✿FORTY THREE✿

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Suspiré mirando hacia otro lado, tratando de que el ambiente se tornará menos espeso.

La incomodidad en el aire era muy notoria, ya que Conan era mi compañero de laboratorio de Química y lo seguiría siendo hasta que las clases se dieran por finalizadas.

La maestra era demasiado exigente en sus clases, tenía normas y parámetros en cada paso que diéramos y hablando en la cuestión de lugares, era demasiado estricta, por lo que esa era la razón por la que ningún motivo podíamos simplemente cambiar de compañero de laboratorio, y seguir en otro lugar.

Porque claro que lo había intentado recientemente de nuestra pelea, no quería que tener que toparme con él en todas las clases de Quimica y actuar como si fuera el mejor compañero de clases.

Lamentablemente, al final lo único que obtuve fue una sanción de la maestra, por tan siquiera sugerir cambiar de compañero de clase, por lo que Conan sería mi compañero de Laboratorio hasta que nos graduaramos.

Estabamos haciendo un experimento que nos había dejado, volteé hacia donde estaba la mezcla, vi que Conan estaba haciendo todo lo practico, así que quite las manos de mi cara y comencé a hacer apuntes en mi libreta acerca de los cambios que sufría la mezcla.

Me quería morir, ya que todos hablaban entre compañeros para poder hacer su mejor esfuerzo, sin en cambio Conan y yo ni siquiera nos mirábamos.

No nos hablábamos, ni nos tocabamos, cada quien hacía lo suyo por su propia cuenta, no había una mirada rápida y si nuestros ojos coincidían por un error, teníamos que eliminar el contacto inmediatamente, y sinceramente se sintió terrible, creo que morir quemada dolía menos que esté sentimiento.

Mire al cielo tratando de retener algunas lágrimas, antes solíamos platicar tanto que irritabámos a la pobre maestra y nos sacaba de su clase y ahora, sólo nos limitabamos a ignorarnos, y tratar de estar lo más alejados posible uno del otro.

Tuve que tragarme todo el dolor, y retener todas mis lágrimas al darme cuenta de que ya no podía ni siquiera mirar al chico con el que solía pasar todo mi tiempo libre, con el que charlaba y salía la mayor parte del tiempo, aquel chico que se encargó de robarme el corazón con sus chistes malos, sus bromas sin sentido, y su gran habilidad para cantar.

Habiamos pasado de ser dos grandes amigos a ser solo dos comoefls de clase, y siendo honesta, ni siquiera éramos eso, solo éramos un par de desconocidos, no importaba el lugar o el momento, Conan Gray y yo, ya no éramos absolutamente nada.

La campana sono, sacandome de mis pensamientos y mirando que no había anotado nada importante en mi libreta.

Cómo ya era costumbre, todos salieron como estampida de animales, sin en cambio yo no, ya que teníamos que recoger todos los materiales del proyecto.

- Mueve ese trasero - me dijo Ryan enfrente mio metiendo sus cuadernos en la mochila

- Adelantate - le dije - necesito limpiar esto y guardar mis cosas - lo mire - aparta la mesa porfavor - le sonreí

- Bien, si no llegas en 10 minutos me largo con el equipo - advirtió mientras me daba un abrazo, al cual yo le correspondí - estás advertida Audrey - hablo

- ¿Me amenazas? - rei divertida y el sonrio sin contestarme y saliendo del aula.

Después de mirarlo desaparecer del laboratorio, mire alrededor pensando que había más personas que se quedaron recogiendo sus materiales, pero Conan era el único que estaba en el salón conmigo.

Suspiré sonoramente, no solo me afectaba emocionalmente que no me hablara con Conan, si no también académicamente.

Decidí hacer lo más sano, e ignorarlo, así que tome las cosas y las lave, las dejé en su lugar, al llegar a la mesa, todo estaba limpio por lo que supuse que Conan había recogido todo.

HEATHER© C.G.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora