🌈CHAPTER NINETEEN

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Una pequeña piedra cayó cerca de mi ventana haciendo ruido, me levante rápidamente, agarre mi maleta y camine hacia la ventana, en el jardín estaba Aidan.

―La maleta ―murmure, el hizo una seña para que la lanzara, ladee mi cabeza indecisa, suspire y lance la maleta. Al casi llegar al piso él la tomo.

―No saltaras de ahí ¿o sí? ―pregunto, no era la primera vez que salía por la ventana.

―Si lo hare ―afirme, antes que el dijera palabra alguna salí por la ventana, claramente no salte, la casa no era tan alta, así que pude bajar con facilidad.

―Pudiste romperte un hueso ―regaño siguiendo mi paso.

―Pero no sucedió ―respondí agarrando mi maleta.

Aidan abrió la parte de atrás del auto, metí la maleta y después ambos entramos en él.

― ¿Cómo conseguiste el auto? ―pregunte cerrando la puerta. Aidan ladeo la cabeza comenzando a encender el auto.

―Larga historia ―al terminar de decir aquella frase el auto comenzó a avanzar.

― ¿Iremos a algún lugar en específico o solo… estaremos dando vueltas? ―pregunte.

― ¿Has ido a Malibú? ―negué ― entonces esa será nuestra primera parada.

De reojo ambos nos vimos, sonreímos mutuamente y seguimos nuestro paso a Malibú. Mis ojos comenzaron a pesar, tenía sueño, pero no podía dejar solo a Aidan.

―Si quieres dormir duerme, es una hora de camino. ―iba a hablar y negarme a aquello ― sin reproches, duerme… si sucede algo te despertare ― asentí comenzando a cerrar mis ojos.

Comenzaba a despertar, al ver a mi alrededor el auto comenzaba a parar, aun parecía ser de noche. Gire a mi lado derecho y ahí estaba Aidan.

― ¿Qué hora es? ―pregunte acomodándome en mi asiento.

― Once, casi doce ―asentí, giré a mi lado derecho exactamente al lado de la ventanilla.

― ¿Quieres ir? ―asentí emocionada, Aidan soltó una pequeña risita y bajo del auto, mientras tanto yo quitaba el cinturón de seguridad. Aidan llego al lado del copiloto y abrió la puerta para que pudiera bajar.

Una vez baje Aidan tomo mi mano y comenzamos a caminar, no sin antes poner llave al auto. Al llegar al otro lado de la calle y entrar en contacto con la arena, quitamos nuestros zapatos y comenzamos a caminar hasta llegar a la orilla del mar.

Bueno… un poco alejados de las olas.
Nos sentamos a ver la vista, aunque no es que se viera mucho ya que eran las doce de la madrugada. Después de unos minutos ahí el frio comenzó a invadir mi débil cuerpo, de nuevo giré mi vista a Aidan y vi que traía una chaqueta.

―Tengo frio ―Aidan giro su vista encontrándose con las mía. Lo pensó por unos segundos y después reacciono.

―No creas que te daré mi chaqueta, yo también tengo frio ―abrí mi boca indignada colocando mi mano derecha sobre mi pecho.

―Bien, pero al menos abrázame ―giro los ojos y extendió ambos brazos esperando a que lo abrazara lo cual hice. 

―No es mi culpa que no traigas algo que cubra más ―regaño, me levante un poco para poder encararlo.

― ¿Enserio vas a regañarme ahora?

―Está bien, ya ―con una mano volvió a poner mi cabeza sobre su pecho, el silencio invadió de nuevo el gran lugar hasta que Gallagher abrió la boca ― igual es tu culpa ―murmuro, iba a levantarme para encararlo, pero él lo impidió.

Gire los ojos y me acomode mejor. Después de charlas y risas el sol comenzó a salir, cuando este salió completamente ambos caminamos hacia el auto, antes de entrar hable.

― ¿Ahora a donde iremos? ―pregunte. Aidan saco las llaves de su bolsillo y me hizo una seña para que entrara.

Una vez entre el hablo.

―Ni siquiera lo sé, pero deberíamos ir por comida, muero de hambre ―asentí abrochando el cinturón de seguridad.

El auto avanzo hasta encontrar un lugar de comida, después de pedir y comer en el auto, seguimos nuestro camino a… realmente no lo sé, íbamos sin rumbo alguno, en medio camino pendí la radio buscando alguna canción que matara el aburrimiento.

― ¿Crees que nos pueden rastrear gracias a la radio? ―pregunto Aidan a lo que yo me alcé de hombros, aunque después empecé a razonar.

―No creo… ¿o sí? ― ambos nos vimos mutuamente y de inmediato apague la radio. Me senté de nuevo en mi lugar y mi vista se fijó al frente ― no trajiste tu teléfono ¿cierto?

― ¿Me crees tan tonto? ―pregunto incrédulo.

―Si ―afirme sin rodeos, Aidan abrió su boca indignado. ― es broma. A todo esto, ¿ahora a donde iremos? Me aburro.

―Debemos encontrar hospedaje, pero no aquí. Salimos y probablemente nos habrán visto y si ponen algún tipo de anuncio sabrán quienes somos ―explico a lo que asentí.

― ¿Y si vamos a las Vegas? Siempre he querido ir a las Vegas.

―Estamos a cinco horas de las vegas, es muy lejos ―refunfuñe cruzándome de brazos.

―Por favor ―murmure girando mi cuerpo para verlo, el negó y no me quedo más que hacer una cara tierna, con la cual siempre consigo lo que quiero.

―No hagas esa cara, no me convencerás. ―sentencio.

― ¿Cuánta falta para llegar? ―pregunte por sexta vez. Aidan giro los ojos.

―Ya lo dije, dos horas ―llevábamos tres horas en carretera, hacia las Vegas. Sonreí satisfecha y bajé la ventanilla para que el aire hiciera contacto con mi cara. Recosté mi cabeza en el asiento sintiendo el aire.

―Estoy aburrida ―volví a hablar. Aidan de nuevo giro los ojos ― se te trabaran los ojos ―murmure burlona, soltó una pequeña risita viéndome de reojo.

― ¿Podrías alcanzar mis pastillas? ―pregunto a lo que yo asentí. ― están en la parte de atrás, en la maleta negra, del lado derecho ―me estiré un poco para llegar a la maleta y sacar unas pastillas, el frasco no tenía el nombre de las pastillas, por lo que no pude distinguir que tipo de pastillas toma, le di las pastillas y las recibió. ― gracias.

Saco una de las pastillas y la tomo en seco. Suspire y vire mi vista hacia la ventanilla.

― ¿Crees que nos estén buscando? ―pregunte.

―Es lo más probable ― ladeo la cabeza ― ¿tú crees que tu madre te esté buscando?

―Debíamos ir a la escuela así que los más probable es que si ―también ladee mi cabeza.

🌈𝑮𝑨𝑳𝑳𝑨𝑮𝑯𝑬𝑹 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora