Jamas te hubiese visto

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Si te hubiese visto como yo te veo, jamás te hubiese visto.

Debo empezar por aceptar que mi curiosidad me está matando. Que no me gusta ser feliz del todo, ni siento que al estarlo pueda ser real. Temo que no puedo ser mejor que tus viejos recuerdos idealizados, y que ese amor restringido para ti, al que nunca pudiste tocar como te deje hacerlo yo, ha sido lo más puro que puedes sentir.

Temo también que pueda estar enloqueciendo, que me da rabia de no poder ignorar las cosas tal cómo lo haces tú, que mis sentimientos llevan arrastrándome durante horas, que tu voz suena en eco repitiendo "nadie sera igual jamas"!, que quizás no debí preguntar aquellas cosas que ahora a pesar de ser parte de tu pasado me afectan justo ahora. Envidio ese amor desesperado que sentías, pero no por mi, cuando hablas puedo sentir tu amor latente en cada palabra dicha.

Quisiera ser tu obsesión así como lo fue por años, que tus ojos solo voltearan por deseos de verme, que tus pasos buscaran la casualidad de encontrar mis pasos, que cuando quisieras alejarte lo hicieses justo en el sentido opuesto ya que la tierra es redonda y al final de todo me encontraras en el punto medio del camino, que me amases sin que yo lo buscará o lo pidiera. Justo es lo que yo hago contigo, yo te busco, y busco las casualidades, intento que el destino se apiade de mi sentir, para que no decida alejarme de ti. Todo lo he dejado tan fácil para ti, para que no tengas pretexto y no corresponder mi amor, no sé si ese es el problema, te sobre valoro, te veo tan perfecto y te pienso, incluso si tú no eres la única causa de mi felicidad, eres el mayor de mis miedos, eres la templanza en mi.

Ahora bien, ¿cómo puedes simplemente disfrazar la palabras, y me haces dudar di mi, de ti, y todo en cuanto nos rodea?, ¿cómo puedes pedirme con palabras adornadas que solo tenga ojos para ti?, ¿Cómo puedo pedirte lo mismo, sin sonar mezquina y egoísta?, ¿Cómo puedo simplemente tomar tu corazón y escribir mi nombre en tus pensamientos, que resuenen la fuerza necesaria para robarte hasta el sueño, lo suficiente para no dejar espacio ni a tus recuerdos? Pero no yo soy de las que aguardan a los hechos, a luchar y perseverar, a ser una puritana de doble moral que se contradice con sus actos y sus palabras, pero sobre todo con la mirada.

No deberían atormentarme ahora estos pensamientos, pero lo hacen de igual forma. No dudo de tu querer, pero no encuentro por mi misma respuesta a la duda que aqueja todo esto, dirás tú, «que por esto hubiese empezado», pero ya ves la manía mía de dejar todo hasta el final. El punto es ¿por qué no puedes quererme un poco de esa forma? Acaso mi imprudencia, ha matado tu romanticismo, acaso gozas de la comodidad que te brindo, es más fácil esperar que buscar.

Recuerdo haberla conocido, seguro conocí más de ella que lo que tú lo hiciste. Pero cuando uno está enamorado, no ve más allá de lo evidente, evidentemente ella era bella, tenía una mirada que atrapó tu mirada, sin mencionar que era atractiva. Ella es ahora lo que tu hubieses querido ser, otra curiosidad para ti, un reto que por ahora no está a tu alcance, Si ella te pudiera ver de la forma en que yo te veo, probablemente sus ojos también se hubieran cautivado de tus ojos, y muy probable te hubiera visto dichoso, feliz, te hubieras ahorrado otras decepciones, y muy probablemente te hubieras ganado otra, porque ella hubiera roto tu corazón y quizás aún así te hubieras aferrado a ella, no sabría más de ti después de todo ello, incluso tu rumbo hubiera sido totalmente opuesto al mío, con una gran probabilidad no unirse al mío en un futuro, y yo no hubiese escrito esto, no habría manera en que yo pudiera saber de ti, solo tendría vagos recuerdos de tu presencia, esa silueta borrosa al final, en una clase que odiabas. Pero por qué hacer suposiciones con lo que nunca fue, no sé, solo sería funcional si te hubieras decepcionado, si la hubieras visto realmente y no solo con ojos de enamorado. Ahora yo no tendría que divagar entré lo que eres conmigo y lo que querías ser para ella.

Perdona este complejo falsa modestia, incluso podría ser llamado de inferioridad. Tan absurdo como lo que es. Sólo quisiera que me trates como si en cualquier momento pudieras perderme, como si tus decesos irremediablemente me buscaran, como si no pudieras frenar tus sentimiento y de repente tuvieras un verso único solo para mí, como si no pudiese caber duda en mi ni en ti en que tu amor es irrevocable e inmutable, en que si pudieses pedir cualquier cosa tu pensamiento siempre eligiera poder estar conmigo, que defiendas nuestro amor ante todo, que con mi compañía te baste para ser feliz y sentir que no necesitas nada más, que me muestres tus secretos, tus justos, incluso puedas decirme tus pensamientos más íntimos y no tengas que morderte la lengua para no lastimarme. Sé bien que muchas de estas cosas las haces y no sabes cuan feliz me haces, pero a veces necesito escucharte decir todo aquello, para saber que tus acciones me han llegado con el mensaje correcto.

Es absurda mi tortura, lo sé, muy bien. Y a pesar de querer que me quieras de una manera tan intensa y obsesiva, me haces feliz con esta forma de amar que tienes ahora, tan sincera, porque yo sonrió si tú sonríes, si tú me besas mi corazón entra en frenesí, porque si tú dices te quiero sé que cada palabra es verdadera. Me quedo ahora sin argumentos que sustenten tal miedo, pero aún solo quiero saber que como yo no hay nadie, que soy para ti la única niña de tus ojos. Pues claro está que quiero ser de ti la única chica y que sea tan parte de ti, que no pueda caber en ti la idea de no pertenecer a tu vida.

Cartas Sin Remitente (ReVamped)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora