Capítulo 1

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Tenía que cumplir el último mandato de mi padre antes de morir

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Tenía que cumplir el último mandato de mi padre antes de morir. Llevar un libro a la Neutral, una tarea muy simple pero en definitiva no lo era. Tenía que transportar un libro que a simple vista parecía tan inofensivo pero que según mi padre antes de morir este contenía uno de los acontecimientos más obscuros de nuestra existencia y ahí la razón por la que muchas personas lo buscaban.

No tenía hogar, estaba sola ahora.

Aun seguía de pie junto a un inmenso árbol que estaba frente a mi antigua casa. Podía escuchar cómo la gente a mí alrededor susurraba cosas sobre mi padre y su muerte tan repentina, los escuchaba claramente pero no les tomaba importancia, quería creer que todo había sido un sueño y que si llegaba la noche y cerraba los ojos las estrellas me lo regresarían para cuando los abriera.

Simplemente no podía creer que mi destino fuera de este modo.

Tenía el libro sosteniendo en brazos aferrándome a él, a lo único que me quedaba de mi padre. Una capa de ceniza me cubría totalmente y es que desde que el funeral de mi progenitor había estado recargada junto a este árbol.

Yam y Vash: mis amigas, me había ofrecido para quedarme con ellas y ayudarme con una perdida como está pero me negaba a hacerlo y no por que no quisiera solo que ahora no confiaba en nadie. Se me hacía tan absurdo que la seguridad de nuestro valle fuera burlada y que alguien fuera tan lejos solo por un libro. Así que, si, yo creía que el culpable estaba tan cerca de mí como yo de él.

El día había transcurrido lo suficientemente rápido para mi gusto. Era de madrugada y finalmente yo había tomado una decisión, una que cambiaría mi forma de ver las cosas y que me posicionaría en un bando diferente.

El plan que había elaborado era muy sencillo: iría a la Neutral tal y como mi padre me lo había ordenado para después buscar y darle el libro a su amigo llamado Selen quien según mi padre sabría qué hacer con él, se lo daría y yo regresaría aquí a Milos para poder rehacer mi vida y tomar el lugar de mi padre en el consejo del pueblo. Todo estaba planeado pero no contemplaba que mi destino me tenía preparado cosas diferentes.

Los primeros rayos del sol habían llegado y era hora de que me marchara, tome mi capa del suelo y la pequeña bolsa que yacía en el piso colocando el libro dentro de esta y de igual manera colgándomela sobre mi hombro para después colocarme la capa y que esta quedara oculta. Suspire y exhale unas cuantas veces antes de que comenzara a caminar por el camino que me llevara fuera de las murallas de Milos.

Comúnmente la gente no transitaba a esta hora de la mañana por lo que se me facilito llegar demasiado rápido a la inmensa puerta echa de troncos gigantes que separaba nuestro pueblo del inmenso bosque.

Los guardianes que custodiaban la entrada me miraban sin mucha preocupación pues sabían que se me tenía prohibido salir desde hace ya un tiempo. Así que si quería salir tenía que ingeniármelas de algún modo.

Me acerque hasta uno de los guardias y este sacudió su cabeza esperando una respuesta por parte mía, tenía que haber algún pretexto coherente algo bastante bueno para que se la creyeran así que dije:

—Déjame salir. Mi padre ha muerto y ya no quiero la lastima de la gente

—Señorita, sabe que no podemos dejar salir a ninguna hija del consejo, lo menos que puedo ofrecerle es que se quede aquí y evitare que la gente se le acerque— me dijo tranquilo, como si esperaba que yo fuera a ceder ante su opción cosa que no haría

—No te lo estoy pidiendo. Te lo estoy ordenado. Déjame salir ahora— contraataque furiosa

—Señorita no...

Sus palabras quedaron en el aire cuando escuche una voz tan familiar ordenarle:

—Te lo estoy ordenando yo ahora, o debería mandar a  traer a mi madre para que vea como me desobedeces... Déjanos salir a amenos que quieras ser un traidor y eso para tu familia no será muy bueno— Lo amenazo Yam, mi amiga. Si algo tenía que reconocer era que podía ser muy temeraria por la actitud que siempre tenía, agregándole que su familia era muy importante en el pueblo por ser una familia fundadora y pues su padre había sido un miembro del consejo del pueblo hace años.

Vash mi otra amiga se posó a un lado de mí y me sonrió. Ambas veíamos como Yam seguía ordenándole al chico para que abriera la puerta, el cual al no ver otra alternativa ordeno a los otros para que la abrieran y esta se abrió.

Las tres nos dimos paso por las inmensas puertas y una vez fuera mire hacia atrás contemplando y recordando mi hogar.

—No pensabas irte sin nosotras ¿verdad Marli? —afirmo Yam con una sonrisa de suficiencia en el rostro

—La verdad eras mi segunda opción si no me dejaban salir pero ahora veo que me ahorre el cansancio de ir hasta tu casa y el interrogatorio de tu familia.

—Si te deje salir fue para que me dijeras ¿A dónde ibas? Y ¿Por qué?

Suspire fuertemente —Supongo que mentirles no servirá de nada... iré a la neutral—dije sin más esperando sus reacciones atónitas cosa que no tardo en verse.

Yam se echó a reír y Vash quedo pasmada ante mi confesión como si no creyera lo que acababa de decir.

— ¿La neutral? ¡¿Te has vuelto loca?! Ese lugar no es bueno, digo por algo es prohibido.

—¿Estas segura de estar bien,  Marli?  — me pregunto en un susurro Vash algo asustada

Me toque el tabique de la nariz. Esperando a que dejaran de reprocharme las cosas 

—Mi padre antes de morir me ordeno que fuera allá y eso hare —conteste con simpleza

—Correcto eso fue lo que dijo antes de morir...

—Exacto y por ello iré. Él nunca me dijo nada antes sobre el libro que llevare, todos los buscan y quiero saber por qué, quiero saber que contiene esto como para matar por el —dije al mismo tiempo que arroje el libro al suelo — quiero saber quién mato a mi padre y algo me dice que la respuesta esta haya así que ninguna de ustedes me va a detener — agregue con lágrimas en mis ojos.

—Vamos a ir contigo —dijo de pronto mi pequeña amiga Vash

— ¿Qué? No. Esto es algo que debo hacer sola. Perdonen pero no pueden ir conmigo

—En primera si podemos, en segunda estás loca si piensas ir sola y tercera estas aún más loca si piensas que regresare a casa para recibir una gran sermón solo por salir de las puertas— dijo Yam cruzada de brazos. 

—Tiene razón ella Marli, no podemos dejarte ir sola, ¿ recuerdas?, somos amigas y las amigas siempre están juntas en todas las aventuras —me dijo al mismo tiempo en el que me entrego el libro que momentos antes había arrojado al piso

Siempre supe que Vash tuvo razón al decir aquello esa mañana. Éramos amigas y desde ese día sin darnos cuentas nos habíamos convertido en hermanas. 

Dark truths (Oscuras Verdades)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora