✿THREE✿

143 15 6
                                    

Seguía caminando lentamente por la calle, trataba de ver alguna piedra para quedarme allí y patearla fuertemente hasta perderla de vista, también contaba cada paso, y trataba de equivocarme para poder regresar y hacerlo de nuevo.

Suspiré, no me había tardado lo suficiente con Conan.

Si, sabía que este tipo de comportamiento, y actitud que tenía en este momento era el de una niña caprichosa e inmadura, pero no podían culparme, ya que todos alrededor mío, sabían que si se me metía alguna tonta o loca idea en la cabeza, no había poder humano en esta tierra capaz de poder hacer que cambiará de opinión, o al menos pensarlo, ya que mi respuesta seguiría siendo la misma.

Mire mi casa a tan solo unos 30 metros de distancia, y luego voltee mi vista hacia atrás, aún tenía una pequeña oportunidad de ir corriendo a casa de Conan y tratar de convencer a su madre para que pudiera hablar con mi madre y decirle que me quedaría en su casa ya que necesitaba ayuda en algo.

Nada podría fallar, ya que Conan y yo somos demasiado buenos (si no puedo decir que somos los reyes) en inventar excusas y pretextos para poder salirnos de alguna actividad que odiabamos, y lo bueno es que nunca hemos fallado, está vez no podría ser la excepción.

Suspiré, ya que mi consciencia me había dicho un rotundo "no lo intentes, sabemos que fallaras" así que me resigne a la idea que esa gran idea no funcionaría, al menos no en esta ocasión, ya que al igual que yo mi madre era demasiado obstinada cuando se lo propone, ahora que lo pienso, de ella saque esta actitud.

Y sabía que podía superarla, pero ella jamás lo admitiría.

Mire la puerta de mi casa enfrente mío, e hice un gesto que no podía cubrir mi fastidio.

Entre a mi casa, sabía que si íbamos de una vez , terminaría pronto con el sufrimiento, y no tendría que fingir tanto maldito tiempo.

- ¡Por el amor de Dios Ashley! - grito mi madre

- ¿Qué madre? - pregunté fastidiada, me sentía tan enojada con ella por su maldita costumbre de llevar algo a los nuevos vecinos.

- ¿Te estas mirando? - dijo lentamente - Tienes toda la camisa manchada de harina y huevo, por favor, ve rápido a tu habitación y cámbiate de camisa o playera, para que podamos ir a presentarnos con los nuevos vecinos - dijo lento y despacio, como si alguien nos escuchará

- Pero no se ve tanto - dije mirándola pero me asusté al ver su mirada de enojo en ella, aquellas miradas que no necesitan palabras, te lo dice todo con esa mirada.

- Voy madre - dije subiendo despacio las escaleras, mientras sentía la mirada de fastidio de mi madre

Sonreí satisfecha, al menos estaba haciendo enojar un rato a mi madre, antes de irnos.

Entre a mi habitación, y elegí lo primero que ví, una blusa color azul marino y unos shorts blancos, me tarde un poco en elegir unos Vans grises y cepille mi pelo para que no se mirara tan despeinado.

Tarde aproximadamente 10 minutos, o incluso menos en vestirme, pero eso no impidió que mi madre subiera hasta mi habitación, tocando fuertemente la puerta de esta.

- ¡Ashley! - grito mi madre - cariño por favor, si se hace aún más tarde, sería una grosería y una falta de respeto llegar a su casa después de las 8:00 pm

- ¿Porqué debes ver el lado malo de las cosas? - le pregunté - si ya no vamos, tendremos un pastel para cenar - dije saliendo de la habitación

- ¡Ashley vamonos ya! - me dijo mi madre - ¿Porque es tan difícil salir rápido de esta casa? - me habló 

HEATHER© C.G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora