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Ambos castaños estaban profundamente dormidos, cuando un pequeño de ojos bicolor va a despertarlos, ya que su teléfono estaba sonando desde ya hacía media hora.

- ¿Haru? ¿Qué pasa?

- Vuestro teléfono lleva más de media hora sonando.

Sparta miro su teléfono y encontró puras llamadas perdidas de los chicos.

- Haru, ¿Hace cuanto que estás levantado?

- Desde las 10, desde hace 1 hora atrás.

- ¿¡Son las 11?!

- Emm, sí.

- ¡¡¡Raptor, despierta!!!

- ¿Qué pasa?- Miro a Sparta y a Haru.- Buenos días, Haru.

- Buenos días.

- Raptor, son las 11, levantate.

- ¡Tan tarde, ya!

- Sí.

Ambos se levantaron a toda velocidad para preparar las cosas, ya que aún Raptor tenía que  encender el fuego en la parrilla, y Sparta preparar ensalada, ya que los CoMPaS llegaban a las 11.45.

Mientras que ambos corrían por todos lados haciendo las cosas, Haru hizo su cama, y ordeno su dormitorio, para luego bajar y preguntarle a Sparta si necesitaba ayuda.

- ¿Ayudo en algo?

- No peque, no es necesario, ve a jugar tranquilo.

- Está bien.

Haru estaba en su pieza, leyendo uno de los mangas que le había pasado Raptor, específicamente el manga de One piece.

Ya daban las 11.50 y justo llegaron los chicos. Haru en el momento que tocaron el timbre, bajo para saludar, y se encontró con todos los CoMPaS, lo cual era uno de sus sueños, ya que igual era fan de los CoMPaS desde hacía tiempo.

Mike fue el primero en notar la presencia de Haru en las escaleras. Al verlo se acerco a él.

- Que tierno él pequeño.- Dijo, y todos los voltearon a ver.

Todos dijieron lo mismo, de que era muy tierno.

La hija de Rius, Sara, y Haru, se llevaron bastante bien, estuvieron jugando todo el rato con los autos de Haru, o al ping pong, fútbol, y montón de juegos más.

Mientras que los chicos hablaban.

- Sparta, y si grabamos un directo, ya estamos todos reunidos aquí,  y es raro de ver a todos los CoMPaS juntos.

- Mike, accedería, pero te recuerdo que nadie más sabe sobre Haru, y preferimos que aún no lo sepan.

- Entendemos vuestra decisión.- Dijo Trolli.- Pero saquémonos una foto como mínimo.

- Está bien.

Mike que era el más alto, estiro el brazo, y enfoco a todos, excepto a los pequeños.

Se pasaron una tarde de locos, pero a las 6, ya era hora de que todos tomarán el vuelo de vuelta a Andorra ya que demoraba 1 hora y media.

- Adiós chicos, se nos cuidan.

- Adiós, los veremos pronto.

Todos se despidieron. Los 3 castaños habían quedado exhaustos, así que optaron por irse a dormir.




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Cap 3/4 del maratón Bv

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