🌈𝑮𝑨𝑳𝑳𝑨𝑮𝑯𝑬𝑹 [✔]

🌈CHAPTER EIGHT

Llegamos a la tienda, por la hora estaba vacía. Ambos entramos y comenzamos a caminar por los pasillos.

—¿De que color? —pregunto Aidan comenzando a ver opciones.

—Em... No lo se, ¿negro? ¿azul?. El que quieras.

Seguimos viendo opciones hasta encontrar el "indicado" o mas bien un color que a ambos nos gustara. Caminamos a la caja, sabia que seria un problema, eso es obvio ¿que hacian dos chicos de 17 años afuera a esta horas?. Raro... ¿cierto?

El señor de la caja se nos quedo viendo, a mi parecer bastanto extraño y no lo digo de extraño acosador o algo así.

—Llevaremos esto —puse dos latas de aerosol en pintura sobre el mostrador. Arrigue mis labios y comence a buscar el dinero. Aquel hombre suspiro dando a entender que se estaba guardando en decir algo. Saque por completo el dinero y lo puse sobre el mostrador— ¿Algo que quieras decir?.

—Deberian estar en la escuela —soltó al fin. Gire los ojos. Estaba diciendo algo mas que obvio.

—Lo sabemos. —respondimos en unisono. Tome las dos latas de pintura y comenzamos a salir del local.

Caminamos hasta encontrar una zona solitaria y con una pared blanca. Dejamos ambos nuestros morrales sobre la acera.

Le di una de las dos latas, realmente me comenzaba a arrepentir digo... Esto es un ¿delito?. Comenzamos a agitar las latas.

—¿Estas segura? —asentí.

—¿Y tu? —pregunte vuelta a lo que el asintió.

Quitamos la tapa y era hora de comenzar a pintar.

—¿Que es lo que harás? —cuestione volteandolo a ver. A decir verdad parecíamos tan tranquilos que ni si quiera por nuestra mente pasaba que esto es ilegal.

—Ya lo veras.

Comenzó a pintar en aquella pared blanca. Al principio no entendí que era, salí de mis pesamientos y yo tambien comence a pintar, yo pintaba cosas sin sentido mientras Aidan pintaba algo que aun no estaba del todo terminado, pero lograba entender.

—¿Un arco iris? —cuestione. Realmente se veía hermosa aquel arco irirs. El solo asintió aún concentrado en aquel dibujo.

El seguia pintando y yo viendo sus movimientos. Comenzó a escribir una frase, comencé a leerla pero los gritos de alguien me sacaron de aquel transe.

A mis espaldas habían dos oficiales. Abrí los ojos a mas no poder, ambos agarramos nuestros morrales rapidamente y comenzamos a correr. Aidan tomo mi mano, esto le causaba gracia, pues mientras corriamos reia por lo bajo.

Yo moría de miedo. Pero conforme corriamos yo tambien reía, la risa de Aidan demasiado contagiosa.

No se cuanto fue que corrimos, pero yo ya no podía mas y Aidan ni hablar. Sentía que en cualquier momento Aidan se desmayaria.

—¿Estas bien? —pregunte intentando regularizar mi respiración.

—Si... —respondió en un hilo de voz, intento regularizar su respiración algo que pareció inútil.

—¿Seguro? —Aidan carraspeo su garganta y se enderezó.

—Seguro —afirmo. Asentí y comenzamos a caminar.

Apenas había pasado un hora, faltaba una mas para que la escuela terminara.

—¿Ahora a donde?.

—Supongo que tus padres están en tu casa ¿cierto? —el asintió— entonces iremos a la mia.