🌈𝑮𝑨𝑳𝑳𝑨𝑮𝑯𝑬𝑹 [✔]

🌈CHAPTER THIRTY

Caminaba hacia el instituto, no tenía los mejores ánimos, era aburrido regresar, pero si quería graduarme debía ir, entre por la gran puerta principal y todas las miradas fueron hacia mí. Olvidaba ese pequeño detalle, todos me conocen por ser la niña que escapo de casa.

Sin importar tanto las miradas, aunque me hacían sentir incomoda, seguí caminando. En medio del transcurso el director salió de su oficina, con una cara de pocos amigos, con su dedo índice me señalo y señalo su oficina, de mala gana camine a su oficina, aquel viejo entrando detrás de mí. 

―Señorita O´Neill ―hablo dando la vuelta para sentarse frente a mí. ― no solo descuido sus materias, si no también, desprestigio a esta institución ―encargue una ceja irónica.

―Si habla sobre que se acerca de sus fraudes no se preocupe, soy una tumba ―respondí burlona con una sonrisa. El director suspiro frustrado y habló.

―Si no pasa las materias, lo cual es lo que hará, repetirá año ―veía como en su rostro había una mirada de suficiencia. Soy una O´Neill, no me dejo humillar por nadie.

―Si… no creo que eso sea cierto ―la mirada del director se tornó confundida― esta última etapa la descuide, pero las primeras tres, no. Así que según el promedio que tenía hace unos meses era de ochenta y ocho, y con mis ultimas notas talvez me suba a un noventa, y a pesar de que me vea como una irresponsable, soy la primera de la clase, porque sus alumnos de quinto no llegan ni a un treinta ―escupí. Me levante del asiento ― buen día ―mamure para después salir de la oficina.

Al cerrar la puerta saque todo el aire que retenía en mis pulmones, nunca me había enfrentado a alguien sin llorar.

Camine por el pasillo hasta llegar al salón, me tocaba clase con Jerson, así que comenzamos mal el día.

Me senté en el último lugar, casi todos ya estaban dentro del salón. Jerson llego aparentando ser un hombre serio y heterosexual, dejo sus cosas sobre su escritorio y dejo su saco.

―Buenos días alumnos ―saludo a todos, a lo que respondimos con un “Buenos días” ―antes de comenzar quería darles un aviso. Como sabrán, estamos a dos semanas de terminar último año ―los abucheos y celebraciones se hicieron presentes por el salón ― Silencio. El baile de graduación será en dos meses y será patrocinado por el padre de ____ O´Neill ―abrí los ojos a mas no poder. Jerson me señalo y todas las miradas fueron hacia mí. Comenzaron a celebrar y chiflar como si fuera lo mejor. ― La ceremonia de graduación será a las cinco de la tarde y la fiesta a las siete, mañana vendrán a tomar la última foto para el anuario y deben venir presentables, por favor. ―termino por decir.

El baile de graduación no es echa por el instituto, cada año un padre o encargado se ocupa de hacer dicha fiesta y por lo que veo este año se ofreció mi padre.

Al terminar las clases camine a la salida donde ni siquiera sabía quién vendría a traerme o como iría a casa. Al estar afuera vi hacia todos lados, pero no estaba el auto de mi madre, pero… si, un auto que reconocía a la perfección.

De este salió nada más, ni nada menos que Gallagher, con una sonrisa me acerque a él.

― ¿Qué haces aquí y por qué no estas reposando como lo pidió el doctor? ―pregunte una vez estaba cerca de él.

―Agradece que vine a traerte aguafiestas ―giré los ojos quitando la mochila que estaba en mis hombros. Ambos entramos al auto como siempre, yo de copiloto y Aidan de piloto.

Arranco el auto y comenzó a manejar hacia mi casa, todo el camino fue completo silencio, el ambiente estaba algo tenso y realmente no sé por qué.
Al llegar a casa, la cual no era tan lejos, estaciono el auto frente a casa haciendo que soltara un suspiro.

―Quiero decirte algo ―hablo de repente volteando a verme.

― ¿Qué sucede? ―pregunte volteando mi cuerpo para poder verlo.

―Mañana por la noche pasare por ti ―murmuro, fruncí el entrecejo sin comprender.

― ¿Vamos a escapar de nuevo? ―pregunte burlona haciendo que Aidan soltara una pequeña risita.

―No, no vamos a escapar, eso será más adelante… ―murmuro y ahora fui yo quien soltó una pequeña risita ― iremos a cenar.

― ¿Tengo que ir formal? ―cuestione.

―Es una cena formal, entonces… ―ladeo la cabeza y yo comprendí.

―Ya entendí, debo ir formal ―complete. Tome mis cosas y a nada de salir del auto Aidan tomo mi mano deteniéndome.

Me acerco a él estampando sus labios como los míos. Aun no me acostumbraba a esto y realmente no sabía en qué momento debía besarlo. Al separarnos Gallagher se despidió con un “nos vemos mañana”.

Después de eso solo recuerdo como Sali del auto casi corriendo hacia mi casa, al entrar y cerrar la puerta me recargue en esta soltando nerviosamente todo el aire retenido.

Escuche pasos por la cocina, camine hacia ese lugar encontrándome con mi madre terminando de hacer el almuerzo o más bien terminando de desempacar el almuerzo.

―Hola, mamá ―salude acercándome a mi madre.

―Hola ____ ―saludo ― aquí esta tu comida, no poder comer contigo, tengo una reunión en cinco minutos así que estaré ocupada. Estaré en mi oficina y por favor no vayas a buscarme hasta que yo salga ―asentí sin reprochar ni nada, mamá dejo un beso en mi frente y subió las escaleras hacia su oficina.

Me senté en el comedor viendo la comida, una hamburguesa, papas fritas y un refresco. Saqué mi celular y comencé a comer mientras leía un poco. Al terminar levante todo, conecte mis audífonos y comenzó a sonar la melodía de flower, subí a mi habitación y camine a mi armario para poder buscar un lindo vestido, tenía pocos y los usaba usualmente, pero el que más llamo mi atención fue el vestido azul largo con un poco de escote que utilizaría en la fiesta de graduación. Aunque al saber que mi padre será quien hará esa fiesta mis ganas de ir se fueron abajo.

Tome el vestido en mis manos, este seria perfecto para mañana. Lo deje sobre una silla extendido para que no se arrugara.

Me acerqué a mi ventana y me senté en la pequeña pestaña que salía de esta. Mis días habían vuelto como antes, estar sola todo el tiempo.

Pasaron las horas y yo seguía en mi habitación, sola, aunque ahora acostada viendo hacia el techo con mis audífonos aun puestos, pues mi celular se había quedado sin carga.

Sin darme cuenta mis ojos comenzaban a pesar, así cayendo en un profundo sueño, que al despertar sería una horrible pesadilla.