09.

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Rick explicó el plan y me pareció re copado, ya quiero ver las caras de asustados que tiene toda la banda del cara de pito.

—Hola Gómez. — dice Carlitos.

—Hola capo. ¿A que se debe que me visites?

—Estas en el patio. — dice obvio.

No la cagues, boludo.

—Te entendí. — uh, el alumno superó al maestro, amén.

—Eso me pasa por querer enseñarte. — y ríe.

Estuvimos charlando un rato, hasta que se tuvo que ir y quedé solita otra vez.

Mañana es el ataque que tenemos y yo estoy incluida.
Después de todo la negra que vi hace dos días era Michonne. Es re callada, se va a llevar bien conmigo ya va a ver. De Ivonne Gómez nadie se escapa.

Estoy viendo mi cuchillo que siempre lo tengo guardado. Cada detalle que tiene me encanta.

—¿Podemos hablar? — dice una voz que logra asustarme.

Lo miré y no dije nada que se invitó solo a qué se sentara.

—¿De? Que yo sepa te mande a la mierda y vos ni bola.

—No te entiendo.

—Lo sé, mendigo.

—Cuidate mañana. No quiero que te pase nada malo, ¿entendiste? — me dice como si fuera mi viejo. Espera, ¿no me digas que ya se engancho?

¿Ya te enganchaste conmigo, bombón? — dije juguetona empujándolo con mi brazo.

Dixon al no aguantarme alzó su brazo y me empuja haciendo que caiga de la caja de manera que tenía como soporte de mi lindo culo.

Ay mi culo, mendigo. — dije sobandome mi culo.

(...)

No puedo dormir, lo que me dijo el mendigo antes de irse me dejó re embobada.

"Sólo cuídate, te quiero."

Y tampoco me saco el chape  que me dio después de eso. El pibe ya se enganchó. ¡Aguante Ivonne, que sin hacer nada y solo por mostrar su boludes Daryl me dio bola!.

Aunque, es muy temprano para que me diga que me quiere, ya que en la mayoría del tiempo lo molesto o intento hablar con él, o sólo le digo indirectas... Ohhhhh, ya entendí.

(...)

Ya estábamos listos para que venga la banda del cara de pito.
Carl, Lori, Judith, Beth y con Hershel se fueron al bosque llevándose consigo los equipajes y todo lo que demuestra que nosotros no estamos dentro de la prisión ya para que cuando venga el otro no sé nos complique el laburo.

A mi me mandaron Maggie y a los otros ni idea, solo quería saber cual era él mío y listorti. Sólo sé que me tengo que preparar cuando se escuchen a Rick y Daryl tirar las granadas de humo y que suene la alarma.

Estoy nerviosa y llena de adrenalina, como aquella vez. De tan solo pensar en como esos tres mal paridos violaban a mi hermana menor, mi cuñada y mi madre me hierve la sangre.

Escuche que unos motores se acercaban, cada vez se acercaban más y me di cuenta cuando que ya estaban dentro cuando se escuchó una explosión de una de las torres principales de vigilancia. Para gil, ni que estuvieran en la guerra de Las Malvinas, yankees de mierda. Que nos costó un huevo esas islas para que ellos vengan y pongan una banderita y digan que es de ellos.

Miré a Maggie, ella estaba aterrada pero estaba preparada. Se escuchó la voz del Gobernador indicandoles a la banda que entren a nuestro pabellón. Estaba más que callado la situación, estos hijos de putas no se apuran para explorar el lugar que ya me estoy hartando.
Cuando mis lindos oídos escucharon las explosiones y la alarma, mi cuerpo reaccionó solo y estaba arrodillada escuchando como los pelotudos empezaban a gritar como maricas y salir del pabellón.

El chino nos dio la señal de que disparemos y los tres empezamos a hacerlo. Una bala casi me vuela el bocho pero solo fue de puro culo que no lo hizo porque me agache justo. 
No le pude disparar al loco del Gobernador que ya se subió a su camioneta y se fue por donde vino.

Maggie me miró sonriente, nos acercamos y chocamos los cinco.

—¡Bajen! — nos gritó el chino que estaba abajo bien escondido.

Cuando bajamos estaba Rick mirando la entrada.

—Lo logramos.

—Tenemos que ir tras ellos. — dice Carol.

—Tenemos que ir a Woodbury. — dice Michonne.

We aguanta, ¿nos queres matar vos? — dije con enojo.

—No tomaremos ese riesgo. — contestó a lo que dijo la negra. —La última vez que fuimos a Woodbury salió todo mal ¿o no recuerdan? — dice Maggie.

Bueno esa parte no me la sé, así que me alejo de a poco, que se maten entre ellos para decidir que hacer.

—¡Gómez! — ay, ¿ahora qué?

—¿Qué Rick?

—Vendras con nosotros.

—Okey. Traeré a los otros. — dije yéndome por fin. Éste sólo asintió y miré a Dixon, me estaba viendo, le guiñe el ojo y al instante giró su cabeza. Ya caíste boludo.

Estaba caminando por el bosque, estaba viendo a lo lejos el auto en donde se fueron los otros que faltaron.
Estaba re campante caminando cuando casi me voy a la mierda por una pierna.

¡Ay, pelotudo de mierda para que te metes en mi camino! — pateé el cuerpo de un adolescente, para a esté lo mataron recién. —Buenas gente, vayan relajando las tangas que los llevo de vuelta a la prisión. — dije viéndolos. Después preguntaré que paso con el pendejo que está tirado.

Todos estaban en el auto y arranqué.

—¿Ganamos? — preguntó Beth.

—Si, pero ahora nos iremos a donde ellos están. — digo si interés. — así matamos a todos.

Ahora que recuerdo...

—Hershel, tu idea funcionó, lo hizo re enojar al cara de pito del Gobernador. — dije acordándome de la Biblia que se encontraba en la celda del viejo en el piso.

Todos se rieron por imaginarse eso, al menos hay risas, menos una...

Cuando estábamos ya en la prisión, Rick besó a Lori y a la bendición. Lori se fue un tanto molesta, parece que le dijo algo al cana que yo no me enteré.









Una argentina en un apocalipsis [Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora