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La verdad, no hablamos mucho, nos sentamos a disfrutar de la compañía del otro. Es relajante que se lo haya tomado tan bien, también me sorprende. Ahora que lo recuerdo, dijo que había algo que realmente no quería que yo supiera, ¿Qué podría ser más vergonzoso que la haya mirado desvistiéndose?. Nada puede ser tan malo

Mirando el cielo, me debatía internamente si era buena idea contarle sobre decirle a Jirou lo que siento o si era mejor guardármelo para más tarde. El silencio entre nosotros era muy cómodo, no quería interrumpirlo con algo tan simple. Tenia un sentimiento que de hace tiempo no teníamos estos momentos, los dos solos y sin la necesidad de intercambiar palabras. No importa cuanto dure, puede ser de unos segundos, minutos u horas, estos son momentos que jamás cambiaria por nada ni por nadie. Pero, obviamente, solo a mi se me ocurre interrumpir el minuto después de haber arreglado todo.

- Akane, necesito contarte algo -le dije sin volver la vista-. Me gusta Jirou, y pienso decirle.

No sabia si dije algo extraño, no es la primera vez que le digo algo así para saber su opinión. Siempre se ríe de mi, o me llama de alguna manera y se va, siempre hay algo. Pero esta vez, de no ser porque voltee a verla, juraría que se había ido. Tuve que llamarla de nuevo para que me contestara algo. 

- ¿Cuándo piensas decirle?

- No estoy seguro. Tal vez hoy, o después del festival. 

- Es bastante pronto, ¿no lo crees?

- No lo digo por ofender, pero tu nunca te has declarado a nadie, no has tenido novio. Y, hasta donde sé, jamás te ha gustado alguien. 

- ¿Y si te dijera que si? 

La mire confundido. Su respuesta me tomó por completa sorpresa, nunca imagine a Akane enamorada de alguien, es decir, si es cierto que hubo un momento en el que creí que le gustaba alguien pero no lo tome en serio. Podría estar bromeado, ¿verdad? 

- ¿De verdad te ha gustado alguien? ¿Quien?

- Basta, no te lo voy a decir.

- ¿Por qué no?

- Pronto. Te lo prometo.

- Ok, pero te lo cobraré.

- Deberíamos volver. Van a terminar las clases y quede de entrenar con Todoroki.

- ¡¿Es Todoroki?! -grite emocionado-.

- No, idiota. Y no lo grites, cualquiera creería que si.

- Bueno, es uno de los más lindos de la UA, según las chicas. No me sorprendería.

- Claro según "las chicas".

- ¿A qué te refieres?

- A nada futura señora Todoroki.

- Cuidado con mi futuro marido, Akane -le dije haciéndola reír-.

- Ya, vamos. 

La ayude a levantarse y fuimos caminando hasta la sala. Para nuestra suerte ya no estaba el profesor, pero si nuestros compañeros. Akane tomo sus cosas y fue donde Todoroki, quien la esperaba con todo listo. Por mi parte, hoy me juntaría con Sero, pero al ver a Jirou sentí que no podía seguir ocultando lo que sentía. Me dirigí donde ella estaba y le pedí que me esperara en la entrada porque necesitaba decirle algo importante, Sero me miraba preocupado, ya sabía lo que iba a hacer. Me había quedado solo en la sala junto con Sero, quien aún me miraba esperando a que me arrepintiera, pero es el mejor momento. Si no lo hago hoy, me voy a acobardar.

MírameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora