Kitsune: El nogitsune Parte 1 y 2 (+18🔥)

Capítulo 32 - Emociones peligrosas

Una canción comenzaba a sonar y miré emocionada a Aaron que me veía de reojo.

—¿Es ...?

—Sí.

—¿La pediste?

—Claro que lo hice. —le di un beso ahí mismo sin importarme nada.

Nos metimos entre las personas y quedamos en el centro de todo, Aaron me tomó de la cintura y pasé mis manos por su cuello y hombros para sujetarme más cerca de él.

Bailamos pegados uno al otro, abrazados tan cerca que podía sentir su latido. Mi cabeza descansaba entre su pecho y hombro, él apoyó su mejilla sobre mi cabeza y toda la canción pasó pero seguíamos bailando como si el tiempo se detuviera.

Levanté la cabeza para verlo a los ojos, mientras lo veía jugaba con su pelo y le di un beso.

—Te amo. —dije en forma cursi.

—Te amo. —su mano subió a mi mejilla y la acarició levemente para luego darme un gran beso, apasionado y algo fuera de lugar para un baile.

Una madre que estaba en el baile para cuidar que todo esté bien y no haya problemas nos detuvo de seguir. Pasó a nuestro lado con disimulo pero sin dejar de ser obvia y poniendo su autoridad.

—Tranquilos los dos, pueden continuar con su beso pero bajen la intensidad. Seguimos en la escuela aunque no parezca, a fuera lo pueden continuar pero contrólense en las instalaciones. —siguió su camino y nosotros nos comenzamos a reír.

—¿Y si seguimos las reglas y salimos del baile?

—Sí nos vamos antes de la coronación Mónica nos va a matar.

—Volveremos, ven conmigo. —me sonrió con algo de misterio así que decidí seguirlo.

Mónica nos vio irnos y cruzamos miradas, ella se veía algo molesta pero la calmé diciendo con los labios de que volveríamos. Ella sonrió y no pude evitar hacerlo también, me guiñó un ojo y dejó que nos fuéramos.

Yo pensaba en salir como la señora Paxton nos dijo pero Aaron me arrastró fuera del gimnasio y dio vuelta hacia los pasillos donde había algunos profesores en sala de maestros, los esquivamos con sigilo y fuimos a nuestro aula.

Pero al igual que nosotros otra pareja nos ganó la mano y ocupaban el salón. Sin saber esa información habíamos entrado y los vimos bastante apasionados. Salimos de inmediato en silencio ya que no nos notaron entrar y una vez en el pasillo nos reímos en voz baja para que no nos oyeran.

—Nosotros cerraremos la puerta con cerrojo.

—Ustedes dos no harán nada. —gritamos del susto que nos dio la profesora de biología.

—Profesora Palmer. —dije recuperando el aliento.

—Nos asustó.

—Perdonen. No pueden entrar a los salones, vuelvan al gimnasio o vayan afuera de las instalaciones.

Nos miramos aguantando la risa y la distrajimos de lo que pasaba en el salón de clases.

—Falta poco para que coronen a los reyes.

—¿Ya saben quién ganó?

Hicimos muchas preguntas mientras que nos alejábamos, a nosotros nos atraparon pero logramos que a otros no los castigaran por nuestra culpa.

Tuvimos que volver al baile sin poder cumplir nuestro objetivo, la profesora Palmer siguió su camino al salón de maestros que estaba lejos de nuestro salón y nosotros llegamos unos cinco minutos antes de que nombren a la reina del baile de invierno y al rey.