Kitsune: El nogitsune Parte 1 y 2 (+18🔥)

Capítulo 10 - Bienvenida

A partir de aquí comenzó todo mi problema, el condenado 31 de Octubre. Ya tenía problemas pero desde aquí hay mucho que cayó en picada, mucho subió de nivel y básicamente desde aquí comenzó mi horrible pero emocionante montaña rusa de emociones y grandes problemas.

Era Halloween y significaba que había que disfrazarse, es una tradición en mi colegio que todos lleven disfraces este día. Me disfracé de zombie con una remera rasgada y ensangrentada, al igual que mi pantalón. Despeiné mi pelo como si fuese que me atacaron, maquillé unos golpes, heridas y una mordida en mi antebrazo.

Pasaron varias cosas durante esta semana, Daina me contó sobre mi madre y mis abuelos, practiqué con mis poderes, no soy muy buena pero por el poco tiempo que llevo voy bien. Intenté aprender sola ya que Max no respondía en absoluto a mis mensajes y Aaron no puede ayudarme con los poderes de tormenta ya que no sabe manejarlos.

Intenté hablar con él e intenté escribir pero no me respondió, fui a su casa y si yo estaba ahí él "no llegaba" aunque sabía que él estaba en la casa. Quería pedirle perdón por cómo lo hice sentir, y también contarle sobre lo que me dijo Daina sobre mi madre. Extrañé estar con él, sus chistes sarcásticos, la protección disimulada y el poder hablar de cualquier cosa.

La familia de Aaron habló con el grupo para que yo me pudiera unir. Era el día del ritual y moría de emoción. Todo pasaría a medianoche, a partir de ese momento formaría parte del grupo de kitsune del pueblo. Los nervios me golpearon de todos lados.

Aaron dijo que todo el grupo participa del ritual así que esperaba cruzarme a Max y que él quisiera dirigirme la palabra, o al menos mirarme mientras yo hablaba.

Como todos los Halloweens hay una fiesta en la casa de Carol Blount, es una chica del equipo de hockey muy fiestera que hace todos los años una fiesta en su casa. Es la fiesta del año, todo el mundo la espera con ansias, van todos los de la escuela. Ella es de otro salón así que hablamos muy pocas veces pero es agradable cuando estamos en educación física juntas con las demás.

Bajé a desayunar y vi a papá haciendo unos huevos revueltos pero color rosa, le puso colorante para que parezcan cerebros. Papá se toma muy en serio esta fecha, siempre se disfraza y decora la casa, se vistió como un vampiro muy elegante.

En el pueblo es una de las fiestas más esperadas del año. Todos pueden ser lo que quieran, piden caramelos, decoran casas, hasta los adultos se divierten. Hay muchos grupos de adultos en el pueblo que hacen fiestas, incluso más locas que la de los adolescentes. Me alegraba que fuera a esas fiestas para no tener que inventar tantas excusas de porqué no estoy en casa.

Desayuné mis huevos revueltos color rosado y ayudé a papá a colgar unas decoraciones rápidamente. Me estaba por ir al colegio y él me preguntó si lo iba a ayudar a repartir caramelos y asustar personas por la tarde.

—Obvio que te ayudo pero a las diez tengo que cambiarme para irme a un lugar.

—Okey. ¿Una fiesta?

—Sí, una fiesta. —otra mentira más a la lista de mentiras.

Cada vez que le miento a papá me siento horrible. Al menos esta vez no le mentí del todo, porque sí iba a ir a la fiesta solo que más tarde de lo que me voy.

Salí de la casa y vi a Aaron disfrazado también de zombie. Tenemos una tradición desde niños que es disfrazarnos combinando disfraces, es algo bobo pero nos gusta.

—¡Cerebrossss! —dijo Aaron mientras se acercaba a mí.

—¡Cerebrossss! —también hice mi papel de zombie muy bien.

—Te ves horrorosamente bien. —comentó entre risas.

—Tú estás asquerosamente lindo. —seguíamos riendo.