HEATHER© C.G.

✿FORTY EIGHT✿

Ashley me hablaba acerca de la cita de ayer con Andy, sonreí cuando mire que sus ojos se iluminaban al hablar de Andy, me hacia tan feliz que ambos fueran pareja.

Estábamos en el aula de Literatura, esperando a que la anciana maestra llegará a hablar de Sylvia Plath y los poemas más tristes de todos los tiempos.

- Y creo que eso es todo - me dijo

- Son tan cursis - bromee y ella río

- Lo somos - sonrió y luego dejo de hacerlo para mirarme - y ya que tú no piensas decirme nada acerca de Conan y tú, tendré que preguntarlo - sonrió - ¡Dime qué vovieron a ser los amigos de antes!

Yo sonreí triste y mire hacia otro lado.

- Lamento informarte que no - dije y ella cambió su cara de felicidad a una de confusión

- ¿Qué? ¿Pero porqué? ¿Qué pasó Audrey? - me preguntó

- Simplemente él me volvió a demostrar que... - suspiré - que Heather es mucho más importante que yo

- Ustedes son tan complicados - suspiro Ash

Y tenía razón, y si debía ser honesta, estaba cansada de que al parecer desde que conozco a Conan mi vida se basa en llorar cada noche por él.

No estaba enojada, pero solo quería disimular el dolor y la decepción que tenía hacia Conan.

Me sentía traicionada, confundida, pero sobre todo me sentía triste, triste al saber que Conan jamás me vería de la misma forma que yo lo hacía.

Jamás sería suficiente para él.

Suspiro frustrada, es que yo también tenía la maldita culpa, yo era la única responsable de esto, porque... ¿como alguna vez pensé que alguien como Conan sentiría algo por una persona como yo.

¿Cómo el se fijaría en la chica de los defectos cuando la chica más perfecta estaba a su lado?

Debía aceptarlo, él y yo nunca estaríamos juntosz porque él era todo lo hermoso de esta tierra, y yo solo podía apreciarlo.

Aunque fuera de lejos.

- Creí que por fin se arreglarían las cosas entre ustedes - dice Ash suspirando pesadamente - me equivoqué - sonrió triste

- Yo también, pero tendría que acostumbrarme a qué no todo siempre saldrá como quiero - dije levantando los hombros, como si eso no me importara.

- Deberían hablar, pero no gritándose, si no hablar como dos adultos civilizados - dijo y me miro

- no lo creo, ambos aún no hemos madurado lo suficiente como para ser dos adultos - reí

- Tienes razón - río

El sonido de la puerta golpearse hizo que miramos a aquella dirección, Ryan y sus amigos entraban golpeandose entre si, y uno termino en la puerta golpeandose mientras reia.

Sonreí inconscientemente cuando lo mire sonreír, ya que amaba su sonrisa, la natural, no la coqueta, si no está, donde se divertía con sus amigos, suspiré, ojalá algún día yo ocasionará esa sonrisa.

Sus amigos comenzaron a alejarse de él, haciendo sonidos de burla, y mire a una porrista que se le acercaba apresuradamente, mientras las otras murmuraban.

Deje de sonreí cuando mire quien era la porrista, Courtney mostraba su escote hacia él, y jugaba exageradamente con su cabello, no me gustaba ofender a las mujeres, pero ella era una zorra.

- Se que si vas con ellos, él la dejaría fácilmente - hablo Ashley

- No creo - hablé - mírala y mírame - le dije