🌈CHAPTER TWENTY ONE

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La puerta fue tocada de nuevo, nos vimos mutuamente, trague en seco y me acerque a la puerta, abrí lentamente esta y cuando la abrí por completo solo era un chico con nuestras maletas. Solté todo el aire que tenia retenido, abrí un poco más la puerta para que entrara y dejara las maletas. Al dejarlas le di una propina y se fue.

Tome mi maleta y la cargue hasta la cama, íbamos a quedarnos por una semana así que sería mejor desempacar ya, aunque a mí no me guste ordenar quiero evitarme una conversación incomoda con Aidan.

Fue mi primer beso, no sé qué hacer en este caso, y en las historias después del primero beso se saltan a una escena en donde ambos están diciéndose cursilerías, así que no sé muy bien que se hace para llegar a ese punto.

― ¿De nuevo no tienes nada que decir? ―pregunto divertido acostándose en la cama, a un lado de donde yo sacaba mi ropa.

― ¿Qué quieres que diga? ―pregunte centrando mi atención en la ropa.
―No lo sé… tal vez una “eres la mejor persona a la que he besado” ―hizo énfasis.

―No he besado a nadie más, así que no podría decir que eres el mejor besando, si quieres me doy unos cuantos besos con el chico que vino a dejar las maletas y después digo lo que pienso ―solté la ropa para “ir”, entre comillas porque es obvio que no ir, en busca de aquel chico.

Aidan inmediatamente me tomo de la mano levantándose de la cama.

―Es una broma ¿cierto? ―pregunto con el entrecejo fruncido.

―Obviamente ―gire los ojos y me solté de su agarre para volver a la cama y seguir ordenando ― me indigna que hayas creído que iba a besarme con el chico que trajo las maletas ―dramatice― de igual forma no tengo nada que decir ―agregue caminando con un poco de ropa al gran armario que se encontraba en la habitación.

Las horas pasaban y ninguno de los dos volvió a tocar el tema del beso, Aidan veía la televisión en lo que yo intentaba no aburrirme. Todo lo que leo es en digital y al dejar mi teléfono en casa para que no pudieran rastrearme o más bien, rastrearnos. Hace que esto sea más aburrido.

Me pare de mi asiento y con la mirada comencé a buscar la tarjeta de crédito.

― ¿Qué es lo que buscas? ―pregunto Aidan sin despegar la vista del televisor.

―Busco la tarjeta de crédito ― murmure comenzando a levantar algunas cosas del lugar para encontrarla.

―Está en la barra ―informo, camine hasta allá y si, ahí estaba. Busque una pequeña mochila y camine hacia la salida. ― ¿A dónde vas?

―Iré a comprar un teléfono, no voy a soportar aquí sin leer, aunque sea un libro ―dramatice volviendo a mi camino.

― ¿No sería mejor comprar el libro y ya? ―ladee mi cabeza y negué. ― entonces mejor ve a la piscina y en la noche iremos a comprar el teléfono, no podemos separarnos demasiado, no tenemos como comunicarnos.

―No me gusta estar sola en un lugar lleno de personas ―metí mis manos en los bolsillos traseros de mi pantalón, inflando mis mejillas.

―Ibas a ir a un centro comercial ¿no es lo mismo?

―No lo entenderías ―me acerque a él sentándome en el sofá, a un lado. Me recosté en su brazo e igual que el primer día que paso a mi casa, levanto el brazo para que yo pudiera acomodarme mejor.

―Hay algo que no me quieres decir ―murmuro, levante mi mirada encontrándome con la de él, y dejo un pequeño beso en la punta de mi nariz, por inercia cerré los ojos y me acomode mejor. Al pasar de los minutos caí en un profundo sueño.

Pase mi mano por mi cara, me estire un poco y comencé a estirarme, mientras me levantaba bostece. Vi hacia toda la habitación y no veía a Gallagher por ningún lado. Fruncí el entrecejo y me acomodé en una posición más cómoda, la puerta del baño comenzó a abrirse y de ahí salió Aidan, con una bata y el cabello mojado.

―Pensé que seguirías durmiendo.

―Y pensaste bien ―me tire de nuevo a la cama cerrando los ojos, escuche una risita de parte de Aidan. Abrí un ojo a medias para poder ver a Aidan, quien aún se decidía que ponerse ― ¿Tu no dormirás?

―Si lo hare, pero en unas horas, al igual que tú. Así que levántate, báñate y después comes ―refunfuñe poniendo toda la cobija sobre mi ocultándome.

―Quiero dormir ―me queje.

―Bien hazlo, iré yo solo al centro comercial ―al oír aquello me levanté como rayo y corrí al baño encerrándome en este.

Después de una larga ducha salí del baño con una bata en busca de mi ropa. Me adentré al gran armario y comencé a buscar algo cómodo y fresco, nada fuera de lo común, un short negro con una blusa grande negra.

Sali del armario secando mi cabello, afuera, en el balcón estaba Gallagher, tomando de nuevo aquellas pastillas. Me puse los tenis y medio cepillé mi cabello.

Camine al balcón para quedar a un lado de él, eran eso de las cinco de la tarde, se notaba por la posición del sol. Aidan giro su vista hacia mí y yo hacia él.

―No hemos terminado de hablar… ―murmuro. Gire los ojos con una sonrisa.

―Ya te dije que no hay nada de qué hablar ―gire mi cuerpo por completo para encararlo, el ladee su cabeza.

―Como tú digas ―murmuro viendo de nuevo hacia al frente.

Todo se quedó en un silencio, no incomodo, solo un silencio. Suspire y me digne hablar.

―Bien… ―ladee mi cabeza ―no tengo idea de lo que se dice en estos casos ―él se giró a verme con una sonrisa, ambos quedamos frente a frente. Por inercia ambos nos acercamos, pero a una distancia considerable.

―Yo te di una opción del que decir ―alzo ambos haciendo un pequeño puchero fingido. Alce las cejas irónica y hable.

―Y yo ya te respondí ―me tomo por la cintura y me acerco más a él.

―Y tu respuesta no me agrado del todo ―aplano sus labios entrecerrando los ojos, reí por lo bajo y puse una de mis manos acariciando su mejilla.

Bajo su mirada a mis labios, indeciso de besarme, a decir verdad, yo tomaría la iniciativa, pero soy muy estúpida para esto.

―Bésame ya o me iré y arruinare tu momento romántico ―advertí intentando no reír. Aidan rio y se acercó para capturar mis labios. Aquel beso era lento y tierno, todo como en un… cuento de princesas.

Al separarnos unimos nuestras frentes, ambos con los ojos cerrados o es lo que pienso, ya que mis ojos si están cerrados. Escuchaban y sentía como nuestras respiraciones chocaban. Sentí como puso un mechón de cabello detrás de mi oreja y su penetrante mirada en mí.
Abrí los ojos lentamente ahora comenzando a ver aquellos ojos verdes.

🌈𝑮𝑨𝑳𝑳𝑨𝑮𝑯𝑬𝑹 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora