La clase había transcurrido normalmente, hablaron de la responsabilidad que conlleva adoptar a un niño, las reglas que tenían que seguir, y de la seguridad en la casa, que hacer en casos de lesiones, y todo lo demás.
- En fin, agradecemos que quieran hacer esto, y ayudar a niños, a que tengan una linda y amorosa familia.- Agradeció y se despidió Sandra.
- También agradecemos responder con sinceridad los formularios, y para los que no lo hicieron sinceramente: Sois unos pedazos de gonorreas malparidas y cobardes por no poner las cosas tal cuales son, que os den por zorras. Adiós.- Se despidió Chris.
Todos en esos momentos quedaron sin palabras ni expresiones correctas para ese momento.
- Discúlpenla, pero es verdad, para los que no respondieron con sinceridad, pudransé.
Todos se fueron de lo más bien.
Ya en casa del Spartor.
- Harta rara la clase.
- Sí, sobretodo el final.
- Oye, tengo hambre.
- Pues coma.
- Pero quiero cerdito~ con salsa blanca.
- No me harás nada si yo no quiero.
- Eso es verdad, pero piensa, si adoptamos a un niño, no tendremos tanto tiempo como para hacerlo, así que déjame aprovechar, por favor, Cerdito.
- Ya lo sé, pero ahora no quiero.
- Tranquilo que nunca te obligria, además, aún tenemos 3 semanas, así que por ahora en paz.
- Te quiero, otaku.
- Y yo a ti, cerdito.
- ¿Quieres ver una película?
- Sí.
Ambos se fueron a ver una película y luego a comer.