Sonreí cuando los tres llegamos a la cafetería juntos, creí que mi primer día de escuela sería mucho peor.
Ashley tomo mi mano para llevarme a una mesa alejada de dónde estaban las porristas, y los jugadores de fútbol americano, por lo que supuse que esa era su mesa habitual.
- Me gustaría sentarme en una mesa cerca de la barra de la comida, pero cuando ellos comienzan a jugar con sus balones, todos aquí somos perfectos para ser el blanco de tiro - dijo Ash enojada mirando a alguno de ellos
- Es un poco complicada está situación - sonrió Conan - pero divertida en ocasiones
-¡Claro que no! - dijo Ashley rodando los ojos - tú lo ves así porque te gusta sentarte cerca de esos idiotas - sonrió sarcástica
- ¡eso no es cierto! - se defendió Conan - ¡Mentirosa!
- ¡Claro que no! ¡Sabes que es verdad! - se defendió
- ¡No es cierto! - hablo Conan sonrojado
- ¡Que si! - hablo Ashley
- ¡Que no! - dijo
Sonreí, me recordaban tanto a Liam y a Maddie cuando tenía que parar sus peleas interminables, que se me hacía inevitable no recordarlos en todo momento.
- Bueno, basta chicos - sonreí - A Conan le gusta estar cerca de ellos porque es la única que está cerca de la barra de comida - lo defendí
Ambos guardaron silencio y me miraron.
Baje la mirada, tal vez no debí haber dicho nada ya que aún no éramos los mejores amigos.
- ¡Exacto! - hablo - finalmente alguien me entiende - sonrió felíz
- Bien, supongo que tienes razón - hablo Ashley
Levanté la mirada sonriendo, ellos eran chicos muy geniales.
- Bien, lo primero es que ustedes se queden aquí, para que no nos quiten la mesa - dijo Ashley mirándonos a Conan y a mi - hay gente que mataría si llegas a quitarle su asiento - me susurro - es todo un lío.
Yo rei, en todas las escuelas la cafetería nunca sería un lugar seguro, era una jungla salvaje con diferentes bandos.
Ashley se fue a la barra de alimentos para poder traer algo y yo me quedé con Conan, me estaba preparando mentalmente para un momento incómodo, ya que ambos no hablábamos demasiado, pero al parecer Conan quería saber más de mi, o al menos no estar callados.
- ¿Así que viviste en Milán? - me preguntó
- Si, bueno nací allá pero jamás lo conoci - sonreí triste.
- ¿Porqué? - me preguntó
- Nos mudamos mucho - le dije
El guardo silencio así que formule otra pregunta para que no nos quedaremos en un silencio incómodo.
- ¿Y tú? ¿De dónde vienes? - le pregunté
- Yo nací en California, pero mi infancia la recuerdo en Japón y bueno también nos mudabamos con facilidad - me miró - dejamos de hacerlo cuando yo cumplí 12 años - sonrió
- ¡Genial! al menos después de los 12 pudiste tener una vida normal, yo con 17 años aún tengo miedo de que me mudé nuevamente - sonreí triste.
- Gracias a las mudanzas siempre hay un miedo cuando llegas a un nuevo lugar - hablo
- lo se, tal vez esa es la razón por la que no puedo tener amigos - dije
Ambos nos quedamos en silencio, no supe en que momento la plática se había tornado depresiva.
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HEATHER© C.G.
FanficAún no sabía si debía seguir intentando que me mires como yo lo hago contigo, o dejarte ir y resignarme a que jamás me amarás como lo hago yo, porque soy estúpida, estúpida por esperar algo que no va a pasar, algo que me duele desde que te conozco...