Capítulo 6

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 Los rayos del sol me obligaron a abrir los ojos

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 Los rayos del sol me obligaron a abrir los ojos. Enseguida me levanté de la cama y camine hasta donde estaba aquel orificio en la pared, era una ventana que ayer por la noche no estaba.

Afuera había varias gente transitando por las calles, algunas me veían y otras se detenían a verme para después irse.

Algo muy extraño.

Los ojos me ardían por la falta de sueño, pero sin duda dormir en la cama y no sobre la tierra del bosque era algo sumamente reconfortante.

La luz entraba por completo a la habitación, fue así como me di cuenta de lo impecable que se veía. Era pequeña pero muy acogedora, la decoración era del mismo color que en toda la casa. Se notaba que había dejado de ser husada por el extraño olor que desprendía pero la limpieza del lugar sorprendía.

Comenzaba a tener hambre por lo cual decidí bajar a la cocina esperando encontrar algo de comida. Antes de salir de la habitación deje el libro bajo la cama y mi capa la acomode al final de está.

Al mirar por el pasillo la puerta del final estaba abierta, lo que me dejó un mal sabor de boca. Sabía que aquella habitación no pertenecía a ninguna de mis amigas ni a Selen por lo que supuse enseguida de quién se trataba.

Baje las escaleras lentamente con la intención de percatarme si había alguien ya despierto, no obstante y al mirar hacia la puerta la vi. Dialogaba con algún extraño, estaba vestida con un impecable vestido banco; las mangas de este eran abiertas desde la muñeca hasta el antebrazo, un fino cinturón trenzado café yacía sobre su cintura adornando el vestido, y su cabello a diferencia de los demás días este estaba trenzado. Se veía totalmente diferente a lo que creía conocer.

—Jolich —la llamo sorprendida la persona detrás de la puerta —Hace tiempo que no te veíamos por... aquí.

Entonces por eso sabía cómo llegar hasta aquí. Claro ella vivía aquí.

—Hola Tara... llegué ayer por la noche pero algo me dice que tú visita no se debe precisamente a mi llegada, ¿Qué te trae por aquí? —le soltó directamente que incluso pude creer que le sonreía a la otra persona.

—El problema es que ayer me ausente durante mi guardia nocturna y al parecer entraron tres personas más aparte de ti... Eran Eris y tú sabes que ahorita con los planes a Dalian no le apeteces las visitas...

¿Cómo sabían que éramos Eris? ¿De que planes hablaban?

—¿Y que con eso? —la interrumpió enseguida

—Me di a la tarea de buscarlos para saber sus intenciones de visita y mientras la guardia matutina se incorporaba, Orlen me dijo que hace un rato vio a alguien en la habitación de arriba y que no era Yelina

Baje los últimos escalones dispuesta a dar la cara pero Jolich al notar mi presencia y mis intensiones, sin siquiera girarse para verme negó sutilmente con su cabeza. Me detuve.

—Estoy al tanto de los planes de Dalian y como supusimos, ambas creímos que lo mejor era buscar algún incentivo,  no tienes nada de que preocuparte, Dalian está al tanto de la situación. Ahora sí no te molesto prefiero seguir descansando.... Adiós Tara —le cerro la puerta. Podía escuchar como la otra persona llamaba su nombre esperando a que está le abriera de nuevo pero no lo hizo. Se giro y entonces me observo detenidamente.

Un silencio abrumador se apoderó del lugar. Ninguna decía nada solo nos observábamos fijamente la una a la otra.

Quería gritarle y tenía que decirle tantas cosas por habernos mentido pero me estaba conteniendo puesto que está no era mi casa y creí que no era el momento hasta que ella hablo.

—Deja de contenerte y dilo de una vez. No sabes mentir

—Pues claro, yo no soy una maldita mentirosa —le reproche —No se de qué hablabas hace rato o si era mentira pero escúchame —me acerque hasta ella y le advertí —Jamás vuelvas a meternos en tus porquerías

Se llevó una mano a su pecho y fingió dolerle lo que acaba de decirle. La seguí mirando sin una pizca de diversión. Su expresión cambio tan pronto y ahora comenzaba a reírse sola.

—Porquerías son las que hizo tu padre y no te lo estoy reprochando Marli.

Sentí una furia apoderarse de mi cuerpo.

—¡Entonces explícame! Te escucho —grite. Pase justo a lado de ella y tome asiento junto a la mesa de madera

—Cuando sepas en lo que estás metida hablas, de otro modo te quiero callada. Salve la cabeza de todos nosotros. Todo lo que crees conocer cambiará muy pronto pero si te ofende que haya mentido para salvarnos mejor lárgate de aquí por qué aquí, se hace lo que yo digo —poso su mano frente a mi demostrando su autoridad. Alcé mi vista para verla directamente y hasta ese entonces me di cuenta que de la palma de su mano comenzaba a emanar un vapor dorado.

—Con que Neutral ¿No?. Si que me viste la cara de imbécil —Aquella confesión la tomo por sorpresa pude verlo.

—No tanto como lo hizo tu querido padre

No pude más y estalle. Me fui sobre ella. Ambas caímos al piso. La golpee y aunque deseaba hacerlo mas, ella era demasiado ágil. En décimas de segundos me lanzó lejos de ella, choque contra la mesa. Sin importarme el golpe me levanté rápidamente dispuesta a seguir con la pelea no obstante, Jolich, utilizando sus dones hizo una barrera alrededor mío impidiéndome moverme.

No permitiría que ella se metiera con mi padre arruinando su memoria aunque ahora todo fuera tan confuso como para no tener un bando. Era mi padre y como tal le creía.

—¡No eres una Reyna, está no es tu casa y no haré nada de lo que dices, no sin antes decirme que mierda está pasando aquí!. ¡Habla ahora! —le exigí. Nuestras miradas eran intensas al igual que nuestras respiraciones. Sabía que quería decirme todo podía notarlo en su rostro en su mirada pero estúpidamente se contenía ¿Por qué?

—"Está no es mi casa" —murmuró y una sonrisa burlona apareció en su rostro —Bueno tal vez el nunca se mancho las manos de sangre para tener todo esto pero yo sí. Así que no me vengas con tus estúpidas insinuaciones. Te callas te calmas y obedeces o puedes largarte e ir a tu casa echa cenizas. Mi casa mis reglas estrellita —aquello me enfureció mas. Golpee aquella barrera esperando que está se quitará para poder irle a dar su merecido pero era imposible. No podía.

—Déjala Jolich —escuche decir. Me basto solo mirar hacia las escaleras para ver de quién se trataba. —¿No me escuchaste? ¡Déjala! —ambos se miraron y entonces con solo un movimiento por parte de Jolich las barreras desaparecieron. Sin pensarlo caminé hasta ella dispuesta a darle su merecido. Alcé mi mano lista para darle una bofetada pero el me detuvo. Sostuvo mi mano.

—Déjame

—¿A esto te refieres cuando dices buscar respuestas? —me pregunto molesto. Lo ignore. Quise remover su agarre pero era muy fuerte.

—Suéltame —le exigí de nuevo

—Que sea la última vez Selen que le dices algo a esta niña —ambos la miramos. Ella seguía de pie detrás de Selen.

—Todos aquí saben lo que eres Jolich, si salían de aquí cualquiera les diría. No tenía caso ocultárselos

—Claro que lo tiene. ¿Quieres cargar con la culpa y el drama que harán cuando se enteren? Pues adelante entonces.

Dark truths (Oscuras Verdades)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora