casa.

―Yo llevare tus maletas ―dijo tomando estas.

―Está bien ―respondí alzándome de hombros.

― ¿Es enserio? ―pregunto incrédulo.

― ¿Qué? Tú te ofreciste, ahora te aguantas ―camine hacia las escaleras subiendo por estas, escuche un bufido de parte de Aidan y como comenzaba a seguir mi paso. Al llegar a la planta de arriba comencé a observar mi alrededor ― ¿Cuál es la habitación, ojitos?

―Es la que está a tu lado izquierdo ―asentí y caminé hasta allá. Abrí la puerta y entre seguida de Aidan, dejo mis maletas cerca de la puerta.

―Mi habitación es…

―La que está enfrente, lo sé ―me gire a verlo, Aidan tenía una cara confusa― esta habitación tiene una ventana que da a la parte de enfrente de la casa, si me observabas desde tu habitación, por lógica tu habitación es la de enfrente ―explique con una sonrisa ladeada.

― ¿Vas a recordarme todo el tiempo que te observaba?  ―pregunto incrédulo acercándose a mí. Lo único que emití fue un “ujum”, un teléfono comenzó a sonar, toque mis bolsillos y me di cuenta que era el mío, vi a la pantalla y en esta se veía el nombre de Jerson, gire los ojos y conteste.

― ¿Qué quieres? ―pregunte cruzándome de brazos.

―Que genio ―oí que murmuro― a lo que iba… ábreme ―fruncí mi entrecejo y después de unos segundos comprendí, me asomé por la ventana y allí estaba Jerson.

― ¿Qué haces aquí? ―pregunte. Aidan al igual que yo se había asomado.

―Vine a visitaros, ahora ábreme ―colgué la llamada, le iba a decir que lo dejara afuera, pero cuando volteé el ya no estaba.

Gire los ojos y baje a las escaleras para encontrarme con Aidan y Jerson entrando a la casa. Una vez entraron Aidan hizo una seña indicándome que nos daría privacidad, algo que me desconcertó, pero lo ignore. 

―Primita ―extendió sus brazos y me abrazo.

―Hola Jerson ―salude separándome. ― ¿Qué haces aquí?

―Bueno… ―divago― tu padre me llamo y quiere que cuides a Aitana ―negué de inmediato.

―Claro que no, además, ¿Por qué no me hablo directamente a mí?

―No tiene tu número de teléfono ―murmuro, asentí incrédula.

―Pues dile que no, no estoy dispuesta a cuidar a Aitana y la próxima vez, llama… no solo vengas ―lo tomé del brazo y comencé a caminar con el hacia la salida.

―Si bueno, ese es el problema. ―pare en seco esperando a que explicara― Aitana esta allá afuera ―suspire cerrando los ojos.

―Es broma ¿cierto? ―el negó.

―Tiempo de hermanas ―dio pequeñas palmadas intentando aliviar el ambiente, algo que no hacía para nada.

―No es mi hermana ―murmure para después salir de la casa al auto de Jerson, abrí la puerta de atrás del auto sin ver adentro ― afuera ―ordene.

―Baja mis maletas, tengo sed y ya sabes… no tomo agua simple, la tomo con un poco de gas ―informo saliendo del auto.

―Ouh ¿Enserio? ―fingí tristeza― pues tendrás que tomar agua del grifo y agradece que te fue bien, porque si fuera por mi te daría del inodoro ―camine hacia la entrada de la casa en donde ya estaban Aidan y Jerson.

―Te lo dije ―dijo Jerson hacia Aidan― no se llevan para nada bien.

―Ósea que Aidan sabia ―dije incrédula.

―No, a mí no me metan en sus problemas ―se alzó de manos y entro a la casa.

―Jerson por favor, cuídala tu ―murmure en berrinche.

― ¿Yo? Ni creas que cuidare a ese demonio, la última vez compro un separador de mil dólares con mi tarjeta de crédito, se le olvida que no todos son millonarios ―se cruzó de brazos molesto― ¡MIL DOLARES EN UN ESTUPIDO SEPARADOR! ―grito eufórico.

―Por favor Jerson, Aitana hará algo estúpido como siempre. Además, ya es mayor de edad, no comprendo porque aún tiene niñeras.

―Porque esta tonta, y no puede pelar ni siquiera una banana ― ladee la cabeza dándole la razón.

― ¿Cuánto tiempo?

―Tres horas.

Bueno al menos serán menos que la ves anterior.

Aitana, Aitana O´Neill…

🌈𝑮𝑨𝑳𝑳𝑨𝑮𝑯𝑬𝑹 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora