Capitulo 31

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La tarde de deslizó suavizante en medio de un torbellino de luces doradas y la luna de nuevo brillo sobre la oscuridad profunda y exótica de la noche, los amigos se habian marchado, Alejandra y Carolina se retiraron a sus habitaciones, Dilan y Lucia se habían escapado a la bahía, caminaban en silencio por el amplio balcón cogidos de la mano, el sonido de las palmeras al chocar contra la brisa y el rumor del mar producían una sensación relajante y maravillosa, de repente Dilan soltó sus manos y la colocó sobre sus hombros mirándola fijamente, tratando de encontrar en su mirada una respuest.
-Lucia, mi amor, quiero proponerte algo... Casemonos
-¿Que te pasa Dilan? ¿No es lo que teníamos planeado?
-Se trata de algo diferente
-¿De que?
-Casemonos ya, ahora mismo, tu y yo solos frente al mar, con la luna como testigo
-No entiendo Dilan
-Solo dime que me amas y que quieres compartir tu vida conmigo para siempre
-Creo haberte dicho esto antes
-Si, quiero escucharlo de nuevo
-te lo volveré a decir el día de njesgro matrimonio
-No quiero esperar tanto, comenzaré yo Lucia, te amo y quiero que seas mi esposa, para vivir a tu lado, amarte y respetarte todos los días de mi vida ¿Aceptas?¿Hasta que la muerte nos separe?
Lucía quedó atrapada en la sintonía del silencio, los pensamientos de Lucia volaron muy lejos, cabalgando sobre las olas de un enfurecido mar. Llegó hacia la orilla y se sentó sola sobre la arena mojada bañada por las espumas del mar, la noche llegó misteriosa, envolviéndola en sus brazos y una lejana sombra salió lentamente del mar, se ubicó frente a ella, llenándola de tristeza y miedo, Lucía corrió y unos fuertes brazos la sostenían.
Dilan esperaba una respuesta por parte de Lucía mientras ella no lograba salir de sus pensamientos. El la miraba confundido
-Abrazame fuerte, no me sueltes-Le dijo depronto Lucia temblando y el temor acompañando de desconcierto se asomaba en sus ojos -Besame Dilan, dime que me amas y que siempre estarás conmigo.
Se besaron una y otra vez
-Lucia ¿Me aceptas?
-Si
Un anillo y una corona hecha de colares fue el sello de este amor
-Tu para mi, yo para ti, así lo quiere Dios, nos casatos oficialmente en la ciudad de Medellin.

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-Mi amor, quisiera preguntarte algo, realmente esa semana que pasaste en la isla descansando ¿Fue ese el verdadero motivo? ¿No me estas ocultando algo?
-¿Que quieres decir con eso? ¿Cual podría ser el otro motivo
-Dejar de amarme, tratar de olvidarme, seguir libre, no casarte
-Y ¿Porque querría hacer esto?
-Tal vez por un momento regresaste al pasado
-No puedo engañarte, el pasado me persiguió en la isla, al punto que llegó a pararse frente a mi y gire en sus brazos como una veleta abatida por el viento
-¿De que estas hablando? Lucia ¿Te encontraste a Luis en la isla? ¿Lo viste? ¿Hablaste con el?
-No Dilan, tan sólo era un fantasma, por un momento lo persegui y lo llame, grite su nombre y sabes, ese fantasma de mi pasado no me conoce, murió y de nuevo surge en mi presente para decirme que me ama y que siempre me amo
-Lucia siento perder la razón, no entiendo nada ¿Estas segura de que te sientes bien? Pareces delirando
-No Dilan, no deliro, no estoy loca, es más yo no entiendo nada
-Y ¿Que es lo que no entiendes? No hables más locuras, dime que me amas como nunca has amado a nadie, aunque no se como borrarme de la mente tantas cosas que dices que logran confundirme
-No te preocupes, a veces se nos pega algo de las emociones de nuestros pacientes y nuestros sentimientos se entrelazan y se confunden para luego unirse en un perfecto equilibrio, tu este mi presente y mi futuro, el amor relajado y placentero que quema y consume el ardiente fuego de pasado, convirtiéndolo sólo en cenizas arrastradas por el viento
-Lucia, tu eres mi destino -Dijo el mirándolo fijamente a los ojos- a donde quiera que vayas yo iré, como sombra te seguiré, porque mi amor es fiel, leal y sincero, porque te quiero, porque te quiero y porque me nació quererte y yo me enloquecería si algún día me olvidarás. Lucia, te noto cansada, te molesmolestaria si te hago una propuesta
-Me asustas Dilan, que otra promesa puedes hacerme, ya me propusiste matrimonio ¿Queda alguna más?
-Si Lucia, una propuesta indecente
-Por Dios Dilan, que estas diciendo, no puedo ni imaginarlo...
-Alto ahí, no es lo que te imaginas, quiero que nos vayamos a un hotel, pero solamente a soñar, nos tomariamos unos vinitos, nos tenderíamos uno al lado del otro solamente para alejarnos del mundo y sentirnos más cerca el uno del otro, solamente a descansar y hacer planes de noche para nuestro futuro
-Tan sólo para eso mi amor, no estoy de acuerdo
-¿Porque mí amor?
-Por que no se vive solamente de amor y de palabras
-Disculpame, la cena tambien esta incluida y un postre maravilloso de besos
-Esta bien, busquemos ese lugar para soñar y demonos prisa porque los sueños son cortos, en casa me espera mi abuela y a ti la Señora Carolina, con la cual he compartido solamente un saludo, a propósito, que tal si mañana nos vamos temprano a mi apartamento en el Rodadero con mis amigos, Alejandra y tu madre y pasamos este fin de semana allí todos ¿Que te parece? Recuerda que el Lunes regresas a Medellin
-Si, me parece bien, por ahora hagamosle a lo nuestro
-Recuerda una cosa
-¿Que quieres que recuerde?
-Que no nos vamos de luna de miel
-Si mi amor, no te preocupes es tan sólo un aperitivo tan exquisito como el mejor de los vinos o una fresca copa de champaña.

Pasado InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora