—Mamá siempre me recordó que por más curiosa que fuera, el bosque terminaría devorándome si yo me acercaba a él.
Mi último día había sido tan perfecto como para que saliera algo mal y aún después de cien años lo recuerdo con suma claridad:
La noche era demasiado fría como para estar en verano, la copa de los árboles se sacudían sin cesar.
Jolich comenzó a hablar, en su rostro solo podía verse una profunda tristeza cada vez que trataba de articular palabra alguna
››Mamá no había llegado en todo el día y papá tampoco. Estaba asustada.
Salí fuera de casa esperando a que llegara pero por más que me esforzará no los veía.De la nada comencé a escuchar como alguien gritaba mi nombre en lo profundo del bosque, pensando que posiblemente era mi madre corrí enseguida hacia lo profundo de el.
Entre más avanzaba, la voz de mi madre se intensificaba y cuando estuve lo suficientemente dentro, la voz se detuvo.
Grite el nombre de mi madre un par de veces pero no hubo respuesta alguna.
Asustada comencé a llorará incapaz de recordar el camino de vuelta. Seguí y seguí caminado hasta que casi tropecé con algo o más bien alguien.
Un hombre extraño mas alto que yo me miraba llorar, se inclino hasta mi y le confesé que estaba perdida.
Bondadoso se ofreció a llevarme a casa y desesperada acepté...Esa noche perdí dos cosas: A mi madre y mi vida.
Durante los próximos días Arch se las ingeniaba de tal modo que no llorará buscando a mi madre. Me había raptado. No estábamos yendo a mi casa si no a la suya en Said.
Llegamos a su castillo impenetrable y en cuanto baje de su corcel trato de convencerme para no armarle un lío ahí.
Era un jaula de oro ese lugar.
Cuando llegue me di cuenta que no era la primera en estar ahí, y con tan solo haber puesto un pie dentro supe que nada sería alegría y felicidad.
Me llevaron por todo el castillo, pasillos interminables hasta dar con un enorme jardín de árboles y flores, que al cruzar más al fondo se encontraba lo que llamábamos la huerta, por qué nos cosechaban.
Era una especie de cueva sellada por arboles, con varias celdas dentro.
Estaba sellada con algún tipo don que evitaba ser escuchados. Ahí estábamos divididos por secciones de distintas edades, incluso de nuestra edad en aquel entonces.
Cuando llegue me colocaron en una celda junto con otros dos niños, Indivar y Yelina ambos de mi edad seis años.
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Dark truths (Oscuras Verdades)✔️
Fantasy¿Alguna vez te has preguntado por qué extrañamente sientes atracciones hacia ciertas cosas? Cómo por ejemplo: La luna, el sol, la naturaleza o las estrellas Si es así. Estás en el lugar correcto, todo tiene un porque...solo que este ¿Por que? Se rem...