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-"¿Qué te vas a poner mañana gorda?"

Me froté el ojo derecho para poder abrirlo y mirar la hora en el celular.

-Yess, ¿viste la hora que es? ¿Qué haces levantada a esta hora? Pregúntame en un par de horas.- Le dije bostezando con el teléfono en la mano.

-"Tengo que ir al centro a comprarme algo para salir".- Contestó entusiasmada.

-¡Qué ganas de gastar teléfono, vives al lado! ¡No sé qué me voy a poner, ni me importa a esta hora! ¿Ahora te vas al centro? Si vas a la tarde te acompaño.- Le prometí

-"Para eso te llamaba, ¿me acompañas?"

-¿Es un chiste? ¿Ahora? Hace dos horas que me dormí Yess.- Le dije con vos de cansancio.

-"Dale gordita, por favor, por favor, por favor...- Me rogaba haciéndose la chiquilina.

Me senté en la cama y le dije:

-Bue... vamos. Y deja de gastar teléfono que Yoli después le da sermones a Diego y es una cadena...

-"Es que si me cruzaba sin llamarte, me ibas a mandar al diablo,-dijo y con un tono áspero entre enojo y burla agregó, -ni me nombres a la vieja, que ayer le pedí que me cuide los chicos hoy y se le antojó salir a caminar, porque según ella tiene que caminar; hace tres años que está por salir a caminar, hace seis que no salgo y justo hoy va a empezar y se lleva a Sergio porque tiene miedo de andar sola en la calle.

-Bueno, cálmate y ven que me levanto y salimos.- Le pedí, sin ánimos de discutir porque Yoli tenía razón, pobre vieja, ¿qué obligación iba a tener ella de cuidar los chicos a su edad?

Pero discutir con Yess a esta hora no era precisamente lo que tenía en mente en mi milagroso viernes libre... Ni levantarme a mezclarme con gente desvelada que sale a comprar ropa compulsivamente los viernes para irse de estreno al baile. Pero en fin... me levanté, me metí al baño e inicié el ritual de siempre pero en menos tiempo porque la idea era hacerlo rápido. Pero Yess tardó más que yo, como de costumbre. Me terminé de vestir de camino a la cocina, puse a calentar agua para el té y me miré las ojeras en el reflejo del microondas. "El universo bendice nuestra amistad, porque de lo contrario te mataría... pero por Dios que te va a salir caro..."Yess golpeó a la puerta:

-¡Pasa, está abierto!- Grité desde la cocina con la boca llena, con una tostada con queso.

-Un día de estos te van a robar. –Dijo entrando. -Estás loca... dormir con la puerta abierta.

-Si me dormí a las 6, ya estaba de día. –Contesté con tono de superioridad- Es temprano para planteos idiotas, deja de joder. Si quieres té o café prepara, porque ya que madrugué vas a tener que esperar que desayune. –Y cambié de tema- ¿Los chicos?

-Duermen, la vieja basura dijo que "vaya tranquila, que termina de regar las plantas y entra a vigilarlos". –Me respondió imitando la voz de Yoli- Nena, te quejas de que dormiste dos horas y ella se levantó cuando tú te acostaste a podar la plantita y a regar el jardín.

La miré por encima de la taza mientras me tomaba el último sorbo de té con mi cara de "no estoy de acuerdo", pero ella lo sabía y le daba igual mi opinión... ella solo necesitaba desahogarse y defenestrar a la vieja... pobre Yoli, después dicen que las suegras son malas, los que dicen eso no han tenido una nuera como Yess. Pero bueno, es mi amiga, y es buena madre, y es más de lo que puedo pedirle a sus veinticinco años.

-¿Trajiste auriculares?- Le pregunté.

-¿No, por?

-Escasa compañía elegiste, -le dije- no viajo en el transporte sin música.

Voy a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora