✓ | BRUTAL, rosita espinosa.

siete | new group.

olivia | out of alexandria.

Estamos llegando a una especie de patio, con muchos camiones y autos al rededor, buscamos a Gabriel quien supuestamente se robo un auto y cosas de la despensa.

Comenzó a salir mucha gente entre los autos, con armas, bates, cuchillos, nos acorralaron en un círculo mientras nos apuntaban.

Nos llevaron a una especie de basurero, muchas cosas habían al rededor, chatarra más que nada, latas oxidadas y más. De pronto todos de pusieron en dos círculos.

—¿Son un grupo o hay un líder?— preguntó una mujer de cabello corto y otra empujó a papá hacia delante.

—Hola, soy Rick.

—Tenemos sus vidas, ¿quieren comprarlas? ¿Tienen algo?

—Creo que ustedes tienen a uno nuestro, Gabriel, primero quiero verlo, después hablamos.

Ella hizo una seña con su cabeza y dos personas se fueron, luego volvieron con Gabriel.

Papá comenzó a hablar con ella para hacer un trato pero ella no quiso, hizo algo con su dedo y algunos se nos abalanzaron a golpearnos, como siempre y no se porque, fui la más perjudicada, entre tres mujeres me comenzaron a golpear, yo no me dejé y también las golpeé pero no tanto como ellas a mi.

Papá gritó que pararan y Gabriel amenazo con matar a una chica y comenzó a decir cosas de los salvadores, la mujer volvió a hacer algo con su mano y todos bajaron sus armas. Gabriel comenzó a hablar con ella.

Rosita se acercó a mi y se agachó a mi altura ya que estoy en el suelo.—¿Me oyes?

—Si.— dije pasando mi mano por mi mejilla.

—¿Por que siempre te golpean más a ti?— me ayudó a ponerme de pie.

—No se y ya no me está gustando que sea así.— me sacudí la ropa.

Cuando nos dimos cuenta, papá estaba en otro lugar, Michonne corrió a una de las esquinas y miró por uno de los agujeros al otro lado, yo hice lo mismo pero en otro agujero junto a Rosita.

Habían mucho caminantes y uno de ellos estaba con metal en el cuerpo y púas saliendo de este, papá lo intento detener pero no pudo y una de las púas le atravesó la mano y luego le rompió la pierna.

—¡Las paredes, úsalas!— el le hizo caso a Michonne y comenzó a botar la basura de las paredes y logró matar al caminante.

[...]

Nos llevaron hasta afuera del "refugio" y a lo lejos papá caminaba hacia nosotros mientras arrastraba una de sus piernas, la cortada para ser más específica.

—Tenemos un trato.— dijo feliz.

Todos sonreímos y el me abrazó, luego a Michonne.

[...]

—¿Como te fue anoche?— preguntó papá con una sonrisa burlona.—La vi entrar a tu cuarto y luego salió en la mañana.

—Si crees que hicimos algo, piensas mal, solo hablamos y dormimos, nada más.— el alzo una ceja.—En serio.

—Si, creeré eso.— se fue con Gabriel.

Caminé hacia Rosita, Aarón y Tara.

—No hay que volver a Alexandria, hay que quedarse y buscar las armas para el trato.— fruncí el ceño al oír eso.

—Rick está herido, Aaron también.— respondió Tara.

—Me da más miedo pensar que dirá Erick al verme con la cara así, otra vez.— dijo Aaron.

—En casa necesitan comida, Rick quiere buscar provisiones y reagruparnos y eso es lo que haremos.— volvió a decir Tara.

—No vamos a separarnos, fin de la discusión.— interrumpí su pequeña pelea y Rosita me miró.

—¿Cual es su problema?

—No hay que buscar pelea, Rosita. No hay que luchar.

—Siempre es una lucha, Tara. No dejaré que nadie se nos interponga o nos frene. Si tenemos que robarle a los que nos roban, o robarles a otras personas, no me importa, lo haremos, madura.— ella se fue. Suspire y la seguí.

—Eso no fue muy amable.— Lena me miró y rodó los ojos.—¿Que?

—¿Que de que?

—Haces esa cara cuando algo te molesta o cuando sabes algo, ¿que pasó?

—¿Con quien estuviste anoche?

—¿Como sabes eso?

—Rick lo dijo hace rato.— se cruzó de brazos.—¿Con quien estuviste, amiga?

—Espera, eso sonó demasiado hetero.— ella sonrió.—Alex fue anoche, hablamos, nada mas.— mire hacia otro lado mientras hablaba.

—Siempre haces eso cuando mientes. No hablaron solamente.

—Nos besamos, pero fue todo.— esta vez la mire a los ojos. Pude ver como se apagaba su mirada y dejó de mirarme.—¿Rosita?

—¿Si?

—¿Estamos bien, verdad?— ella asintió.—¿Segura?

—Si, segura.— sonrió y subimos al auto.

Creo que no estuvo muy bien contarle eso a Rosita. Se que ya no tendría que complicarme por eso pero se que a ella no le agradó mucho eso, ademan, se puso triste.

Ya cuando habíamos avanzado en el auto, ella tomó un trapo de la mochila de Gabriel y le tiró un poco de agua.—Ven, Liv.— la mire.—Para limpiarte un poco.

Asentí y comenzó a pasarme el trapo suavemente por mi rostro. Luego de un rato dijo que ya estaba lindo, así que abrí mis ojos lentamente y la vi cerca, demasiado en realidad, su mirada bajó a mis labios, pero me aparté en seguida.

—Gracias por limpiarme.— dije mirando al frente.

Ahora si, buenas noches gente