diez | the dog.

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Mientras Liv estaba sentada en el sofá junto a Carl hablando sobre lo que la chica sentía o volvió a sentir por su ex novia, Bruno, quien se encontraba en el segundo piso, más exactos en la habitación de liv, la cual se había convertido en la suya...

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Mientras Liv estaba sentada en el sofá junto a Carl hablando sobre lo que la chica sentía o volvió a sentir por su ex novia, Bruno, quien se encontraba en el segundo piso, más exactos en la habitación de liv, la cual se había convertido en la suya también, recordó que en la cabaña donde estaba durmiendo esos días olvidó algo, y algo muy importante.

Salto de la cama para luego apresurarse a bajar hacia el primer piso, casi llegando abajo hizo una torpe maniobra la cual falló y cayó al suelo de la casa, Carl y Liv se miraron asustados y corrieron a la escalera, ahí vieron al niño en el suelo pero se puso de pie rápidamente.

Al hacerlo, sacudió su ropa, ropa que había conseguido Liv con ayuda de Carl para el pequeño.

—¿Te lastimaste?— preguntó el chico con el gorro de sherif.

—No, pero me duele la nariz, aterrice con la cara.— Bruno acaricio su nariz.

—¿Por que venias corriendo?

—No venia corriendo.— la mayor le hizo un gesto lo cual bastó para que dijera la verdad.—Ok si, lo hice pero es una emergencia.

—¿Pasó algo malo?

—No, pero en la cabaña donde me quedé por unos días, olvidé algo, algún súper importante.— le respondió a los hermanos haciendo movimientos con sus manos causando mas suspenso.

—¿No hablas de un peluche, verdad?— Carl cruzó sus brazos y recibió un codazo de su hermana.

—No, hablo de mi... perro.

—¿Tienes un perro?

—Si es que aún está vivo.— susurro Carl y Liv le dio un golpe en la nuca.

—Es suficiente, Carl.— el nombrado acarició la zona del golpe.—¿Recuerdas donde queda la cabaña?

—Si.

—Ok, me lo dirás, yo iré.

—Yo quiero ir también.— reprochó el menor.

Liv hizo un ruido con su garganta.—No, iré con Carl y traeremos al perro.

—¿Por que me metes a mi?— Carl movió sus brazos.

—El perro los morderá, si no me ve a mi, saldrá corriendo.— Liv lo miro por unos segundos.

—Está bien, pero ni creas que te daré un arma.— el pequeño celebró y tocaron la puerta.

—¡Yo voy!— el pequeño corrió hacia la puerta, al abrirla se encontró con una figura femenina.

Rosita, quien estaba del otro lado de la puerta, al ver al pequeño quedó sorprendida, ¿de donde había salido? ¿Quien era y por que esta en la casa de Liv?

—Hola, me llamó Bruno.— Bruno fue amable.

—Hola, niño, soy Rosita. ¿Está Liv?

—Si, espera.— Bruno corrió hacia la cocina.—Liv, te buscan.

✓ | BRUTAL, rosita espinosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora