EPÍLOGO

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Él timbre de la salida había sonado por lo que tome rápidamente mis cosas y salía de mi tercera clase en la Universidad.

Suspiré mirando hacia la ventana, aún no sabía si mis decisiones hasta ahora habían sido correctas, pero justo ahora me sentía feliz, como hace tiempo no lo hacía.

Después de lo que había pasado esa noche, mi decisión de haberme alejado de Conan seguía siendo la misma, que desde hace ya dos años.

No mentía, a veces cuando miraba algunas fotos o vídeos, me sentía tan mal que terminaba llorando toda la noche y tenía que llamar a Ryan para que me acompañará.

Los primeros meses fueron una tortura gigante, porque siempre me transportaba a aquella noche, y las palabras que dije, y la decisión tomada, pero después de haber entrado a la Universidad, decidi que tendría que poner toda mi atención en ella para no reprobar y enfocarme en mis estudios y no en él y sus recuerdo.

Y si tenía que ser honesta, a veces lo hacia, porque en aquellos días donde estaba perdida en mis pensamientos, las preguntas cómo, ¿qué había sido de él? si aún me recordaba, si aún me quería, o si guardaba ese recuerdo de amistad que tuvimos, o algunas otras preguntas, eran las que llegaban a mi mente, pero al final del día, me obligaba a dejar de pensar en ello, y enfocarme en mi.

Y siempre me repetía que incluso la vida me decía de una u otra forma que había sido la mejor decisión, ya que la decisión de la Universidad, ni siquiera había quedado en mis manos, ya que no había sido seleccionada en UCLA, por lo que me ayudaba mucho en seguir con lo que había decidido.

No sabía nada de él después de esa noche, ya que, deje de seguirlo en todas sus plataformas sociales, había eliminado las mías, cambie mi número de teléfono, e incluso mis primeros meses de las vacaciones, me había ido a Los Angeles, para no verlo.

Solo por Andy y Ashley, sabía que había sacado su EP y que había triunfado en la musica.

Ya no solo era un músico cualquiera, ya era el ídolo de muchas personas, que sentían que sus canciones contaban parte de su historia.

Sonreí inconscientemente, pero la quite, ya que ya me había convencido de que finalmente ya lo había superado.

Y aunque hace casi un año, me llegó un momento de arrepentimiento, y había intentado hablar con él, y tratar de arreglar las cosas, pero como si fuera un mensaje del destino, el había cambiado su número por lo que lo tome como una señal.

No quería pedirle su número a Ashley, ya que no quería dar explicaciones de nada, y siendo sinceros, creo que era mejor seguir alejados, ya que así, ninguno de los dos tendría que sufrir por las decisiones del otro.

- Hola Audrey - escucho  la voz de alguien que la saco de sus pensamientos.

Volteó hacia donde estaba la voz y era Oliver, un chico de su clase con el cual había formado una amistad, aunque no era muy estrecha.

No quería quedarse a platicar con él, ya que estaba un poco cansada por las clases y lo único que quería hacer era llegar a la Cafetería y comer algo, pero  no quería ser grosera, por lo que decidió quedarse a hablar con él.

Un chico alto, de cabellos castaños, ojos claros y lleno de tatuajes.

- hola Oliver - dijo ella sonriendo y besando su mejilla

- Luces radiante hoy - hablo y ella sonrió

- Siempre me haces sentir muy bien con tus comentarios - reí

- Solo es la verdad - río y yo sonreí

- ¿Ya has terminado tu clase? - pregunté tontamente y él río.

HEATHER© C.G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora