🌈𝑮𝑨𝑳𝑳𝑨𝑮𝑯𝑬𝑹 [✔]

🌈CHAPTER TEN

Eran eso de las seis de la tarde, yo seguia haciendo el proyecto mientras que Aidan se habia quedado dormido en mi cama.

Me faltaba poco, era un proyecto de mil palabras y ya solo me faltaban cinco. Al terminar guarde mis cosas y las arregle para el día siguiente.

Me acerque a Aidan para despertarlo, lo moví un poco, pero no obtuve respuesta. Suspire y volví a moverlo y de nuevo nada.

Por tercera vez lo moví, pero tampoco, así que pense mejor y con todas las fuerzas que tenía moví la cama, como si de un temblor se tratara, algo que si hizo que se despertara.

Aidan se levanto de un salto y yo comencé a reír.

—Carajo, me mataras de un susto —puso su mano en su pecho mientras se volvia acostar en la cama, puso la otra mano libre en sus ojos tapando estos.

—Ya es tarde, — dije mientras me sentaba en la orilla de la cama— te diria que te quedes cenar, pero no tengo nada en casa —me tire para atrás tumbandome a un lado de él.

—Bueno... Podríamos pedir algo de comer —propuso.

—Si tu pagas —hable inocentemente.

—Bien, pagare yo —se levanto de la cama y comenzo a salir de la habitación.

Seguí su paso, bajamos las escaleras y llegamos a la sala donde estaba el teléfono de casa.

—¿Qué pedirás? —pegunte una ves me posicione a un lado de él.

—Pizza... —murmuro, pues el teléfono ya estaba marcando— vegana — agrego. En ese momento contestaron el teléfono.

Yo solo asentí y fui al sofá, nunca habia comido pizza vegana, realmente nunca se me a cruzado por la mente el ser vegana.

Aidan al terminar de hacer el pedido camino hacia mi y se sentó en el sofa a un lado de mi.

—¿En cuanto tiempo llega? —pregunte mientras giraba a verlo.

—Media hora es lo máximo —respondió echando su cabeza a en el respaldo del sofá.

Nos quedamos sin decir nada, ahora que lo pienso no he hablado con mi madre y tampoco me ha enviado algún mensaje.

Creo que mi cara ya reflejaba la preocupación y confusión.

—¿Todo bien? —pregunto Aidan.

—No... Mi madre no me ha mandado ningun mensaje, no la veo desde hace mas de un día. —respondí intentando pensar logicamente. Aunque bueno, pensar lógicamente no es lo mejor en mi. — la llamare.

Aidan asintió, me levante del sofa y subí las escaleras hacia mi habitación agarre mi telefono y comence a marcar el número.

1...

2...

3...

Al tercer toque mamá contesto, suspire aliviada y comencé a hablar.

—¿¡Se puede saber que sucede contigo!? —exclame — desapareciste y me asuste.

—Tranquila —habló mi madre del otro lado de la linea — te deje una nota ¿no la leíste?

—¿Nota?

—Si, estaba una nota y a la par había dinero... ¿o te deje la tarjeta de crédito? —se cuestionó así misma.

—Espera... ¿me dejaste dinero? —ahora cuestione yo, no era de esperarse, ambas somos demasiado despistadas — bueno eso no importa. ¿Donde estas?

—En la nota decía que salí por trabajo, no tan lejos... —murmuro lo ultimo

—Si, bueno... La ultima ves que dijiste eso fuiste a New York y me dejaste sola por un mes —respondí con cierta molestia.

—Fueron cuatro semanas.

—Eso, es una mes madre —solte una pequeña risa.

—Como sea, no te burles de tu madre —dijo en broma. Hubo un pequeño silencio hasta que ella volvió a hablar — ya me entere que hay un muchacho en la casa — agrego con un tono de picardia.

—¿Como sabes eso?

—Asi que es verdad... Me lo dijo la chismosa de la vecina, ¿sabes como consiguió mi número? —yo negué con la cebeza.

Estupida no te puede ver, solo escuchar.

Me golpee mentalmente, pues... Mi conciencia tenia razón.

—No, no lo se —respondí al fin. — ¿cuando regresas?

—En tres días, y porfavor ____ no quiero ser abuela tan joven.

—Mamá por dios, no que asco —reproche girando los ojos. Realmente mi madre intentaba estar al tanto de mi vida sexual, pero algo que a mi no me interesaba — ¿sabes? Mejor has lo que estes haciendo no quiero seguir esculcando en tus perturbadores pensamientos —mamá soltó una pequeña risita.

—Esta bien, cariño, te hablo después, estoy algo ocupada y recuerda hay c...

—Bye —dije para luego colgar.