19.

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Me desperté y no había nadie a mi lado. Maldito Dixon, es peor que las mujeres cuando están en sus días. Me levante y fui para el patio. Vi a Tyreese caminar rápido hacia Rick agarrandolo de la camisa.

Para loco, ¿tan temprano y hay bardo?

—Tú eres policía, ven a arreglar esto. — dice llevándolo como pluma.

Yo por chismosa voy, pero en el momento que camino hacia mi macho me detiene.

—Oh no, tú te quedas aqui. — me advierte alejándome levemente con un empujón de hombro. ¿Qué, ahora no puedo ser chismosa que me corren? —Lo vamos a ver Carol, Rick y yo, no hace falta que tú estés. — auch, eso me dolió.

Lo miré desconcertada y me fui, no porque le haga caso pero me dolió lo que dijo, más el tono que uso. Lo dijo con tanto remordimiento. ¿No era que somos pareja ahora? ¿Qué concha le pasa? Tampoco es que se enoje por esa pelotudez que dije en la noche que escuche un caminante y yo lo obligue a que no buscará que seria al pedo.

Da, me hago mala sangre al reverendo pedo.

Me fui a mi celda otra vez y empecé rebuscar en mis cosas la foto de mi familia. Cuando le encontré me le quede mirando, con un tanto de ternura y paz. ¿El virus habrá llegado Argentina? Seguro que sí, pero es mejor que no piense en eso.

Cuando guarde todo de vuelta, me levante y siento un mareo de la puta madre que me deja boluda que pierdo el equilibrio y termino en rodillas en el piso.
Me agarro la frente con la mano y siento como mi cuerpo empieza a transpirar de los nervios. Esto solo me pasaba los días que llevaba días sin comer, ahora ando comiendo como una cerda desgraciada, loco.

Me fui levantando poco a poco. Y me sostuve de la cama, intentando calmar mi respiración y darme aire.

Jodeme que tengo la gripe esta de mierda. — exclamo con rabia.

Salí de la celda normal, esperando o que yo crea que el virus no me lo haya agarrado yo.
A veces me paso de boluda, como fui a tocar a Patrick.
Cuando estaba en el patio vi a Rick con sus puños algo rojos, atrás Daryl con cara de culo, Carol con cara de nervios y Tyreese todo hecho bosta.
Ahora entiendo las manos de Rick, ay, me perdí de lo mejor.

Aunque, la actitud de Carol es rara, ¿nerviosa? ¿ansiosa, tal vez? No sé.

—Gómez, — me habla Rick. — ve a buscar a los demás del consejo. — me manda. Asiento y voy a buscar a los demás. Papá Noel me lo encontré y me dijo que ya iba, Michonne y Maggie ya también.
Estaba buscando a Gleen y me lo encontré pero estaba igual que yo cuando me puse mal en la celda.

—Hey chino, ¿estas bien? Te ves para para orto. — le digo mirándolo.

—No, creo que tengo la gripe por Patrick. — ¿eh? Claramente no me entendió lo último pero me sorprendió lo que dijo.

—¿Me estas jodiendo?

—Creo que vamos a tener que aislarnos, yo te veo igual o incluso peor que yo aunque lo quieras disimular, Gómez. — dice mirando a la valla.

—Tal vez, — le dije pero al toque le sonreí. — siempre con vos chino de mi alma. — golpeó mi pecho despacio dos veces con mi mano hecha un puño y lo señalo. Tipo para decir que estoy con él.

(...)

Mientras el Ricardo explica no sé qué cosa, yo veo a Gleen que esta hecho bosta, y no sé si yo estoy en la misma situación que él, porque me estoy sintiendo pal culo.

—Hey Rick, — dije mirándolo cansada. — te doy una idea, los que estuvieron en contacto en todo el bloque D se vaya al pabellón A, ese pabellón es cerrado y protegido. Dudo mucho que alguien salga de ahí si algunos mueren si no se llega a salvar la vida del que está infectado.

El Ricardo se queda en silencio mientras siento varias miradas en mí.

No quiero mirar porque siento que me desmayare.

—Hay que llevarte ahí. — escucho que dice el viejo garca.

—Lo sé. — digo sin fuerzas. Me levanto de mi silla y me voy caminando al pabellón A.

—Ivonne. — lo escucho.

—No te preocupes Daryl. Estaré bien.

—No lo estarás, no ahí adentro sola hasta que todos mueran. — dice firme.

—No lo haré, de Ivonne Gómez nadie se libra. — dije mirándolo. — Hershel y el Doctor D sabrán que hacer para salvarnos. — agarre la manija de la puerta. — Ve a buscar medicinas, vi que no hay las que necesitamos. — él solo asiente y trata de venir a mi lado pero yo entro rápido al pabellón y Daryl sólo se aleja con un asentimiento de cabeza, ay, ni en los momentos más trágicos puedo dejar de pensar que esta más bueno que el pan.

Tamos muertos.

Me fui a una celda de las de arriba y me procure en estar calmada.
Esto es el infierno en pinta.

Boludo, nunca imagine que me iba a contagiar, si me muero por una gripe en vez de por un caminante. Ya fue, me considero una pelotuda débil.

Me pesan los ojos, creo que me voy a echar una siesta.

(...)

Cuando me desperté sentí un quilombo en el lugar que me levante como pude y vi que el viejo papá Noel estaba ayudando al Doctor D que estaba igual de contagiado.

Estamos en cuarentena y creo que muchos de los no contagiados deben de estar tapándose la cara o al menos la boca y nariz.

Así que vos también estas acá, morocha. — dije con un tono bastante alto aunque no me haya podido entender.

Sasha se volteó a mi y estaba hecha bosta, no me imagino yo o Gleen que veo que entró a una celda con el viejo Hershel.

—Ya me imaginaba que me iba a encontrar contigo, Gómez. Hasta el último momento que estamos por morir tú no dejas de hablar en español.

—Y no, ¿Qué esperabas? No quiero que me entiendan para que me caguen a palo. No soy tan boluda.

—Te ves fatal. — me dice cambiando de tema con una media sonrisa.

—De vos ni se diga. — digo elevando mi puño esperando a que lo choque y lo hace.

—Ah, antes de que me olvide. Carl te andaba buscando, ve a esa sala y lo encontrarás. — me señala una puerta.

—Gracias. — me alejo de la morocha y voy a esa sala, abrí la puerta y me encontré al vaquerito ahí con ojos tristes, aunque no nos toquemos ni nada ya que nos divide un vidrio.

—No creí que te hayas contagiado. — dice con voz media rota. —¿Daryl lo sabe?

—Che, no llores boludo. — la voz me salio más débil de lo normal. Tal vez sea porque lo estoy viendo a él. — no deberías estar acá, te pueden retar. Y respecto a Daryl, si lo sabe.

—No me podía quedar de brazos cruzados mientras estés aquí, y si me regañan no me importa. Si no fueras tú, ¿quién me va a enseñar español?

Tranquilo pendejo, si el apocalipsis no termino de acabar conmigo menos lo hará esta gripe de mierda. — digo guiñandole el ojo. A lo lejos vi una sombra y no sé quién era porqué empece a toser.

—¡Ivonne! — me llamó el vaquerito. — ¡Ivonne! ¿Estás bien? — obvio no vaquero pero no te voy a responder de manera sarcástica porque no puedo hablar, solo le hice una seña de que si y me fui de la sala.

No sé quién era el de la sombra pero quería creer que era Daryl.

Me fui a la celda donde estaba y me acosté hecha mierda.

Tengo miedo la concha de la lora.



Una argentina en un apocalipsis [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora