Capitulo 7

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Fue una extraña noche, en la mente de Lucía se entrelazaba el llanto y la sonrisa, la tristeza se desvanecía dándole paso a la alegría, la disolución chocaba contra la ilusión, el mar agitaba sus aguas y las olas chocaban unas con las otras aplaudiendo un amor que florecía; Voló lejos el halcon, su nido fabricado en el ambiente húmedo y gris de la tristeza fue destruido por la magia ardiente del amor.

Lucía se despertó muy temprano y levantó sus brazos mirando hacia lo alto en acto de agradecimiento por el nuevo día que Dios le regalaba, camino lentamente hacia la ventana y sus bellos ojos se desbordaron en un llanto incontrolable que no podía dejar.

-¿Por que estoy llorando? Tal vez lloro porque estoy enterrando mi pasado, pero no entiendo porque esta sensación de tristeza por un sentimiento que casi destroza mi vida, le tengo que decir adiós a mi pasado porque quizás jamas en la vida lo vuelva a encontrar, aquí dentro de mi alma esta lloviendo como lluvia de llanto, lágrimas de amor.

Enjugó su llanto y preparo un café, mientras lo disgustaba lentamente su pensamiento voló hacia Dylan, lo tenia atrapado en su mente y su corazón latía aceleradamente, ¿Que sorpresa le tendría el atardecer? Deseaba que el tiempo en vez de correr pasara volando. ¿Estaría el pensando en lo mismo? En ese momento la imagen de su abuela se asomo a su pensamiento ¡Que ingrata he sido! pensó mientras llamaba a Denisse.

-¿Alo? -Se escucho al otro lado-

-Denisse ¿Como se encuentra mi abuela?-

-Esta feliz esperando la llegada de tus padres y la de tu hermano Alejandro de Londres-

-¿Y cual es el motivo de tal acontecimiento?-

-Te escucho y no lo creo, ¿Te has olvidado del cumpleaños de tu abuela?

-¡Por Dios! ¿Como pudo suceder? si es la fecha que mas presente tengo, definitivamente estoy perdiendo la razón, me imagino que ya estas avanzando con los preparativos de la fiesta-

-No te preocupes, Sara y yo tenemos todo controlado-

-No olvides recoger en el aeropuerto a mis padres, en cinco días estaré de regreso con muchas sorpresas, me imagino que mi abuela aun duerme, salúdala de mi parte y dile que mas tarde hablo con ella-

La mañana avanzaba a pasos agigantados y Lucía comenzó a pensar en su nuevo encuentro, empezó a revisar sus vestidos para ver cual era el mas apropiado para la ocasión, eligió un bello traje azul turquí que hacia un bello contrasto con sus ojos, sus cabellos recogidos en una trenza entrelazada con una cinta azul, sus cejas naturales y bien delineadas, eran el marco de unas inmensas y largas pestañas, y sus labios lucían el color silvestre de una fresca fresa, esa tarde pensaba aceptar la invitación de Dylan a la bahía.

Del otro lado, Dylan se sentía ancioso, se estaba acercando a los 31 años, en el circulo de sus amistades habían unas 3 jóvenes por las cuales se había sentido atraído, pero ninguna había impactado su corazón como lo había hecho Lucia, sin ella no podía pasar un minuto de su día, no veía el momento de abrazarla, besarla y decirle cuanto la amaba desde el primer momento en que la conoció, sin embargo, sabía que tenia que frenar sus impulsos, controlar sus emociones para que Lucía no se fuera a sentir acorralada y llegara a imaginar que eran otras sus intensiones, luciendo un Jean y un suéter blanco salio de la cabaña, siendo aproximadamente las 4:00 p. m.

A Dylan la emoción lo tenia atrapado, ya se acercaba al lugar del encuentro y su corazón latía aceleradamente, su pensamiento no le dejaba pasar otra imagen que no fuera la de Lucia.

-Lucia ¿Por que tardaste tanto en aparecerte en mi camino?- Pensaba Dylan -¿Quien sera ese primer amor que opaco el brillo de su mirada? ¿En que lugar del mundo se encuentra? Quisiera tenerlo frente a frente y escudriñar en lo mas profundo de sus sentimientos, buscando en el mas leve de sus recuerdos, para hacerlo trizas con mis manos y consumirlo en el fuego ardiente del amor, para luego echar a volar sus cenizas al viento. Yo la necesito, como un ave a su nido, como el ruido al silencio, como el aire a vació, como la flor al rocío, como tu corazón al mio. Cuando llegue a tu lado, por favor no me pidas que te olvide, sera tal mi tristeza que llorare como un niño, mis lágrimas serán un manantial perdido en el fondo de mi alma ahogando mis sentidos, volare como espuma sobre el Edén perdido, la noche y el día no tendrán mas sentido, ni el canto de las aves, ni la lluvia, ni el frió, todo sera un desierto en mi corazón vacío.

Pasado InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora