Kitsune: El nogitsune Parte 1 y 2 (+18🔥)

Capítulo 19 - Problemas tras problemas

Estaba cómoda y somnolienta sobre Aaron, la luz de la mañana entraba por la ventana para calentar mi cuerpo desnudo.

«¡Estoy sobre Aaron y la luz del sol toca mi piel!»

Eso es lo primero que pensé al darme cuenta que estaba pasando.

«¡MIERDA!»

—Aaron ... Aaron. —intentaba despertarlo.

—¿Qué? ¿Qué pasa? —dijo con sueño en su voz y mirada.

—Nos dormimos.

—¿Qué? —aún algo adormilado.

—Ya me oíste, ahora levanta tu trasero que nos vamos. —reaccionó a lo que le dije.

—Mierda, soy hombre muerto, tu padre me va a colgar del techo.

—Vamos a ser dos los colgados.

Nos cambiamos con la velocidad de un rayo, no encontraba mis zapatos ni mi ropa interior. Los buscamos por todas partes, recordé que mis zapatos los dejé arriba pero no había rastro me mis bragas.

«¡Malditas ropa interior!»

—No las encuentro.

—Busca debajo del sofá. —le hice caso.

—Siguen sin aparecer.

—A riesgo de escucharme como un idiota voy a decirlo. ¿Y si te vas sin ella?

—Para que queden en la oficina de tu padre, no gracias.

—Voy a regresar a limpiar el desastre que hicimos y las voy a buscar.

—Esta bien ... —no me agradaba la idea pero era la mejor opción.

—Prometo que no me voy a ir de acá sin tu ropa interior. —lo dice haciéndose el gracioso.

—Ja ja muero de risa. —le di una mirada seria.

Aaron agarró mi cintura atrayéndome a él, quería que lo mirara a los ojos.

—Basta de chistes, hablo en serio. No voy a dejar tu ropa interior aquí.

—¿Lo prometes?

—Sí, ahora ve por el resto de tus cosas así no nos mata del todo tu padre o levanta un reporte de persona perdida. —él solo bromeaba y yo preocupada por el castigo que venía por el horizonte.

—Está bien. —le di un pequeño y sincero beso.

Me alejé de Aaron pero me trajo de nuevo junto a él tirando de mi mano, puso la otra en mi rostro y me devolvió el beso pero con más lentitud.

—Podría acostumbrarme a esto. —alegría brotaba de él y tenía una gran sonrisa en su rostro que acompañaba su humor.

—Esto durará poco, moriremos en cuanto pise mi casa. Y si eso pasa te arrastraré conmigo.

—Valió la pena.

No le respondí a lo que me dijo, solo me quedé mirándolo con una sonrisa boba en la cara y le di un beso en la mejilla. Salí en busca de mis cosas en la azotea, estaba mi bolso, las llaves del auto, mis zapatos y mi celular que estaba sin carga.

Luego de tomar mis cosas salí de ahí y bajé a la calle, Aaron me esperaba junto al auto.

—Ya estoy.

—¿Conduces tú o lo hago yo?

—Tú, son las seis de la mañana y no estoy como para conducir si no tomo un café bien cargado. —dije y le tiré las llaves.