Capitulo 4

602 13 1
                                    

Era hermosa la mañana, la cabaña vecina seguía cerrada, el cielo despejado y claro mientras disfrutaba de un delicioso café tendida en la hamaca su pensamiento voló sobre el pasado.

"¿Porque te fuiste amor? Yo no lo entiendo, el llanto y el dolor van consumiendo, el fuego de ese amor cautivo y lento que extiende su dolor sobre el silencio y exparse sentimientos en el viento, eramos tu y yo, el mar y el viento, el brillo en las luces de aquel puerto, la musica de un bals sensual y lento, llegando tan sutil como la brisa y dos copas que se chocan contra el fuego de unos labios con aroma a vino seco.

Embriagados de este amor ardiente y fresco bajo el fondo de aquel mar azul sereno, nuestras manos enlazamos y con un beso nos juramos amor mientras la lluvia resbalaba juguetona en nuestros cuerpos. El fuego de este amor sentí que ardua al chocar contra tu piel de fantasía, al mirarte mi corazón por ti latia, sintiendo al rededor girar la vida a la sombra de un amor que florecia."

Lucía seguía aferrada a su pasado, el día iba cayendo y ella seguía allí, recostada en la hamaca. Miró hacia la otra cabaña sin llegar a ver ningún movimiento, ¿Estaría siendo acechada por un fantasma? ¿El fantasma de su pasado personificado?

-Que tontería, definitivamente me estoy volviendo loca, y el halcón negro ¿De donde salio? Este si pude verlo claramente y por ahí dicen que detrás de un fantasma vuela un cuervo negro, pero este era un halcón, seguramente el fantasma es de sangre azul, ¡Vaya! Que disparate estoy pensando-.

Miro su reloj, 3 de la tarde, el tiempo pasa volando.

Bruscamente se levantó, saco un jugo de la nevera y preparo un sandwish para luego nuevamente dirigirse a la hamaca, miro el paisaje y suspiró, alcanzó a saludar a algunas personas que iban y venían de la playa, para retornar nuevamente a su mágico mundo de fantasía y mirando como el sol se iba olcutando, su tenue resplandor la iba envolviendo y ella con su dolor mirando lejos, así su corazón se iba muriendo, se lanza en el vacio fatal del pensamiento que la lleva, la trae y la lanza contra el fuego, que lentamente apaga su llanto tenue y denso, quedandose dormida en brazos del recuerdo.

Pasado InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora