uno.

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Desperté con dificultad, pase mis manos por mis ojos y comencé a recordar lo que había pasado hace algunos minutos

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Desperté con dificultad, pase mis manos por mis ojos y comencé a recordar lo que había pasado hace algunos minutos. El gobernador había llegado con un tanque y unas 30 personas más a quitarnos a prison.

Comencé a sentarme, estaba en el puente que conectaba dos sectores de la prison, el cual ahora ya no conecta nada, está destruido, mire al otro lado y estaba Glenn espero que desmayado y no muerto. a punto de caer de una altura como de 5 metros, pero abajo estaba lleno de caminantes.

—¡Glenn!— grité asustada, —¡¿Glenn, estás vivo?!

Comenzó a moverse lentamente, cuando ya pudo reaccionar mejor agarró el arma que tenía y se puso de pie con un notable rostro de confusión, —¿que pasó?

—ganamos, pero no del todo— apunte a nuestros alrededor.

—¿Maggie, donde está Maggie?— preguntó preocupado. Si Glenn, estoy bien.

Me limito a alzar mis hombros, —cuidado, voy a saltar.

—Liv, son como dos metros, si caes te comerán— apuntó a los caminantes.

—¿debería agradecer ese apoyo?— le hice un gesto para que retrocediera y el obedeció sin decir nada.

Me hice para atrás, tenía unos metros para tomar carrera, di tres pasos bastante largos y salte, llegue a la otra plataforma sin problemas pero perdí el equilibrio, antes de que me caiga Glenn me agarró y me tiro hacia el, ambos caímos al suelo y nos quedamos de espaldas, yo tome asiento y vi la silla de mi hermana llena de sangre.

Lleve mis manos a mi rostro y comencé a llorar, Glenn me abrazo unos segundos después, —tal vez, se la llevaron— el acarició mi espalda.

—¿y si no?— limpié mis lagrimas.

—lo hicieron, ella esta bien, lo prometo— lo abracé.

Nos pusimos de pie, el agarró su fusil y yo el mío, entramos a la prison con mucho cuidado, Glenn agarro una lampara de las típicas que salen en las películas de terror y comenzamos a avanzar, llegamos hasta una armería, tomamos dos mochilas y metimos las armas y municiones.

—¿crees que los otros lograron escapar?— murmuró poniéndose la mochila.

—si, estoy segura, pero...— me interrumpió un grito, con Glenn nos miramos y corrimos hacia fuera.

Al salir de los pasillos de la cárcel, nos encontramos con una chica que estaba junto al gobernador hace algunas horas. Me acerqué a ella y le apunté con mi arma, y Glenn le quitó su pistola.

✓ | BRUTAL, rosita espinosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora