¿Alguna vez te has preguntado por qué extrañamente sientes atracciones hacia ciertas cosas? Cómo por ejemplo: La luna, el sol, la naturaleza o las estrellas
Si es así. Estás en el lugar correcto, todo tiene un porque...solo que este ¿Por que? Se rem...
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Caí de costado, algunas hojas secas se interpusieron en mi vista y de la manera más lenta y borrosa veía como todos corrían en dirección a mi.
Parecían pasos lentos y cortos.
Un gran viento frío comenzó a apoderarse de mi en milésimas de segundos y cada vez aumentaba. Mi cuerpo estaba dejando de obedecerme y dejaba de sentirlo.
Sentí una cálida lágrima bajar por mi rostro y extrañamente mire mi vida pasar frente a mi, como si alguien pasará imágenes frente a mis ojos. Las risas traviesas de Yam, Vash y yo. Mi primer beso con un guardia de Milos gracias a una apuesta, la noche en que había muerto mi padre, la casa incendiándose, aquella vez en la que toque la puerta y Selen la abrió, el momento justo en el que quede pasmada ante él, la primera vez que mire a Jolich, aquella noche en que todos nos abrazamos y finalmente aquella donde estaba yo de pequeña en los brazos de mi padre y madre.
No puede evitar pensar en papá y en su última sonrisa.
Un leve sacudo o al menos así lo sentí yo, me obligó a salir de mi subconsciente y solo pude ver un rostro borroso pero sabía que era él. Era Selen cargándome en brazos.
Me dejó en el piso con suma gentileza y me dijo algo que no alcancé a comprender del todo. Me giro un poco y de un movimiento saco ambas flechas—incrustadas cerca de mi pecho—. Solté un grito de dolor que ante mis oído solo fue eco. Sentí enseguida como la sangre salía de mi cuerpo, era muy similar a como cuando tratas de contener el agua en tus manos y por más que te esfuerzas en sostenerla simplemente no puedes y termina yéndose.
Se tomó el tiempo para amarrar un pedazo de tela sobre mi hombro y después sobre mi pecho y antes de que se marchará con su espada en mano me dio un beso en la frente. Quise seguirlo con la mirada y lo que vi me preocupo demasiado.
Al parecer habíamos sido emboscados , había guardias a nuestro alrededor incluso más que la primera vez, de está no había escapatoria. Moriríamos todos.
Yelina, Indivar, Selen y Vash peliaban a toda costa impidiendo que alguno de ellos se acercarán a nosotras. Unos usando poderes y otros peleando con golpes.
Jolich estaba aún lado de mi, ambas en peor estado pero ella más que yo, de su frente caía sudor, su piel se había puesto pálida en absoluto y sus labios habían perdido su color. Una débil sonrisa le dedique y ella se retorció de dolor, como pude me acerque a ella y me dijo:
—Pro... Promete que los cuidarás a todos —me dijo en débiles susurros. Mi corazón se rompió en ese instante, yo le había dicho que viviría y ahora ella estaba apunto de morir.
—Estarás bien... todos estaremos bien —le respondí con la voz más motivadora que tuve sin embargo ella se negó. Seguramente sabía que mentía porque si alguien tenia oportunidad de vivir seria ella, no yo.
Me jalo más a ella quedando aún así mucho más cerca de lo que ya estábamos, se lo permití. De su boca comenzó a emerger sangre y aquello solo me asusto aún mas. Rápidamente y de solo un jalón se desabotono la parte de arriba de su vestido, su pecho no había quedado expuesto pero aquel moretón sobre este si; era algo grande como para pasar desapercibido, el color morado y verde predominaban en su pálida piel pero lo que atrajo más mi atención fue como si dentro de su piel habitarán luces de colores, algunas pasaban cerca del moretón y podían notarse con suma facilidad. Alterne mi vista en ella y el extraño moretón, no obstante y sin previo aviso tomo mi mano y la coloco en aquel hueco. Ella desabotono de igual forma el inicio de mi vestido y colocó su mano.
