Al día siguiente:
Daban las 10 de la mañana, y la pareja ya se había despertado y vestido.
Fueron a ver a Haru, pero al llegar a la habitación de Haru, vieron que estaba hecha la cama, Haru estaba aún con su pijama y jugando con sus autitos en el suelo.
- ¿Haru? ¿Qué haces despierto a esta hora?
- Buenos días, perdón, es que no podía seguir durmiendo y me quize levantar.
- Tranquilo peque, pero no tienes porque pedir perdón.
- Está bien.
- ¿Vienes a tomar desayuno?
- Sí.
- Voy a preparar el desayuno, Haru, ¿Quieres tomar el desayuno en la cama o en la cocina?
- ¿Cómo qué en la cama?
- Pues sí, acostado, mientras ves tele.
- Siempre me dijieron que el desayuno no se comía en la cama.
En ese momento, el spartor estaba pensando.- ¿Cómo carajos educaron a este niño?
- El desayuno si se puede comer en la cama, pero solo los fines de semana.
- Jamás había escuchado de eso.
- Bueno, pues ahora lo has aprendido.- Dijo Sparta.- Entonces, ¿Desayunas en la cama o en la cocina?
- Donde ustedes me digan.
- Mejor en la cama, ¿Qué te parece?
- Me parece bien.- Dijo alegre Haru.
- Perfecto, iré a hacer el desayuno y se los traigo.
- Gracias Raptorcito.
- De nada.
Raptor preparaba tranquilamente unos panqueques de desayuno, mientras que Sparta se había puesto a jugar con Haru a los autitos.
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