Sparta y Raptor fueron a darles las buenas noches a Haru.
- Buenas noches pequeño.
- Que descanses.
- Buenas noches, pero una pregunta antes.
- Claro peque, ¿Qué pasó?
- ¿A qué hora me tengo que levantar mañana? ¿A las 7 am o a las 8?
- ¿Cómo?- Sparta no sabía que responder ante esa pregunta.
- Emmm, Haru, peque, mañana es domingo, duerme hasta tarde, si quieres hasta las dos de la tarde.
- Pero, siempre me han dicho que hay que levantarse temprano para tener todo un día de largo trabajo.
- Peque, eso está bien, pero cuando eres adulto, tú solo eres un niño, tienes 7 años, puedes dormir hasta tarde los fines de semana y aprovecha de dormir que aún no tendrás clases.
- Está bien.
- Ahora sí, descansa.
- Buenas noches.
Los dos castaños se retiraron de la habitación del menor para dejarlo dormir.
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A media noche, Sparta se levantó para hacer su venganza.
Raptor sintió que Sparta se levantaba, así que decidió ver que iba a hacer. Cuando lo encontró abajo, lo vió cargando la cajas con lagartijas y dirigiéndose al jardín.
- Sparta.- Susurró.
- ¿He? Raptor,¿Qué haces aquí?- Susurró.
- Vine a ver que hacías, ¿Y qué rayos vas a hacer con las lagartijas?
- Liberarlas...
- ¿Dónde?
- En casa de la vecina.
- Sparta, no lo hagas.
- Muy tarde.
Sparta fue, y liberó todas las lagartijas que tenía en esa caja, en el patio de la vecina, como ella tenía una puerta un poco abierta, para que su gato pasará en la noche, algunas lagartijas se le infiltraron por ahí.
Sparta estaba feliz ante su plan victorioso.
- Ahora sí, a dormir en paz.
- ¿Cómo es posible qué hagas esto si arrepentirte después?
- Es que ella se lo merece, y Sparta no siente remordimiento por personas que le caen mal,
- Estas loco.
- Loco por tí.
- Aún me pregunto ¿De quien me enamore?
- De este bello uke.
- Mejor ni hables tanto de ukes y semes, que ahora hay un niño en esta casa, y no lo quiero traumar.
- Tu tranquilo, que no lo haré.
- Eso espero.
- Tranquilízate amor que no lo haré.
- Te amo, pero ahora hay que ir a dormir.
- Esté bien, pero mira el lado bueno, ya no hay lagartijas en la casa.
- Por suerte.