Reino de sombra -Libro 1: Reinos Oscuros (COMPLETADO)

Capítulo 20: Fuera del palacio

Las sirvientas y damas de apoyo se apresuraron a preparar a Aurora para su pequeño viaje a su antiguo hogar donde sus hermanas esperaban impacientes a su regreso. Esa mañana, Aurora bajó los escalones de la entrada del palacio con una expresión seria en el rostro, pero con la esperanza de encontrarse al príncipe de frente. Con lo que había pasado el día anterior estaba casi segura de que no la acompañaría después de todo. Era la primera vez que salía del palacio y no sabía cómo la gente reaccionaría al verla ahora que era oficialmente la princesa de Ferona o más bien la futura reina. Un carruaje muy fino esperaba frente a ella. Era negro decorado con diseños en oro puro. Le pareció demasiado exagerado de momento. Varios soldados montados en sus caballos y otros dos a su lado esperaron a que subiera. Se quedó allí parada con la excusa de darle un vistazo a los caballos.

–¿Sucede algo, mi señora?– preguntó un soldado.

–No. No es nada. Podemos irnos ya– el hombre asintió y le tendió la mano para ayudarla a subir. Cuando se sentó se sorprendió al ver a Mikhail sentado frente a ella. Su postura era firme como siempre. Parecía más distante de lo normal así que decidió mantenerse callada. Observando cómo los árboles se alejaban a la distancia. Por un momento sintió la mirada del príncipe sobre ella, pero no le dio importancia–Pensé que no ibas a venir.

–Dije que vendría así que aquí estoy– contestó sin querer sonar agresivo–Puedo bajar del carruaje si lo deseas.

–No.– respondió con rapidez. Lo miró un segundo y luego volvió a apartar la mirada. Parecía que no había dormido bien, tenía unas leves ojeras bajo los ojos, pero aún así su atractivo seguía siendo el mismo de siempre–No seas absurdo. Si bajas...los soldados podrían pensar que sucede algo entre nosotros– un silencio incómodo se hizo presente, Mikhail no dijo nada después de eso.

–Parece que tampoco dormiste bien– masculló él después de un largo rato. Alarmada, Aurora se tocó las mejillas.

–¿Eso...parece?

–No te preocupes, sigues igual de bella que siempre– contestó mirando por la ventana y Aurora lo miró con más atención– Quiero disculparme– comentó de momento–Por todo lo que dije ayer– la miró nuevamente– No fue correcto, estaba molesto por muchas razones. La propuesta de Khan me es muy problemática en todos los aspectos y no me gusta que seas la carnada para arreglar un problema que no iniciamos nosotros. No voy a disculparme por querer protegerte ni tampoco  por no estar de acuerdo con tu opinión aunque sepa que estes buscando una solución para arreglar este problema. No puedo pretender que compartamos las mismas opiniones todo el tiempo, eso lo respeto. Tienes puntos importantes y tu opinión es firme, pero quiero que entiendas que la mía también lo es. Sería estúpido de mi parte si dejo que te vayas. Mi posición como rey depende de ello–Mikhail se aclaró la garganta– Puede que tengas razón cuando dices que soy orgulloso, egoísta y que no tengo corazón. No sé cómo amar. No conozco esa palabra. Pero jamás podría entregarlo todo porque eres lo único de valor que me queda. En realidad eres todo lo que tengo ahora. Y No quiero perderte.

Aurora respiró hondo sintiéndose conmovida por sus palabras. Sabía dentro de ella que había sido difícil para él decir todas esas cosas. Lo entendía, ella tampoco era una persona que hablaba de sus sentimientos con facilidad.

–¿Entonces no quieres que me vaya?

–No deseo que te vayas– afirmó y extendió las manos para tomar las suyas– Nuestra unión es importante para mí. Tú...eres... importante para mi. ¿Crees que puedas perdonarme?

Ambos estaban tan cerca el uno del otro que casi podían sentir sus alientos. Aurora desplegó los labios con el deseo de besar los de él. Allí estaba el Mikhail que conocía y del que se había encariñado tanto. El hombre tierno y sincero que sabía que era.