15.

2.7K 249 21
                                    

Me duele la cabeza, ¿qué mierda pasó?

Oh, ya recuerdo, un auto salió de la nada y nos choco. Pagará el hijo de puta que hizo esto.

Estaba atada a una silla, a mi alrededor no estaba nadie. ¿Daryl dónde está? Lo más seguro que se lo llevaron a otra habitación.

Estaba escuchando pasos, él o la que esta detrás de esto no tiene límites.
Espera, ¿tengo enemigos? Yo que sepa nunca deje algo abierto si se trata de armar bardo. O tal vez sí.

La puerta fue abierta, pero no era acá. Por las dudas me haré la dormida pero intentaré desatarme.

—Espero que hayas dormido bien, callejero. — ¿callejero? Qué nombre más estúpido.

—No me hables como si me conocieras, idiota. — esa es la voz de Dixon. Está a salvo. —Dime que quieres. — mandó.

Estaba desesperada. ¿Qué carajos hago? ¿Quién es el que está hablando con mi mendigo?
Ya fue. Mis pies también estaban atados pero no era impedimento para tocar el piso e ir contra todo a la pared. A los segundos la silla se rompió, hizo un gran ruido que estoy segura que lo habrán escuchado.
Saqué rápido mi cuchillo de mi pantalón y empecé a cortar las cuerdas de mis muñecas.

—Ya sé desperto Gómez, ve a buscarla a esa problemática. — me quedaba poco, ya está. Vamo boludo.

No me quedaba tiempo, me escondí en unos de los baldes grandes que se encontraban ahí y me libre completamente de las cuerdas. A los instantes la puerta fue abierta.

—Sal, Gómez. — bue, ¿qué se hacen estos los maleantes? Unos boludos deben ser.

El chabon se estaba acercando, así que de imprevisto le pegué en sus huevos, éste se agachó y se agarró sus partes. Uy, pobre se quedó sin hijos.

Me iba a largar de ahí pero el pibe me agarró el pie y caí de jeta al piso.

Concha que te re mil pario, estúpido del orto. — putee, él me miro con cara de confundido, esta es mi oportunidad, le pateé su cara.

—La puta madre.

Che. — me miró. —Que mal andas insultando. — no lo dejé hablar que le tiré el cuchillo en la frente.

Otro ser humano que vengo matando. Vamos bien.
Le saqué mi cuchillo de su frente y también sus armas.

—Idiota, ¿la pudiste atrapar? — dice un hombre.

No me imaginaba que eras vos, eh.

—¿Cómo pudiste?

—¿Olvidaste como soy, Jayden? — ni se la creía él tipo.

—Claro que no. Sigues siendo una perra después de todo.

Pensé que te había dejado en el pasado pero parece que quedaste resentido.

—Deja de hablar en español.

No veo a mi viejo por acá, así que no obedecere tus peticiones. — caminé delante de él, ¿el miedo? A la mierda con eso.

Tenía que estar segura de mi misma, si muestro miedo cague fuego.
Abrí la puerta y ahí se encontraba Daryl. Na no le hicieron nada. Este pelotudo no lo toco.
Me iba a acercar pero alguien me dio alta paliza en la nuca que caí al piso. Creo que mi nueva amante es el piso, vivo con el un poco más.

—Maldito hijo de puta. — escuche que dijo Daryl. ¿No me durmió? Qué débil.

—¿Qué? ¿Me vas a hacer algo? — dice Jayden.

—En cuanto me libre vas a ver. — bueno amor, si decís esa frase como que me cago muriendo sola, viste.

Los boludos estaban hablando, bueno en realidad gritando. Me paré silenciosamente y ya estaba detrás de Jayden. Me siento que estoy en una película de terror. Tenía preparado mi cuchillo.

—Debes callarte ya. — dice Jayden para voltear donde estaba mi cuerpo estaba antes tirado. —Ay no. — volteó y justo le clavé el cuchillo en su sien.

¡BOLUDO DE MIERDA! — le grité. Saqué mi cuchillo y quedó tirado en el piso. —Pensaste que me ibas a dormir pero solo me diste el pie para que te mate. Por otra parte, ¡Toma cara de verga, te cague matando JAJAJJA! — levante mis manos y salte como loca.

—Esa es mi chica. — dice Daryl desatandose las cuerdas de los pies. Cuando ya estuvo me abrazó súper fuerte. —Tuve miedo de perderte.

Es mejor que cierres el orto, estos boludos no eran un enemigo fuerte.

—Tienes razón.

Posta que tardaste mucho en desatarte. ¿alguna vez corriste tanto riesgo? — dije mirándolo.

—Si lo estuve, con el grupo. — ¿entonces por qué no se defendió o intentó librarse más antes? ¿Me estaba probando?

—Es mejor que salgamos, ver el cuerpo de ese estúpido no me gusta. — dije mirando el cuerpo de Jayden con asco. —Al menos tenemos más armas, ¿viste? — dije con una sonrisa, guardé mi cuchillo donde siempre y agarré el rifle. —Ve a fijarte el otro, que también tiene un rifle. — le mandé.

Él me hizo caso y ya estábamos saliendo del lugar.

—Espera. — volteé, estuvimos todo este tiempo en esta comunidad. Bueno era, fue destruida y por eso la abandoné.

—¿Qué sucede? — pregunta viendo dónde yo.

—Este lugar lo conozco, y si estos tipos de antes tenían las armas que aún tenían en esta comunidad deben de haber más. — miré con inocencia una casa.

Empecé a caminar, Daryl me seguía. Él se veía que no estaba tan seguro. Entramos a la casa, el mendigo fue primero que yo. Me mata de ternura, es sobreprotector.

—No hay nadie. — anuncié. Bajé el arma y me dirigí al sótano. Sí, que estás casas de los gringos tienen cada lugar.

Abrí una puerta, uh, no se ve una chota. Daryl prendió su linterna. Al frente había una puerta pero con clavé.

—¿Desde cuando existieron esté tipo de puertas? — pregunta Dixon.

Yo que voy a saber. Tal vez antes eran corruptos los que vivían aquí antes de esta mierda. — dije.

—¿Cómo sabremos la contraseña? — sonreí, no era tan difícil.

Me la acuerdo perfectamente. 2-6-0-9-1-9.
Al instante la puerta se abrió. Cuando la abrí por completo nos llevamos una gran sorpresa.

—Esto es lo más hermoso que vi, claro, después de ti. — dije mirando a Dixon. Éste me miró con una sonrisa y al instante me comió la boca.

Uy, me gusta.

—Después me tienes que explicar todo esta mierda y como conoces todo. — dice agarrándome de la cintura.

—Creo que no tengo opción, ¿no? — negó. Puta madre. Bueno me quedé con ganas que me lo volví a comer.

Una argentina en un apocalipsis [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora