Capítulo 31 - Baile de invierno

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«¡Dios mío ya no resisto voy a morir si sigue así!»

—No puedo más. —dije luego de un suspiro de cansancio.

—Dame un segundo que ya casi termino.

Esto estaba muy fuera de contexto así que mejor comienzo contando desde el principio como siempre para que no se mal interprete nada.

Hoy es el día del último baile antes de que comiencen las vacaciones de invierno y lo que vieron antes fue a Mónica peinándome y poniendo fijador para el cabello no se salga de su lugar pero como soy muy mala para sintetizar todo lo qué pasa en mi vida será mejor que hable como siempre, con un contexto de por medio.

Sonó mi odiosa alarma como cada mañana pero estas últimas semanas varios días desperté con Aaron a mi lado, no todo los días pero si fueron varios. Ya no estábamos enojados el uno con el otro por lo qué pasó la noche del incendio.

Hablando de eso, ya supimos que se llevó el nogitsune de la biblioteca. Pasamos las dos últimas semanas revisando cada libro, arma y planta del inventario, fue agotador pero supimos entre todos que es llevó.

La falsa Hannah tomó una daga ceremonial que los Whitmore guardaban por prácticas que ya no se realizaban. Para ser precisa se llevó una daga de sacrificio y libros de resurrección y cambio de cuerpo. No dejé de leer libros en estas dos semanas, tanto fue lo que vi que si llegaba a leer o escuchar la palabra historia, kitsune o sacrificio iba a entregarme yo misma al nogitsune.

En la puerta se escuchó un golpe y a través de ella se escuchaba a papá.

—Tara, Aaron, levántense. —papá ya no entraba a mi habitación.

—Ya vamos. —respondí desde la cama.

El cuerpo de mi dormido novio descansaba o estaba en coma junto a mí. Me di vuelta y subí a su espalda, le di besos en el cuello para que se despierte.

—Buenos días. —seguía dormido —Ya hay que levantarnos. —vi como abrió los ojos y volvió a cerrarlos —Estás despierto tramposo.

Intenté bajarme de la cama pero él me lo impidió tomándome de la cintura.

—Ven aquí.

—Hay que levantarnos, ... —besó mis labios haciendo que me callara.

—Buenos días. —nos dimos otro dulce beso y ambos nos vestimos para ir a desayunar —¿Escuchaste lo que yo?

—¿Qué?

—Ya no dice mi nombre con tanto odio.

—Nunca te odió.

—Pero se notaba que mi presencia no era de su agrado.

—¿Qué esperabas? ¿Querías que te de flores por tener sexo con su única hija?

—No, pero tú deberías. —me guiñó un ojo en broma.

—¿Seguro qué despertaste? Creo que sigues en tus sueños.

Me puse un jean azul, un buzo y una bufanda tejida color gris. Veía a Aaron vestirse, su sensual cuerpo vistiéndose lentamente para mí, o al menos eso era lo que veía mi cabeza.

—Bella durmiente ¿Ya estas lista? —dije en broma.

—Sí. —se terminó de poner las zapatillas.

Aaron se levantó de la cama y salió detrás de mí poniendo sus manos en los bolsillos de mi buzo mientras bajábamos las escaleras.

—No entiendo como tienes tanto frío si eres de fuego.

Kitsune: El nogitsune Parte 1 y 2 (+18🔥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora