- Papá.
- ¿Qué pasa, cariño?
- ¿Puedes llevarnos al parque? Es que nos estamos aburriendo.
- Claro, peque, pónganse un polerón que igual hay viento, y vamos.
- Gracias papá.
- De nada, cariño... ¿Alguno de ustedes viene?- Pregunto a los demás que estaban en la sala hablando.
- Nosotros vamos.- Dijo Cache, hablando por ella y por Rabbito.
- Nosotros igual.- Dijeron los padres de Sparta y de Raptor.
- Supongo que también iré.- Dijo Sparta.
- Yo igual voy.- Dijo Ari.
- Está bien, iremos todos.- Dijo Raptor.
- Estamos listos papá.- Haru y Sebastián estaban con sus polos, listos para salir.
- Bien, cariño, iremos todos.
Todos estaban tranquilos caminando hacía el parque, Sebastián y Haru iban más adelantados, corriendo, hasta que derrepente por una cerca se asoma un perro ladrando, y a los dos pequeños casi se les sale el alma del cuerpo cuando el perro comenzó a ladrar, en ese momento corrieron donde sus padres para ocultarse, él Spartor, Cache, Rabbito y Ari se largaron a reír, mientras que los abuelos tranquilizaban a sus netos del susto que habían tenido.
- No se rían de los pequeños, que se han asustado un montón.- Se quejaron ambas abuelas abrazando a sus nietos.
- Porfavor mamá, no consientas tanto a tu nieto, además el perro está tras una cerca, no nos hará nada.- Dijo Sparta.
En eso, el perro de un salto paso la cerca, y todos le quedaron viendo por unos segundos, y si que daba miedo el perro, y tampoco que digamos que era muy amable, así que todos retrocedieron lentamente unos cuantos pasos y se fueron rápido del lugar.
- Solo es un perro, no nos hará nada, dijiste tú, y luego el perro salta y nos gruñe.- Dijo la mamá de Sparta.
- No me reclames, nunca pensé que ese perro podría saltar la cerca de una.
- Recuerda, nada nunca es lo que parece.
- No necesito más lecciones de vida, mamá, que ya ni recuerdo las otras.
- Cabeza hueca.
- Nada es lo que parece.
- ¿¡Cómo te atreves a usar las palabras que te digo en mi contra?!
- Tu me criaste así, mami.
- Me arrepiento, te debí haber educado a la antigua.
- No lo hubieras hecho, tu no eres así.
- Nada es lo que parece.
- ¡¡Eso es trampa!!
- No es trampa, cariño.
- Te discutiría más, pero sos mi madre, y eso me deja por debajo de los limites.
- La traducción de eso: es que te he ganado, porque no te atreves a insultar a tu madre.
- No me atrevo porque aún me das miedo.
- Lo sé, eso es lo mejor de todo, que siempre ganaré las peleas contigo.
- Ya se, pero en algún punto te tendré que ganar en una.
- Sobre mi cadáver.
- Con gusto.
- Atrevete enano.
- Mamá, soy más alto que tu.
- Así, es cierto, entonces... Llorón.
- ¿Y llorón por qué?
- Yo no me iba con mis padres en las noche por miedo a que me llevara el hombre del saco.
- No ocupes esa excusa.- Todos los demás se largaron a reír cuando escucharon eso.- ¡¡Y tu Raptor ni te rías!!- Raptor de inmediato dejó de reírse por miedo a lo que le haría su novio si seguía riéndose.