32

163 11 4
                                    


En cualquier momento me voy a morir. Llegué diez minutos antes de lo acordado a la cafetería que Denki me dijo, no era para nada elegante pero aún así era linda, perfecta para una primera cita. Las palmas de mis manos sudaban, no dejaba de jugar con los dedos, me miraba en la ventana del café confirmando si mis jeans combinaban con mis zapatos y mi polera, sacaba el celular para ver la hora, miraba alrededor por si el rubio llegaba, y volvía al inicio formando un ciclo. Pasaron poco más de cinco minutos de la hora acordada pero llegó, mis ojos automáticamente se pasearon por sus zapatillas al pantalón gris, combinado con una polera negra y una chaqueta del mismo color. Se veía muy bien, pero me sorprendió que llegara así, incluso su manera de vestir fue siempre muy alegre y lo reflejaba tan bien a él pero ahora se veía distinto. Tal vez fue mucho el tiempo que pasamos separados. Incluso estando en zapatos con un poco de taco él me pasaba en altura, nunca había notado ese detalle. Se paró frente a mi y con una sonrisa me tomo los hombros guiándome a la cafetería detrás mío, "París". El ambiente era lindo, un toque Francés, Parisino para ser exacta. Tenía plantas, probablemente falsas pero bastante realistas, colgando del techo en su interior y había una pequeña terraza que no dejaba ver la calle por una pared también de plantas, en una pared había una pequeña torre eiffel hecha de luces. Era hermoso. Sin embargo el ambiente entre nosotros dos era incómodo por cada segundo que pasaba, siempre teníamos un tema del que hablar pero hoy había un silencio puro. Denki me llevó hacia una mesa para dos en la terraza, pero eso no interrumpió el extraño momento, en el intento de buscar un tema no encontré nada más interesante que la pregunta más segura y aburrida que podría existir para una cita.

- Es hermoso, ¿cómo supiste de este lugar?

- No es nada importante, vine una vez.

- Imagino que es bueno, ¿con quién viniste? -pregunte intentando seguir una conversación- 

- Jirou.

Volvió el silencio incómodo, le sonreí para darle a entender que su respuesta no significaba nada para mi y estaba completamente bien, a pesar de que yo sabía que no era así. Deseaba que la cita mejorará, lo necesitaba, si no lo hacía eso significaba que vino por pena o compromiso y no porque realmente se sintiera como dijo el otro día. Si realmente no se siente así ¿entonces por que hace esto?... Y dicen que nosotras somos las complicadas.

- Perdón si no hablo mucho, esto es un poco extraño. Es solo eso. Es que siempre salimos como amigos y salir en una cita más romántica es algo raro. -dijo seguido de una pequeña risa- 

- Si, ¿Qué se supone que debemos hablar en una cita? -dije intentando no reír-

- No lo sé, tal vez... Akane, ¿te estas riendo?

- No... ¿Qué quieres que haga? No puedo quedarme tan seria en una situación así.

Río junto a mi, finalmente rompimos el hielo. Luego de que el garzón tomó nuestro pedido nosotros seguimos conversando, esta vez más calmados, ambos nos dimos cuenta que, independiente de la situación, seguíamos siendo el mismo Kaminari Denki y la misma Nakamura Akane. Con un café y algo de comida siguió la cita de buena manera, a pesar de las ganas que tenía de preguntarle sobre el entrenamiento durante el campamento no pude atreverme a mencionar esos días. Pasamos de no tener de qué hablar a no tener un momento de silencio, se estaba ocultando el sol y esa era nuestra señal para volver a los dormitorios de la UA. Pronto se nos hizo de noche, la luna podía verse claramente en el cielo, agradecí nuestra decisión de devolvernos a pie, más tiempo juntos y en un ambiente tan tierno y romántico. 

- Akane, debo confesarte que no le tenía mucha fe a esta cita. No lo digo de una mala manera, me refiero a que fuimos solamente amigos tanto tiempo que creí que solo sería extraño. Pero me alegra haberme equivocado, lo pasé muy bien hoy. -dijo sonriendo-

MírameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora